1. "Bienvenida al infierno otra vez."

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-¡Cassie! Por amor de Dios ¿quieres bajar a desayunar? O juro que te sacaré a patadas de allí.
Maldita sea me pone de muy mal humor empezar el puto día con los gritos de mi madre.

-¡Un momento mamá deja de dramatizar!

Último semestre en una nueva escuela. Esas dos combinaciones no son muy agradables definitivamente, y menos para personas como yo, poco sociables y un poco... complicadas.
Aunque debo reconocer que necesitaba un cambio. En mi antigua ciudad me estaba ahogando, definitivamente San Francisco no era para mi, ni San Francisco ni las personas que había allí.
Me levanté a regañadientes y me metí directo en la ducha. Me di una dicha bien fría para que me ayude a controlar mi mal humor matutino. Abrí el closet, no recuerdo haber tenido todo tan desordenado y desprolijo... En fin. Milagrosamente encontré unos jeans negros apretados y una camisa de mangas cortas azul fuerte; me puse mis viejos y amados borcegos negros (nota mental, comprarme un par nuevo) me peine como pude (no estaba de humor para eso), cepille mis dientes, un poco de delineador y bajé a la cocina. Mi madre estaba con su típica cara de perros cada vez que me ve tan desprolija, pero ya estaba cansada de hacer siempre el mismo jodido sermón así que no lo hizo. Y realmente se lo agradecí.
-¿Quieres que te lleve hoy al colegio o irás en bus? Preguntó dandome la espalda.

-Iré sola mamá, gracias.- respondí con la boca llena de cereales con leche.

-Sabía que lo dirías. Respondió con una sonrisa dulce.

-Entonces no sé por qué sigues preguntando.- Respondí. -Ya me voy mamá nos vemos luego.- Le dije mientras agarraba rápido mi mochila, la saludaba y salía prácticamente corriendo hasta la parada del bus.

Cuando llego a la escuela me quedé boquiabierta de lo grande que era, no sabía que Portland tuviese una escuela secundaria tan enorme.
Entré y había algo que no cambiaría nunca, me mudase a donde me mudase;
Los jodidos grupos sociales; a mi derecha pude ver a los nerds con sus anteojos y sus libros, y sus asquerosos rostros repletos de acné. Un poco más adelante se divisaban a los skaters, con sus gorras y sus ridículos pantalones anchos. A mi izquierda las jodidas porristas huecas con sus cuerpos perfectos y sus minifaldas que rogaban por ser arrancadas. Más a su costado habían un par de estudiantes aparentemente normales y cómo no; el peor grupo:
Los atletas del equipo; con sus lentes de sol mirando a todos como si fuesen mierda, filtreando a cada chica con escote que pasaba y menospreciando a todo ser que no sea como ellos.

Okey, No sé si podría lidiar con esto todos los días, y definitivamente esto se pondría feo. Bienvenida al infierno otra vez, Cassie.

Hola a todos!
Es la primera historia que escribo.
Así que espero que les guste! Cassie es Kaya Scodelario 😍 espero que la amen igual que yo.
Espero que les guste la historia y no dejen de leerme! Saludossss 😘✌

Prohibido Llamarte Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora