Capítulo 54: Navidad, segunda parte

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Harry bajaba al salón para la cena cuando un coche se detuvo con un frenazo frente a la casa. Louis bajó de un salto y abrió la puerta de Liam. Harry les abrió de inmediato.
-Chicos...
-Hemos mandado a mi familia a la mierda -dijo Louis - y pensábamos pasar las fiestas con vosotros..
-Claro... Dadme un abrazo... Bueno, mejor no. Eileen ocupa mucho. Podeis usar la habitación de siempre...
Liam agarró a Louis, que protestó, y se lo echó al hombro.
-Bajaremos para la cena.
Harry suspiró desalentado. Hubo una época en la que él hacía eso mismo... Sexo por la tarde.
Ahora con suerte podía caminar sin parecer un pato.
Se llevó la mano a la espalda dolorida y se dispuso a recibir a los invitados.
Louis abrió los ojos. Luego levantó la cabeza. Estaba a los pies y tenía un dedo del pie de Liam junto a su cabeza.
-Creo que no me puedo mover -dijo Louis -y creo que no sabía que era posible tanto sexo.
Liam se rió. Louis se incorporó y gateó hasta abrazarlo.
-Va a ser la hora de cenar -Liam le agarró la barbilla y le besó -qué bien sabes...
-No tengo hambre... Tengo ganas de estar contigo...
-Es Nochebuena y somos invitados. Hay que bajar, Tommo.
-Liam, pongamos fecha a la boda
-Eso me parece genial. -Liam le besó y Louis se apretó más a él - quiero que sea pronto.
-San Valentín -dijo Louis sonriendo -es una buena fecha.
-Sí... ¿Londres?
-Pues... Dado que uno de nuestros mejores amigos estará a punto de dar a luz, creo que podemos hacerlo aquí mismo. Qué importa el lugar mientras estemos juntos.
Harry revisó bien la mesa. Todo estaba perfecto.
La familia comenzó a llegar. Suya y de Niall. Y todos y cada uno se paraban a acariciarle la barriga o decirle cosas.
Se sentaron a cenar.
-¿Tienes hambre? -Niall le cogió la mano.
-Sí -se rió Harry.
Niall le besó y esperó a mitad de la cena para comenzar su plan.
Sólo los allí presentes sabían que ellos habían comprado esa casa.
-Harry tiene revisión el día 27. En la clínica de Dublín. Ecografía. Es a las doce. Espero que no haya mucha prensa.
Niall bebió en silencio un trago de vino. La cita real era el 28. Ahora a ver como reaccionaban y si había alguien que lo filtrase.
Acabaron de cenar. Casi todo el mundo se fue yendo poco a poco. Se despidieron y hasta Liam y Louis dijeron que se irían a dormir.
-Estoy impaciente porque sea por la mañana y abrir los regalos... -Niall se colocó los pantalones y se metió en la cama.
-El año que viene ya estará Eileen. ¿Cómo crees que será?
-A veces tengo miedo... Ya sabes... Si estamos preparados...
-Yo siento que sí -Harry se tumbó. La barriguita se notaba como una montañita bajo la colcha -no sé, ya tengo ganas de que salga... De ver su carita.
-¿Cómo está tu espalda?
-Mejor que mis tobillos.
Niall asintió. Harry se sentó y abrió la mesita. Sacó una caja cuadrada envuelta en papel brillante.
-Quiero darte este regalo... Ahora que estamos sólos.
-Un regalo... -Niall arrancó el papel a tirones. Y miró un poco extrañado la caja de plástico transparente con una especie de conejitos pequeños en su interior. -¿para qué quiero yo memorias USB nuevas? -Niall sacó uno de los conejos y empezó a tirar con impaciencia de su cabeza pero sin éxito.
-Niall, para... No. Lo vas a romper. No es un USB.
-¿No?
-Son juguetes sexuales.
Niall le miró, luego miró el conejo y de nuevo a Harry.
-¿Se supone que es para meterlo en mi culo?
-Sí... Dijiste que te gusto mucho cuando yo...
-Y me gusto -Niall se puso rojo recordando su intento de meterse los dedos -pero esto no eres tú. Es un... Consolador.
-Bueno, cariño.. Yo no puedo darte lo que necesitas. Y está bien que... Pruebes cosas porque faltan unos meses para que pueda.
-Me lo pensaré -Niall dejó el mini dildo en su caja -ahora es tarde... Vamos a dormir.
Niall no volvió a mencionar a los conejitos. Al día siguiente abrieron los mil regalos la mayoría para la niña, celebraron con Liam y Louis el anuncio de la fecha del compromiso... Y ya la cabeza de Niall se centró en averiguar si alguien de confianza filtraba información personal.
Los días eran muy tranquilos. Harry ya no estaba tan inestable desde el punto de vista emocional, salían a pasear, veían tele o entraban en Internet...
El día veintisiete Harry se quedó en casa y Niall tomó su coche y condujo hasta la clínica. Allí esperó en un sitio discreto.
Prensa. Muchísima prensa y la fecha era falsa. Los doctores, enfermeras, hasta sus mánager personales y seguridad sabían que la fecha real de la revisión era al día siguiente.
Ahora había que averiguar quien era.
Harry miraba a Niall dar vueltas a la sala como un león enjaulado.
-No me lo puedo creer...
Harry se acarició la barriga protector.
-Tranquilo... Ahora no contaremos nada a nadie hasta que lo averiguemos.
-No, he... He ofrecido un dinero a un paparazzi amigo. Ha quedado en llamarme. Aquí está -Harry le vio descolgar el teléfono y hablar. Fue perdiendo color y al final miró a su marido -no te preocupes por nada, mi amor, ya esta resuelto. Sólo tengo que llamar a mi abogado.
-Quiero saber quién es.
-Es Greg.
Harry decidió no decir nada. Apoyar en silencio a su marido era suficiente. Se acostaron pronto.
Niall apenas durmió. Harry si, con su sueño inquieto. Por la mañana fueron al médico. Le sacaron sangre a Harry y le hicieron una eco.
-No hace falta que volváis hasta el treinta de enero. Va todo perfecto.
Harry volvía a casa adormilado por la extracción de sangre. Niall le besó la mejilla.
-Tengo que hablar con los abogados y Greg.
Para Niall aquello era algo muy difícil. No es que las cosas con su hermano hubieran ido tan bien desde... Nunca. Pero tampoco hubiera esperado eso.
Pensar en cuanto dinero habría sacado a su costa... Apretó el puño.
Greg llegó a la cita pensando que su hermano quería hablarle de algo pero se lo encontró acompañado de su abogado.
Niall sacó una serie de documentos.
-Tengo pruebas de que a cambio de una compensación económica has estado filtrando información mía y de mi esposo durante años.
-El señor Storan quiere que no vuelva a ponerse en contacto con él, su marido o su hija no nacida de ningún modo. Asimismo dejara de recibir la ayuda económica que le pasaba el señor Storan. Si vuelve a intentar hablar con el o su familia o tenemos pruebas de que ha filtrado nueva información, llevaremos estas pruebas a los juzgados y se le denunciara por intromisión en la intimidad.
Niall entró en el cuarto y se acostó junto a Harry, que no dijo nada y se limitó a abrazarle en silenc

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