Capítulo 19: Antojos

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Durante las siguientes semanas, Harry no cumplió compromisos excepto entrevistas o fotos, y un show en televisión de una sola canción. Aprovechó que la presión de la gente estaba de su lado.

Hubieran querido ir a casa esas semanas, a Los Ángeles, pero esos compromisos eran en Nueva York y tuvieron que instalarse en un hotel.

Harry iba comprobando que poco a poco las náuseas duraban menos y eran menos fuertes. A partir del mediodía hasta comenzaba a tener apetito.

Uos dias después, cuándo septiembre casi llegaba a su final, Niall despertó mientras Harry le movía el hombro.

Niall miró el reloj. Siete. Puntual como un reloj.

-Voy a por las toallas frías.

-No, no tengo náuseas.

Niall despertó del todo.

-¿No tienes náuseas?

-No. Tengo hambre.

Niall se incorporó y le besó.

-Por fin tienes hambre. Voy a llamar para que te traigan algo. -volvió a besarlo -hemos superado las náuseas.

Harry se rió. Niall fue a coger el teléfono.

-¿Qué quieres? ¿Bacon, huevos... o dulce?

-Quiero tacos.

-¿Tacos?

-Si, tacos .

-¿A las siete de la mañana?

-Sí.

-Pero Harry...

-Ya empezamos. -Harry cruzó los brazos-si yo lo pido, malo.

-No, no es eso, pero...¿De dónde saco tacos?

-Somos ricos y esto es Nueva York -dijo Harry encogiéndose de hombros.

-Está bien -Niall buscó los vaqueros.-Tacos.

-Y chocolate caliente.

-¿Con los tacos?

-Sí. Y una manzana roja.

-Vale. Tacos, chocolate caliente, una manzana roja. ¿Algo más?

-¿Es mucho pedir que antes me hagas una mamada? Estoy caliente.

-Como siempre últimamente. ¿No tenías hambre?

-Hazlo rápido. Por favor-Harry puso morritos.

-Vale. Una mamada, tacos, chocolate caliente, una manzana roja. ¿Así?

-Te quiero -dijo Harry quitándose la sábana. Puso las manos bajo la cabeza y suspiró. Niall puso los ojos en blanco y se rió. Tardó apenas tres minutos en lograr que Harry se corriera. Últimamente Harry estaba muy sensible en todos los sentidos.-Ay, Niall, gracias. Me siento mejor.

Niall se vistió y salió a la calle. Tacos. Tardó casi una hora en encontrar un restaurante 24 horas de comida mexicana pero que llevaban unos pakistaníes. Por fin tenía los condenados tacos. Entró a Starbucks a por chocolate. También cogió un muffin para él. Y en una tienda 24 horas cogió la manzana. Harry estaba viendo la televisión impaciente cuándo llegó.

-¡Por fin! Muero de hambre. -Harry se sentó y Niall se fijó en el pliegue que hacía su barriga. Era algo prácticamente imperceptible para los demás, pero no para él que conocía el cuerpo de Harry como el suyo propio. Estiró la mano y acarició despacio.

-Se empieza a notar.

-No sé cuándo ha pasado -dijo Harry encogiéndose de hombros. -Pero desaparece con la ropa. Bueno, se esconde. -Harry abrió la caja de cartón del restaurante -¡Tacos! -Harry comió mientras Niall abría su muffin. -¿De qué es?

Nuestro pequeño milagroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora