xviii

2.2K 148 38
                                    

Estaba shockeada, totalmente desorbitada.

No podía creer que su anatomía se encontrara justo enfrente de mí, sus ojos sobre los míos con una pizca de diversión y sorpresa, y yo sólo sentía pánico. Aún no podía moverme de mi lugar.

Desde niña siempre creí que desde el momento en el que le viera por primera vez saldría corriendo a sus brazos diciéndole cuanto lo amo, pero en lugar de eso estoy aquí congelada en mi lugar y, sin importar aquello, ya me encontraba dentro de un reconfortante abrazo inesperado por parte del castaño, aún no podía creer que esto fuera real.

Sin saber muy bien lo que hacía, logré poner mi cuerpo en movimiento, arrastrando mis brazos alrededor de su cuello, atrayéndole más hacia mí haciéndole saber cuanto le necesitaba en estos momentos y lo mucho que me hacía falta.

Sin saberlo las lágrimas comenzaron a llenar mis mejillas y me escondí en el hoyo entre su hombro y su cabeza sintiendo el olor de su perfume llenar mis fosas nasales de la mejor manera posible. Él, por su lado, sólo acariciaba mi espalda diciéndome que todo estaba bien y que estaba aquí para mí y por mí.

Opté por separarme de él de una manera no tan brusca para mirar sus hermosos ojos azules que tanto amaba y admirar sus finos labios que siempre me llevaban a otro mundo cada vez que se moldeaban a su sonrisa.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunté tratando de secar mis lágrimas con mis manos temblorosas. —Deberías estar con Danielle o... Haciendo cualquier otra cosa más importante, Louis.

— Estoy aquí por ti —aclaró —Y creeme que si hubiera otra cosa más importante que tú en estos momentos no me encontrara aquí.

— Deberías irte —repliqué sin poder detener mis lágrimas.

— No decías eso cuando estabas llorando en mis brazos, Devany.

— Olvídalo —susurré.

— ¿Quieres que me vaya? — Cuestionó casi ofendido por mis palabras, quizás más grande que el que se formó anteriormente.

— No... No lo sé... no—Dudé por unos segundos.

No quería que se fuera, estuve rezando por este momento durante años pero se supone que él no debía perder su tiempo viniendo a mi casa sólo por mí, cuando hay más cosas importantes dentro del ámbito que era su vida como famoso y yo siendo la chica normal de siempre enviándole tweets a una persona imposible.

— Tú no quieres que me vaya... —Murmuró dando unos pasos en mi dirección y retrocedí —¿Por qué me dices esto? Ambos queríamos conocernos, ¿o me equivoco?

— Porque... Porque... Porque nunca creí en esto, porque nunca pensé que una persona tan importante para mi fuece a venir hasta aquí sólo para decirle a una persona tan inservible como yo que...

— No eres una inservible, maldición —dijo entre dientes con con molestia y retrocedí dos pasos lejos de su cuerpo, jamás había conocido éste lado de él —Eres una persona diferente al resto, Devany. Pero joder, tú no lo reconoces. Es totalmente absurdo que no sepas quien eres tú misma. — Se acercó aún más —Eres una persona que jamás creí que fueras y a pesar de los años que nos llevamos logré llevarme muy bien contigo, al principio sí creía que eras una igual a un grupo de cinco locas obsesionadas que conocí hace un mes, pero luego supe que eras una persona única y por fin sé que es lo que sienten todas esas chicas que nos han visto y que no nos han podido ver. Quisiera poder decírles a todas de frente lo mucho que las amo, pero eso es totalmente imposible —susurró lo último —. Odio que digas que eres inservible y que no eres importante para mi, porque sí lo eres. Y mierda, no puedo soportar que te digas eso.

Las lágrimas comenzaron a salir con más frecuencia y bajé la vista avergonzada sin saber que decir o pensar con respecto a todo esto. Louis sólo caminó hasta la puerta para cerrarla con seguro y volver a mí colocándose a una distancia ni tan corta, ni tan larga, subió una de sus manos y secó mis lágrimas con la yema de sus dedos secándolos con sus jeans.

Entrelazó mi mano con la suya y subió ambas juntas dándolas a mi vista.

— Dime, Devany, ¿qué piensas en estos momentos? —Interrogó Louis con sus ojos fijamente sobre los míos y bajé la vista con vergüenza, pero él no tardo en subir su mano, la cual no estaba entrelazada, tomando mi barbilla y obligándome a mirar sus hermosos ojos azules —No sientas vergüenza, dime qué es lo que sientes.

— Siento que te quiero demasiado, Louis —fui sincera de una vez por todas, sintiendo mi garganta arder por lo que estaba apunto de decir —Que si no fuera por ti, no estaría aquí, tú... Tú eres quien me ayuda a seguir, ¿entiendes?

— No digas eso —me detuvo —, tú estás aquí por ti, no por mi. Además, ¿qué me quieres decir con no estaría aquí?

—Estuve apunto de suicidarme en varias ocasiones —revelé cabizbaja.

Sus ojos reflejaron la impresión que él tomó luego de que mis palabras tocaran el punto más profundo de sus oídos y, de pronto, a cada segundo que pasaba se iban poniendo más intensos que el anterior.

De pronto abrió sus labios finos como si quisiera decir algo, los cerró y luego volvió a abrirlos.

—Ven aquí —tiró de mi brazo sin ser brusco, abrazándome nuevamente. No pude resistir llorar luego de tantas veces que lo había hecho —. Ya estoy aquí y no voy a permitir que te hagas daño, nunca más, viviré contigo si es posible, sólo no quiero que vuelvas a hacerte daño ni física ni verbalmente, ¿de acuerdo? hazlo por mi, por ti, por tu familia, por todas las personas que sí te quieren, como yo —dijo en voz baja, un tono que logró calmarme sin complicaciones —¿Lo harías?

Asentí sin dudas y él se separó de mí con una sonrisa inmensa en su rostro provocando que yo también lo hiciera.

—¿Por qué sonríes tanto? —pregunté por fin.

—Porque tú estás feliz —respondió de una vez por todas haciendo que mis emociones tomaran un vuelco.

Definitivamente Louis era una persona inigualable en la vida de cualquier fan, quizás para ellas —incluyéndome— Louis no está consciente de su existencia, y quizás no lo esté, pero él sabe que están allí y él siempre querrá lo mejor para ellas, a pesar de la distancia, a pesar de todo lo que ha pasado y que pasará Louis siempre querrá lo mejor para todas sus fans.

¿Y qué si no nos ha visto? él siempre sabrá que estamos para él, él siempre estará agradecido por todo lo que hacemos por él y todo lo que hemos logrado juntos coml equipo.

Louis no era un chico como cualquier otro, y eso me lo ha demostrado hoy, de una manera tan única que quizás y sólo quizás no borraría de mi mente jamás, se volvería un recuerdo que supuse que jamás olvidaría y que sería una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

Él siempre estará para nosotras así como nosotras lo estamos para él, quizás corramos el riesgo de que nunca venga a nuestro país a dar un concierto con la banda, pero él siempre estará presente en nuestros corazones, en nuestras memorias. Él me ha hecho saber y sentir que no hay que ver a una persona directamente a los ojos para saber que es lo que debes pensar de ella realmente, que sólo basta con lo que esa persona te haga experimentar cada vez que la ves.

Y eso, es exactamente lo que Louis me hace sentir.

Falling Fast© | Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora