Capítulo 29

977 71 10
                                    

Iba temblando de miedo, pero intentaba no ser muy obvia pues no quería arruinarle el momento a Theo, se veía tan emocionado, hablaba como si no hubiera un mañana y yo sonreía forzada por el miedo que invadía mi alma. 

Cuando ya íbamos bastante alejados de la orilla, el cielo se tornó gris y unos cuantos truenos y relámpagos empezaron a caer, lo que hizo que me asustara más.
-Theo, vayámonos, parece que va a llover –le dije aferrándome a su mano.
-Eso parece. Creo que se avecina una tormenta, es mejor que volvamos.

Theo empezó a remar en dirección contraria de modo que volveríamos a la casa.
La corriente estaba muy fuerte, el bote empezaba a tambalearse de un lado a otro, Theo estaba perdiendo el control de los remos, que no querían responder debido a que la corriente impedía que fuéramos a la dirección correcta.
-Tengo miedo Theo–dije hundiéndome en su cuello.
Su rostro se veía preocupado, verlo así me asustaba más, el era lo que me mantenía mas tranquila mientras sonreía pero en esa ocasión no era así.
-Debí hacerte caso cuando me pediste no viniéramos –dijo abrazándome.
-¿Y ahora que vamos a hacer, THEO?–gritaba desesperada.
-Aun no empieza a llover, voy a intentar llamar a la casa.
Theo tomó su celular pero no había nada de señal.

Lo que tanto temía pasó un fuerte rayo cayó en un árbol haciendo que este callera sobre nuestro pequeño bote destruyéndolo.
-THEO!!!!! –grité al ver que había sido disparado del bote.
-¡SHAI! –respondió a mi grito mientras era arrastrado por la corriente.

Yo aún estaba aferrada a un pedazo de madera del bote, pero al escuchar sus gritos no dudé en soltarme de este e ir por él.
-¡NO SHAI! –volvió a gritar.
-¡NO TE DEJARE!

Olvide mi miedo al agua y dejé que la corriente me arrastrara hasta él, pero el iba mucho mas adelante de mi, puede visualizar que estaba a punto de chocar contra una gran roca.
-¡THEO NOOOOOOOOO!! –grité cuando fue envestido hasta la roca, dejándolo inconsciente.

La corriente me arrastró hasta él, pero hice presión con mis manos para no pegarme con la roca. Theo estaba herido e inconsciente ¿Qué iba a hacer ahora?

En la parte que estábamos no era profunda, pero la corriente me impedía caminar sin caerme, no quería dejar a Theo. En la orilla vi una cuerda lo que me dio una idea.
Fuí por la cuerda sin perder a Theo de vista, volví hacia él con la cuerda y se la até por la cintura, me lo eché a la espalda y me dispuse a sacarlo de allí, no podía permitir que muriera.
Con mucha dificultad, logré salir del lago con Theo que seguía sin despertar.

-¡THEO! ¡SHAI! –Escuché una voz muy familiar. No podía ser cierto.
Me di la vuelta y ahí estaba el. Mi papá.
-¡HIJA! ¿Estas bien? –preguntó abrazándome.
-Eso creo... papá Theo... no reacciona –dije entre sollozos.

Papá me apartó de él y se lo llevó en brazos hasta la casa. 

Olvidar que eres tu. #SheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora