Capítulo 7 | Habitación

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Durante horas, siguieron hablando y besándose. Emma lo escuchaba atenta mientras le contaba lo que había hecho en la semana. Platicaron de su infancia, cosa que ella no quería contarle. Por lo menos no en ese momento. Era algo muy personal, algo que la había marcado para siempre. Se limitó a contarle los detalles más felices que recordaba. Hablaron de sus gustos, de sus viajes y se contaron bromas muy malas, especialmente él, que la hacía reír con su humor tan raro y sonreía alegremente. 

Nunca se había sentido tan feliz con alguien. 

Se interrumpían ocasionalmente para besarse, a tal punto que sus labios ya estaban hinchados. Eso era lo que hacían en ese momento. Se besaban incansablemente. Seunghyun le susurraba palabras al oído que hacían que Emma se estremeciera.

—Tan bonita —le decía mientras mordisqueaba el lóbulo de su oreja. Ella cerraba los ojos, disfrutando de la sensación. Acariciaba sus brazos y se aferraba a ellos cuando sentía que sus piernas flaqueaban.

 Sí, ese efecto tenía en ella.

—¿Quieres ir a mi habitación? —preguntó impulsivamente, mirándolo a los ojos. Él la miró un poco sorprendido. Se sintió como una tonta—. Qué pregunta tan tonta, de verdad yo...

De nuevo, la vergüenza la invadió, justamente como lo que había sentido después de lo sucedido en el estudio.

No continuó pensando en ello porque Seunghyun la tomó en brazos antes de que terminara la frase. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, la más brillante que le había visto en el poco tiempo en el que habían estado juntos. Emma le indicó el número de su habitación y rápidamente estaban dentro de ella.

La bajó al piso y no perdió el tiempo. La recargó contra la pared y empezó a besarla con desesperación. La tomó de los muslos y la cargó para que rodeara su cintura con las piernas.  Se estaba volviendo loca de lo cerca que lo tenía y de la presión que sentía en el estómago ocasionada por el bulto que él tenía en sus pantalones. Poco a poco fue trazando un recorrido de besos, acariciando suavemente la cicatriz de su cuello para bajar a sus clavículas.

Hasta que se detuvo abruptamente

—No tenemos condones —dijo él, decepcionado. Tenía la punta de la orejas coloradas. 

—Espera aquí, creo que sé dónde conseguirlos. 

Depositó tres besitos en sus labios antes de dejarla ir. Salió de la habitación y corrió a la de Ashton para husmear en sus maletas.

Ya le explicaría después.

Regresó a la habitación con el botín en las manos. Seunghyun le sonrió y se los quitó de la mano para guardarlos en la bolsa de su pantalón. La volvió a cargar y se deshizo de la parte de arriba de su pijama, siguiendo un camino de besos hasta sus pechos. Depositó pequeños besos hasta que desabrochó su sostén y lo arrojó a algún lugar de la habitación. 

Ella quedó totalmente expuesta. 

En un principio, quiso cubrirse. Su mirada tan intensa la cohibía y la volvía demasiado consciente de su aspecto. Seguramente T.O.P había estado con modelos que tenían cuerpos mucho más hermosos que el de ella. Nunca se había sentido tan tímida. 

—Eres preciosa —le aseguró antes de seguir besando sus pechos con adoración hasta que llegó a su pezón derecho y lo mordió levemente. Emma no pudo evitar jadear y enredó las manos en su cabello blanco—. ¿Se siente bien, jagi?

—Sí —contestó ella, ignorando por completo el significado de la palabra que había utilizado para nombrarla. Sólo sabía que sonaba cariñoso y que saliendo de su boca con voz ronca, también sonaba muy sexy. 

Adicta a ti | T.O.PWhere stories live. Discover now