Capítulo 22

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Después de horas de caminar por las calles de New Orleans sin un destino fijo. Caroline se encontró a si misma dirigiéndose hacia la casa de Elena. Cuando Elena abrió la puerta Caroline se dio cuenta de la muy mala apariencia que ha de tener, pues la cara de Elena lo decía todo

-Caroline qué paso?

-Klaus –dije y Elena inmediatamente la abrazó

-Pasa –dijo para que ambas se sentaran en el sofá

-Puedo quedarme aquí por un tiempo? Pidió Caroline, pues ella había decidido mantenerse en la ciudad por Hope, que aún no sabía nada de lo que pasaba

-Por supuesto, todo el tiempo que quieras –dijo Elena con una gran sonrisa. Caroline asintió en modo de agradecimiento

-Te quieres dar una ducha y cambiarte? –pregunto Elena a lo que Caroline negó con la cabeza

-No traje mi ropa, no tuve tiempo. –Dijo ella dándose cuenta de ese detalle por primera vez- Creo que tendré que mandar a alguien por mis cosas

-No te preocupes, llamaré a Damon, el ahorita está con Stefan, así que ellos lo harán. Vuelvo enseguida –Dijo Elena para luego dirigirse hacia la cocina y llamar por teléfono a Damon

-Entonces ellos se separaron? –preguntó Damon por el teléfono a Caroline

-No lo sé Damon, pero solo trae lo que te pido. Ella está mal

-Okay, ahorita voy para allá –Escucho Caroline que Damon le decía por teléfono a Elena. Ella tenía que distraerse en otra cosa, porque si no iba a llorar y mucho. Elena entro a la habitación y se sentó a lado de Caroline

-Estas listas para contarme lo que paso? –pregunto ella a lo que Caroline derramo un montón de lágrimas lista para contarle a su amiga todo.

Klaus se encontraba en una esquina de su estudio, derramando lágrimas, ya había roto una que otra silla. Pero su rabieta no había alivianado el dolor. Caroline se había ido. La había perdido por su culpa, por su maldita estupidez.

El sintió unas voces en la sala e inmediatamente se levantó, pues no podía permitir que lo vieran así, de una forma tan patética. Él se dirigió a la sala y vio a Hope junto con Stefan y Damon

-Me entere sobre mamá y tú –dijo ella -¿Qué paso? –pregunto la chica a lo que Klaus solo negó y abrazo a su hija, evitando que le salieran lágrimas, pero una u otra se escapó, luego de que el abrazo terminara, se dirigió hacia los dos Salvatores que estaban detrás de ellos

-¿Qué hacen aquí? –preguntó Klaus.

-Vinimos por las cosas de Caroline Klaus –Una gran punzada paso por su estómago. Había mandado por sus cosas. Ella no planeaba regresar. Klaus simplemente bajo la cabeza y lo siguiente que supo era que los Salvatores bajaban con todas las cosas de su esposa. Antes que ellos se fueran Klaus los detuvo

-Cuando la vean, díganle que me perdone –dijo el para luego dirigirse hacia su habitación y encerrarse allí.

-¿Estas bien Care? –Pregunto Elena luego de que Caroline le haya contado todo. Caroline respondió con un movimiento de cabeza que no

-Es toda su culpa, Caroline. Es la culpa de Klaus –dijo Elena

-No es su culpa es la mía. –empezó a decir entre sollozos- Porque sabía cómo era él pero no me importo. Porque sabía a lo que me estaba metiendo pero no me dio miedo... Porque sabía que me lastimaría pero no quise creer. Porque sabía que fingía ser alguien diferente pero me gusto. El no hizo nada más que ser el mismo, fui yo la que imagino que podía ser alguien mejor. No quiere darse cuenta de cómo me mató, así es él, es malo y hace cosas malas. Debí darme cuenta, debí huir pero su juego me gustó. No creo que él llegue a cambiar, le gusta mucho ser así. Así como no creo que llegue a sentir ni a comprender lo que hizo, pero no es su culpa es la mía Elena –Dijo Caroline para luego retirarse a la habitación que le habían dado.

Perdidos. Desorientados. Así es como se puede describir a como ellos se sentían.

Cada uno estaba en sus respectivas habitaciones que estaban separadas por varios kilómetros de distancia. En las habitaciones todo era oscuridad, pareciera que no hubiera ni una sola alma, pero si escuchabas podías oír en la habitación de ella, el llanto que no paraba. Y en la de él no escuchabas llanto, pues él no quería que nadie escuchara lo destrozado que estaba, pero si mirabas bien en esa oscuridad podías ver las sigilosas lágrimas que rodaban.

Ambos están perdidos, solos y vacíos sin el otro, Solo que ambos son demasiados orgullosos como para admitir que no pueden estar sin el otro.


"Everything has changed II" Todo Ha Cambiado II (Klaroline)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora