CAPITULO 14: EL ÁRBOL DE LAS MEMORIAS 3/3

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Aven poso sus labios fríos sobre la boca tibia de Lucy y la lleno con un beso inocente en el que imprimió a la vez toda la pasión y todo lo que sentía por Lucy, las letras seguían brillando de aquella forma, como si una luz plateada dentro de la misma placa pasara de adelante hacia atrás, las ramas se continuaron elevando, hasta que ningún rastro de blanco fue visible. Una música sobrenatural comenzó a sonar, para los oídos de los tres, que pensaban solo en las personas amadas, un viento igual de tibio agito los cabellos de las damas y la melena de Aslan y Geneb.

La música continuaba sonando y era un sonido terriblemente fascinador, entraba por tus sentidos y te hacía sentir que nada era imposible y que el amor era la única razón importante para vivir sobreponiéndose a las otras razones...

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Cuando la puerta del mausoleo estaba a punto de cerrarse, Peter, Caspian, Edmund y Miranda escucharon en sus cabezas un sonido sobrenatural, una música... era preciosa, era como estar en el cielo sin estar realmente allí, era asombrosamente placentero, algo le dijo a Peter que todavía no era el momento, así que le pidió a quien la sostenía que la mantuviera abierta. Con curiosidad manifiesta los cuatro personajes entraron al mausoleo completamente extrañados, ahí los respectivos ataúdes de cristal se hallaban dispuestos en línea cada uno con un ramo encima, Peter miro con dolor a Regina y a Susan.

Repentinamente, en cada uno de los ataúdes ocurrió algo parecido a una explosión y cada cristal del que estaban hechos estallo en pedazos con un sonido fuerte, uno tras de otro, ninguno se protegió por que los cristales estallaron en sus sitios, y mágicamente ningún fragmento corto la muerta piel, solo quedaron los dos cuerpos y los ramos encima de las piedras mientras los cristales ya rotos se evaporaban como arena llevada por el viento

Caspian lo supo, lo intuyo, y por encima de todo lo deseo con locura, y fue tal la alegría que lo embargo que se acerco al cuerpo de Susan y la llamo al oído, absoluta y rotundamente seguro de que ella podía oírlo

- Te estoy esperando... - luego le dio un beso en la mejilla y con gran alegría noto que tenía una temperatura tibia.

- por dios... ¿Que es lo que está pasando? - dijo Peter dando dos pasos, alejándose de la puerta y acercándose al féretro de Regina

La música se hizo incesante y a la vez más poderosa, un extraño viento salido de no sabían dónde, comenzó a agitar dentro del mausoleo donde no se podía ver nada más que las seis personas, los dos cadáveres, Peter Edmund, Miranda, Caspian y los dos ramos.

En ese momento y a pesar de ser tarde todos entendieron que no habia terminado, no aun...

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Aven dejo de besar a Lucy y unas lagrimas cayeron sobre el rostro de ella, en ese momento ella abrió los ojos, el viento aun no habia dejado de soplar hasta que ella los abrió, en el momento en el que esto ocurrió, Aslan se desvaneció y el viento ceso...

- Aven - fue la primera palabra que pronuncio Lucy, en seguida el la levanto y la enterró en sus brazos con fuerza.

Susan sollozo y cuando Lucy dejo de abrazar a Aven esta se acerco y abrazo a Lucy consternada.

- Lo siento mucho Lucy... nunca supe... - pero Lucy no la dejo continuar solo le dijo - ahora estamos juntas -

Regina se acero y extendió su mano tímidamente por el hombro de Lucy, cuando esta se dio la vuelta y la abrazo Regina se sintió confundida y le devolvió el abrazo Lucy le dijo

-Ahora sí que Peter se pondrá feliz, las tres mujeres mas ama estarán de vuelta a su lado -

Regina se sonrojo un poco y los cuatro se volvieron a Geneb, sintiéndose diferentes, tenían un peso en la región del corazón

- Ahora laten de nuevo - dijo Geneb, quien no habia desaparecido contemplándolos

Lucy se separo de Aven y le dijo

- ¿Donde está Aslan? - Regina y Susan también lo buscaron con la mirada

- Ya cumplió, hizo lo que debía hacer, era eso lo que necesitaba para estar definitivamente en las puertas de El Final -

- ¿Que quieres decir con eso? - Lucy necesitaba una explicación.

- Te devolvió la vida, a todos ustedes, y esto representa un valor moral muy grande... tanto así que se le permitirá la entrada halla, la que debió tener hace mucho, la que nunca pudo tener a menos que realizara un segundo sacrificio, primero con su hermano en la Primera Mesa de Piedra, ahora con ustedes, en la segunda, ahora... -

Dio un profundo silbido que más bien fue un soplido y fue cuando todos ellos se dieron cuenta de que el escenario lucia real y ante ellos se extendía un cielo interminable, del cual descendieron volando, cuatro poderosas águilas blancas como la nieve.

- Es hora de regresar al mundo - dijo Geneb

Aven ayudo a Lucy a bajar de la piedra, Susan miro a Geneb y le dijo

- Gracias por todo - no podía controlar la voz de la felicidad, por fin iba a estar a su lado, se inclino y abrazo a Geneb aferrándolo de las crines, un par de lagrimas cayeron sobre la melena del león que se agito un poco, Susan se alejo y limpio las que ahora rodaban por su mejilla diciendo

- Lo siento... - Regina hizo lo mismo que ella y le dijo

- Gracias nuevamente, les estoy eternamente agradecida a ti a Aslan por esta nueva oportunidad que nos han dado -

Lucy se demoro más tiempo, le susurro unas cosas al oído de Geneb que solo el escucho, luego lo abrazo también pero ni una sola lagrima se escapo de sus ojos, Aven le dio un abrazo también agradeciendo. Y luego cada uno monto sobre las gigantescas águilas blancas.

- ¿Que pasara contigo? - pregunto Regina, era injusto que él se quedara en el Pasillo Interminable, para siempre.

- Seguiré a Aslan en cuanto ustedes se vayan, su sacrificio alcanzo para mi, ahora si voy a encontrar la paz que tanto anhelaba -

Los cuatro le agradecieron nuevamente y empezaron a prepararse para el vuelo

- Agárrenlas bien a estas horas los cristales ya se habrán roto -

- Dale las gracias a Aslan de nuestra parte - dijo Lucy con la voz rota.

Las cuatro águilas despegaron y comenzaron a volar hacia el cielo a una velocidad de rayo.

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Los minutos pasaban y todos estaban impacientes, la música no cesaba pero no era aburridora, nunca podría serlo... Peter y Caspian miraban a esos cadáveres como si quisieran devorarlos por todas la emociones, Caspian se preguntaba si estaba suponiendo correctamente pero a ninguno le importo, esos minutos eran preciosos, tanto si volvían a la vida como si no.

El poderoso chillido de un águila dejo oír su eco por encima de todo lo demás Miranda salió y el sol le dio de lleno en la cara, cuando lo hizo tuvo que apartarse por que repentinamente una ráfaga de luz blanca paso por su lado a una velocidad increíble y entro al mausoleo, con la misma velocidad exploto en un millar de pequeñas luces por encima de los cuatro espacios.

Por la fuerza con que lo hizo y por la luminosidad, Caspian, Peter y Edmund, se lanzaron al suelo y se cubrieron la cabeza, se escucho una fuerte explosión y los súbditos quisieron entrar para mirar que habia pasado pero una fuerza sobrenatural empujo a Miranda dentro y después de que esto se hizo las puertas se cerraron fuertemente.

Pasaron más largos minutos... hasta que Caspian solo fue consciente de escuchar una voz que jamás creyó volvería a oír

- Llegamos... -

Narnia: El retorno de los reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora