Liam y Louis se quedaron mirando a Harry y a Niall cuándo llegaron.
-Bonitos pantalones, Harry -se atrevió a decir Liam. Harry puso morritos.
-Estoy gordo para skinny jeans -dijo al fin.
-Está muy bien -dijo Niall.-¿A qué le quedan bien, chicos? -Niall les miró arqueando las cejas.
-Te quedan genial -dijo Louis levantando el pulgar.
Salieron a cantar, pero Harry se sentía cansado como para bailar y esas cosas. Además le ponía muy nervioso saber que justo en medio del show estaba programado que se emitiera en televisión la entrevista. Al menos el show no tuvo ninguna incidencia. No vomitó en directo ni se desmayó. Logró terminar más o menos bien.
Pero cuándo iban a salir pudo ver que fuera estaba lleno de prensa y fotógrafos. Pasar por el medio de todos ellos fue complicado. Les hacían preguntas comprometidas y Harry tuvo un ataque de pánico. No supo cómo pero finalmente estaba en el coche con Niall. Se agachó y apoyó la cabeza contra sus piernas, ocultando la cara lejos de todo aquel jaleo de gente, prensa y paparazzis, y flashes. Niall le sujetó la cabeza y le gritó al chófer que mantuviera la calma. Apenas eran capaces a que el coche avanzara, se movió un poco y se detuvo. Un miembro de seguridad intentaba razonar con la prensa, alguien golpeó el capó del coche. Las cámaras se pegaron a las ventanillas y Niall intentó taparse los ojos, pero Harry le apretaba el pantalón y no quería soltarlo. Se sentían gritos amortiguados. Niall se estaba poniendo nervioso, pero podía notar que Harry lo estaba mucho más y tenía que ser fuerte por el.
-Ya salimos -dijo Niall, pero no lo veía claro. Entre prensa y fans y curiosos había una auténtica aglomeración de gente. El coche avanzó otro poco y se volvió a atascar.
-Niall, quiero salir de aquí -dijo Harry.
-Lo sé. No mires. Cierra los ojos y sigue apoyado contra mí.
Volvieron a golpear el coche y este se balanceó un poco. Niall gritó una palabra obscena y Harry sintió que el pánico le subía a la garganta. Era como una pesadilla y era peor, mil veces peor de lo que había pensado. Sollozó.
-No avanzamos, Niall.
-Lo sé. Estamos atascados.
-Estamos atrapados, Niall -gritó Harry.
-Sólo hay que esperar -dijo Niall, pero le temblaba la voz.
El coche dio otra sacudida y a Harry le estalló el pánico. Empezó a temblar y a sollozar.
-Quiero irme, quiero irme -repetía apretando sin parar los pantalones de Niall. -Niall, no. puedo respirar.
-Harry, por favor... -más flashes.
-Tengo mucho miedo, quiero que paren.
-Ya lo sé... Joder, puta mierda.
Harry sentía que el coche se hacía más pequeño y asfixiante y como si tuviera un ruido insoportable en los oídos.
Otra sacudida. Harry comenzó a respirar muy rápido y a temblar.
-Tengo que vomitar, Niall. Tengo que vomitar.
El conductor le pasó a Niall un bolso.
-Vacíalo, Niall, que vomite dentro.
Niall vació en el suelo el contenido y se lo dio a Harry. Intentó cubrirle la cabeza lo mejor que pudo pero estaba seguro de que le
fotografiaron mientras estaba vomitando, pese a que se agachó. Y no les ablandó ni un poco. Harry levantó la cabeza.
