¿Una noche será suficiente?

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Me miraba fijamente a los ojos.

-Imposible..- me levanté. - Debemos irnos, es tarde.

-Si, vamos.- subí a su auto y nos marchamos, indiqué el camino a mi casa y bajé. - No tengas miedo, Elena, enamorarse no es malo.

-Que te hagan daño, sí lo es. Puedes hacerme mucho daño.- cerré la puerta y entré a mi casa, me di una ducha e inicie una videollamada con mis amigas y les conté lo que llevaba conseguido hasta ahora, ellas dijeron que era mucho para tan poco tiempo.

Una duda inundaba mi cabeza, no sabia si debía hacerle daño, o y si tal vez me enamoro, no se como saldría de esta. Es difícil enamorarme, pero no es imposible. Espero que mi amor por Jay sea mas fuerte.

*Rober.

Elena.

Elena.

Elena.

No podía sacarla de mi cabeza, ¿por qué se parecían tanto? O tal vez no. Eran tan parecidas pero tan diferentes a la vez...

Por una parte está Elena, ella es segura de sí misma, sabe lo que quiere y cuando lo quiere, sólo hay que verla. Pero hay algo que le falta, o tal vez aun no la conozco bien.

Después está Verónica, tan tímida, con tantos miedos.. Y cada vez era peor, cada vez mas desconfiada, pero le extraño tanto..

Me agrada Elena, me da confianza, pero creo que podría ser como todas las demás, tal vez no sea tan difícil romperle el corazón, de todas las maneras, es una zorra. Tiene novio en la distancia y queda con otros chicos, y encima me incita a que la enamore, no sé, no me causa buena sensación, pero no estaría mal pasar una noche con ella. Sí, ese es mi propósito, conseguir una noche con ella, simplemente eso. No seria difícil, creo que ya la tengo cerca.

-Oye primo, ¿conoces a la chica nueva? Se llama Elena, dicen que está buenisima. Me la pido.

-Tarde, la conozco desde antes de empezar las clases y ya la tengo casi cogida, lo siento.

-Bueno, pues entonces me cogeré a su prima. ¿Sabes quien es?

-Si, perfectamente, les destroce su amistad, como para no conocerla.

-Cierto. Vas a causar traumas en esa familia.

-Que no me busquen, veras como no me encuentran.- dije con cara de interesante.

-En parte, también las buscas tú.- asentí.

-La diferencia es que yo rompo corazones, ellas no.- le guiñe un ojo y decidí marcharme a dar una vuelta.

Era de noche y había poca gente, decidí ir cerca de donde vive Elena, tenia ganas de verla, con suerte estaría en la calle y me quedaría un rato con ella.

No la encontré, entonces supuse que estaba en su casa, decidí ir a verla allí, mejor, más intimidad.. Llamé a su puerta y escuché como alguien se acercaba a abrir la puerta..

-¿Qué haces aquí?- su cara de asombro me hizo reír.

-¿Así es como estas por casa? Mejor que tu amorcin no te vea así..- dije soltando una carcajada. La verdad es que estaba guapísima, con su cabello recogido en una cola alta, una camisa que le estaba unas tallas mas grandes y su rostro natural, sin ningún tipo de producto de belleza.

-¿Tan mal me veo? - se sonrojó y se mordió el dedo índice, me pareció tan... Apetecible. Sí, se que no debo de hablar de las chicas como si fueran comida, pero tenia ganas de comermela entera, una y otra vez.

-No, era una broma, cualquiera que te vea así, se enamorara.- dije, sinceramente.

-Entonces- dijo, y repitió la acción de llevarse el dedo a la boca, pero esta vez le siguió el movimiento de su lengua sobre sus labios, me tenia hipnotizado.- ¿Te acabas de enamorar de mi?- decidí cambiar de tema, no contestaría a esa pregunta.

Y si... ¿Te enamoras?Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu