CAPÍTULO 7

6K 370 1
                                    

- Hola buenos días disculpen la demora. Dije apenada.

- No se preocupe. Dijo una de las promotoras.

- Recién estabamos comenzando la junta. Dijo el otro promotor.

- Antes que nada debemos arreglar el problema de la habitación. Dijo la promotora.

- Fue culpa de nosotros no nos dimos cuenta que los dos eran los ganadores y por eso dimos una sola habitación. Dijo el promotor.

- No hay problema pero como le vamos a hacer. Dijo Cristóbal.

- Ya arreglamos ese asunto cuando lleguen ahí le dan a usted Sr. De la Vega su llave para su nueva habitación. Dijo el promotor.

- No se preocupe no hay ningún problema. Dijo.

- Bueno entonces que es lo que debemos hacer. Dije.

- Primero deben organizar bien sus ideas y presentarnos ya cuando esten preparados todo lo que tienen. Dijo la promotora.

- Está bien eso lo tendrán más pronto de lo que quieren. Dijo Cristóbal.

Salimos los dos al mismo tiempo y él me gritaba cómo loco. Me giré.

- Qué deseas. Dije.

- Haber si tu y yo podemos cenar juntos. Dijo.

- Sabes que a mi me gusta cenar sola. Dije y me fui.

Yo ya no confiaba en nadie creía que todos los hombres eran iguales. Me daba más si me quedaba sola toda la vida.

Mientras estaba sentada comiendo sentí mi celular vibrar.

- Hola buenas noches señorita Montenegro. Me mando en un mensaje Cristóbal.

No lo tome en cuenta. Así que seguí comiendo. Cuando de pronto me llegó otro mensaje.

- Puedo saber que estas cenando. Escribió.

Otro vez no le presté atención. Cuando de pronto siento el celular vibrar otra vez.

- Como no me respondes. Escribió.

- Mejor me vengo a sentar junto a ti. Dijo detrás de mí.

- Qué haces aquí me asustaste. Dije.

- Perdón pero es que no me respondías los mensajes así que decidí venir hacía a ti. Dijo.

- Porque tanta molestadera. Dije.

- Porque me interesas y averigüe que ya no te vas a casar así que mi interés es más aún. Dijo.

- Si ya sabes esto entonces para que me buscas si sabes que acabó de salir de una decepción amorosa horrible. Le dije.

- Porque quiero sanar ese corazón roto. Dijo.

Me quedé anonadada con esas palabras pero a pesar de todo el me movía el piso de una manera única. Estaba sintiendo algo por él que nunca había sentido por nadie.

- Está bien cena conmigo pero sólo cenar y brindar que no me casé con ese desgraciado. Dije.

- Está bien. Dijo y chocamos nuestras copas.

A medida que pasaba el tiempo me iba emborrachando ya que no estaba acostumbrada a beber pero tanto era el desahogo que tenía que hacerlo.

- Yo creo que ya te debo de llevar a tu habitación. Dijo.

- No si estamos tan bien. Dije.

- No mejor ya vámonos. Dijo.

- Bueno. Dije.

- Señorita la cuenta Porfavor. Dijo y le dieron y el pagó todo.

Cuando ibamos directo al cuarto nos quedamos mirando fijamente antes de entrar a mi recámara. Y en ese instante me atreví a besarlo y fue el mejor beso que me pudieron haber dado.

SIMPLEMENTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora