Prologo

226 6 3
                                    

El planeta de Mustafar sigue envolviéndose gracias a una terrible densa niebla, toda la oscuridad es creada por solo un ser con un gran poder, el elegido llamado Anakin Skylwalker

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

El planeta de Mustafar sigue envolviéndose gracias a una terrible densa niebla, toda la oscuridad es creada por solo un ser con un gran poder, el elegido llamado Anakin Skylwalker. Su mente al contrario de sus acciones, sigue luchando por sobrevivir en una guerra con pocas chances de victoria contra el lado oscuro, no obstante, asesinó sin medir las consecuencias de sus acciones a varios de sus futuros aliados, el no quiere ser gobernado por nadie.

Después de concluir su cometido, escucha el sonido de una nave aterrizando. Corre pensando que posiblemente tendría que matar a cualquier persona que se encontraba dentro de ella.

Su impresión fue tan grande al ver a su amada Padme, se preocupó por sus hijos notando que ese planeta no es seguro para su familia. Solo pudo abrazar a Padme como si fuera su madre. Luego de rodearla con sus brazos la recrimina por haber llegado. Padme sin perder tiempo le informa que Obi-Wan con un dolor en su corazón tuvo que avisarle de todos los daños que hizo Anakin, de las masacres hacia los niños en el templo Jedi. El aura del caballero Jedi poco a poco se torna más oscuro, escuchando cada palabra de Padme no puede dejar de pensar si lo que hizo estuvo bien o no, pero sabe que ya está hecho y no hay vuelta atrás.

Un poco de aura mística da en el corazón de Anakin, escuchó de la boca de su amada que su maestro haría todo lo posible con el objetivo de salvarlo, aun así las palabras del canciller Palpatine retumba en su mente.

—El Amor no te salvará Padme, solo mis poderes nuevos lo harán. . .

—¿A que precio? Eres una gran persona, no lo hagas. . .

—No te perderé como perdí a mi madre, me he vuelto más poderoso de lo que ningún Jedi, ha imaginado y lo hice por ti, para protegerte.

—Escapa conmigo para criar a nuestros hijos, ahora que puedes dejar todo atrás.

—No lo entiendes —Anakin sonríe con leve sarcasmo ante la ignorancia de su amada—. Ya no tenemos que escapar, he traído la paz a la república, soy más poderoso que el canciller, lo voy a derrocar pronto ¡Y tú y yo dominaremos la Galaxia!, ¡Vamos a imponer lo que nos plazca!

Padme se impresionó con la forma de expresar de su esposo, quiso retroceder y escapar, pero sus piernas no responden, ella aún siente que puede hacer reaccionar a su amado, de igual manera empezó a llorar por todo los males que le pasa, contempla con sus débiles ojos a la persona que ama y no puede cambiarlo para bien.

Sin que ella sepa, un hombre con una voluntad de hierro se presenta en la nave, su amado observa con una furia dentro de sí a dicha persona.

—¡Traidora! —Toda la furia acumulada lo libera al gritarle a su esposa, se siente engañado y traicionado por la mujer que sigue amando a pesar de todo.

—¡No! —Padme voltea su cabeza mirando como Obi-Wan baja poco a poco de la nave.

En un arrebato de furia, Anakin completamente cegado con la traición utiliza su poder con la intención de ahorcar a su amada. Ese hecho originó el enfado de su maestro, el por todos los medios quiere proteger los hijos de su alumno a toda costa.

—¡Déjala Anakin! 

—¡Tú la has vuelto contra mí! —Anakin mira a Padme en el piso estando inconsciente por su culpa y le recrimina a su maestro, además respira a gran profundidad por los nervios.

—¡Lo has hecho tú mismo! 

—¡Tu no la apartarás de mí! 

—¡Tu ira y tu sed de poder ya lo hicieron! —Obi-Wan se quita la túnica marrona quedándose con su camisa pálida, de ahí se traslada a la izquierda, mientras su alumno a la derecha—. Permitiste que ese Lord tenebroso te manipulara hasta que... te convertiste en aquello que juraste destruir.

—Deja los sermones Obi-Wan, veo las mentiras de los Jedi, no le temo al lado oscuro como ustedes —Se quedó delante de su maestro, luego le da la espalda en un acto de soberbia y confianza—. ¡He devuelto la paz!, ¡la libertad!, ¡la justicia y la seguridad a mi nuevo imperio!

—¿¡Tú nuevo imperio?! —levantó la voz quedando confundido por las palabras de su amigo.

—No me obligues a matarte.

—Anakin... mi lealtad esta con la república, ¡Con la democracia! 

—Si no estás conmigo —Mueve su cabeza para ver a su maestro por un segundo—. Eres mi enemigo.

—Solo un Sith es tan radical tomando decisiones —Agarra su sable de luz a fin de empezar la batalla—. Haré, lo que deba hacer.

—Será en vano —Escucho como el láser de luz sale del sable de su contrincante.

Anakin en su soberbia, sostiene su arma Jedi con agresividad, presiona el botón activando el laser del cristal Kyber, de ello salta hacia atrás dando su grito de batalla, su maestro traslada su sable de luz en una posición defensiva amortiguando el ataque fugaz de su alumno. Los dos se atacan en diferentes direcciones, el maestro Obi-Wan con la pericia de numerosas misiones contrarresta por completo los ataques de su antiguo camarada, debido al entrenamiento que Obi-Wan le instruyó a su joven aprendiz, este último sabe todos los trucos y como destrozar la línea de defensa. Por esa razón el maestro Kenobi al inicio de la pelea está en una posición defensiva.

Toda esa pelea trajo consigo el inicio del mayor genocida hasta la fecha.

Star Wars: El renacerKde žijí příběhy. Začni objevovat