Ginna se pregunta por qué debe crecer.
En la escuela, Ginna no es buena en matemáticas, y la maestra aprovecha cada oportunidad para repite tantas veces como puede lo mucho que va a necesitar de ellas cuando sea mayor.
Pero a Ginna ni siquiera le gustan las matemáticas.
Si tan solo pudiera detener el tiempo lo haría y así no tendría que necesitar de esas aburridas matemáticas y sus infinitos números.