La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Somos una casualidad llena de intención." —Acción Poética.
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Capítulo 36: Careless Whisper
Christina
Miraba el mar azul, era lo único que se podía ver desde la pequeña ventana, sería relajante de no ser porque estaba en un avión y simplemente no podía quitarme la tensión de los hombros.
Escuche la voz de Angie a mi lado. Me giré distraída. —¿Huh?
—¿Qué vas a hacer con Axl?
Me encogí de hombros confundida.
—¿Podré lograr que te lo saques de la cabeza al menos por la semana que pasaremos aquí?
Una sonrisa se formó en la esquina de mi boca. —No lo sé, inténtalo.
—Lo haré, estoy haciendo planes, creo que lo primero que haré será conseguirte un español que este que se parta de lo bueno...
—No, pasó —negué risueña.
—Deja de sufrir por él, nunca va a cambiar, más bien diviértete y empieza a vivir tu vida, no seas más la sombra de él, no tienes porque andar rota, hecha pedazos solo por mantenerlo a él completo...
Asentí, ojalá pudiese meterme sus palabras en la cabeza por más que intentaba no podía alejarme de él, nunca lo conseguía, por más que me hiriera, no sabía si seguir intentándolo o dejarlo, rindiéndome, es estúpido luchar y esperar por algo que sólo duele, pero también es absurdo dejar ir todo lo que quieres.
¿Que hacer cuando lo que se quiere y lo que debes hacer no es lo mismo?
Aterrizamos, el calor era reconfortante, por suerte me había venido con ropa de playa o de lo contrario me estaría asfixiando. Un auto del hotel nos estaba esperando, me encantaba el paisaje, era casi perfecto y lo sería complemente si él estuviera aquí. Llegamos y nos acomodamos en nuestras habitaciones, desempaque mi ropa mientras Mariah me contaba sobre lo extraño que estaba Izzy.
Era gracioso ver cómo todo el mundo me buscaba para que los aconsejara y los ayudará a resolver sus problemas, lo cual hacia muy bien, me gustaba, lo disfrutaba, aunque contradictoriamente nunca supiera que hacer con mi vida.
—¿Has intentado hablar con él sobre eso?
—No —negó. —Tampoco es que hayamos tenido la oportunidad, solo me llama para saber cómo estoy pero jamás hablamos profundamente, él está muy raro, yo sé que algo de eso tiene que ver con su adicción pero en parte siento que hay algo más...
Suspiré sentándome a su lado. —Pues ahora que va a estar en casa en este tiempo de descanso, aprovecha para hablar y expresarle todo lo que sientes... siempre somos culpables de lo que hacemos y eso lo sabemos, pero no nos damos cuenta que también somos responsables de lo que no hacemos, de lo que no defendemos, de lo que callamos.
