SIMPLEMENTE TÚ

CAPÍTULO 4

Me quedé mirándolo fijamente estando junto a él sentía esa paz que necesitaba en ese instante. De pronto se comenzó a mover y despertó.

- Quién eres tú. Dijo.

- Chocaste en tu moto y te trajimos al hospital. Dije.

- Ya sé quien eres. Dijo.

- A sí y según tu quien soy yo. Dije.

- Eres la chica con la cual choque la cual tenía un vestido de novia. Dijo.

- En serio todavía te acuerdas de eso. Dije.

- Claro como olvidar esa caída y esa carita triste que llevabas y que ahora también tienes, que te pasa. Dijo.

- Vi lo peor que nunca me imaginé obsevar. Dije.

- Disculpa que te pregunte pero que fue si se puede saber. Dijo.

- Acabo de ver a mi novio besándose con mi hermana. Dije.

- En serio lo siento mucho. Dijo.

- Por que lo sientes. Pregunté.

- Por él porque acaba de perder a una mujer maravillosa. Dijo.

- Como sabes que soy una mujer maravillosa. Dije.

- Porque se te nota. Dijo.

En ese instante sentí que todo se estaba acomodando a mi favor. Cuando de pronto tocaron la puerta era su mamá.

- Buenas tardes Señora. Dije.

- Buenas y como estás Cristóbal. Dijo.

- Bien mamá. Dijo.

- Bueno yo me voy los dejo sólos. Dije y salí.

Mientras iba caminando por el pasillo me encontré a mi papá.

- Por qué estas llorando mi vida. Dijo.

- Decidí que ya no me voy a casar con René. Dije.

- Pero por qué. Preguntó.

- Porque me di cuenta de que no era la persona que creía. Dije llorando.

Cuando de pronto llegó René.

- Que haces aquí le pregunté pensé que ya te habías ido. Dije.

- Ni estoy aquí para explicarte todo lo que pasó. Dijo.

- No te quiero escuchar lárgate. Dije.

- Pero chiquita escuchame. Dijo.

- Ya escuchaste mi hija no quiere hablar contigo. Dijo mi papá.

- Está bien me voy pero no me voy a dar por vencido algún día me vas a escuchar quieras o no. Dijo.

- A mi hija tu no la vas a amenazar. Dijo mi papá enojado.

- Ya papá deja que se vaya. Dije.

Así que René decidió irse.

- No me vas a decir que pasó. Dijo.

En ese instante vi a lo lejos y me di cuenta que venía Natalia.

- Mejor te explique Natalia que pasó. Dije y me retiré.

Mientras iba rumbo a mi casa me puse a pensar en todo lo que había sucedido. Que había sido el peor día de mi vida.

Llegue a mi casa y me encerre en mi cuarto. Cuando de pronto escuché que estaban tocando la puerta. Era mi hermano José y Claudia. Me preguntaron que me pasaba y les conté todo lo que había sucedido.

- No te sientas así eso ya se veía venir pero nunca pensé que sería Natalia. Dijo José.

- Ya vas a ver que va a llegar un gran hombre que si te valore. Dijo Claudia.

- Gracias a los dos por estar en estos momentos conmigo pero quiero descansar un ratito. Dije.

- Esta bien ya nos vamos. Dijo José.

Cuando ellos salieron tocaron otra vez la puerta.

- Que se les olvidó. Pregunté.

Cuando abrí la puerta era nada más y nada menos que Natalia.