Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

37. "Te darás cuenta sola"

Se la arrebato con toda la agilidad que creo posible en mí.

—¿Eras tú? —pregunta aguantando las carcajadas.

—¡En ese tiempo todos se sacaban fotos así! —respondo con vergüenza.

—Pero ¿Viste tu pelo?

En la foto aparezco yo de unos trece años, antes de conocer a ______ (Tn), con unas chasquillas y unas poses algo... ¿Flaites? Según ______ (Tn) e Ian yo era flaite, pero yo me niego a aceptarlo, quizás la foto parezca así, yo no lo era.

—No puedo creer que seas tú. —vuelve a hablar Luke, pero esta vez no contiene sus carcajadas. ¡Explotan!

No sé cómo vuelve a obtener la fotografía y no para de reír.

—¡Deja de reírte! —le grito tratando de no contagiarme con sus carcajadas.

—¡Mike tiene que ver esto! —dice sacando su celular para tomar evidencia.

Mis ojos se abren como plato al mismo tiempo en el que me abalanzo contra él para tomar mi fotografía de vuelta. Que la vea Luke, el chico de mis sueños... él que fue mi novio y él que hacía que sintiera eso de novela, es vergonzoso, pero que la vea Mike... eso es la muerta.

—¡Luke, devuélveme eso!

Él se recuesta en el suelo pasando la foto por arriba de su cabeza para que yo no puedo alcanzarla, pero si piensa que me voy a acobardar por vergüenza de tocarlo... Pff está muy equivocado.

Me abalanzo sobre él intentando llegar a la foto, pero Dios, que brazos más largos... ¿O será su altura?

—¡Luke!

Sigo insistiendo cuando caigo en cuenta de lo cerca que estamos y lo acelerada que esta la respiración de ambos. Él ha dejado de forcejear con la fotografía, pero estoy tan inmersa en sus ojos que ni cuenta me doy.

Estoy tensa, porque el momento es tenso y porque no sé qué decir, tampoco me muevo y no entiendo por qué.

Una sonrisa asoma en su rostro, pero es una de las tiernas, una de las que me regalaba cuando lo conocí.

—No sé si te lo había dicho, pero ese corte te queda muy lindo.

Sus palabras hacen que me sonroje mucho. No estoy acostumbrada a las adulaciones y que lo haga Luke Hemmings, el famoso que me arrancaba suspiros y posterior ex novio, es mucho más vergonzoso.

Un golpe en la puerta hace que me pare como resorte y mire a Luke un poco aturdida, pero me tranquiliza saber que él igual lo está.

—Será mejor que vayas a abrir la puerta. —dice el soltando una risita y haciendo que salga de mi trance.

Le sonrío y me acerco a la puerta arreglándome un poco el cabello. No sé por qué lo hago, pero en las películas siempre lo hacen, así que no importa.

Abro la puerta esperando encontrarme con mi amiga, pero lo que veo hace que mi boca se abra exageradamente.

—Hey.

—Adrián...

—Yo venía a ver si... —comienza a decir, pero para a mirarme raro—. Ariana, ¿Estas bien?

Sacudo mi cabeza con violencia. No puedo permitirme ponerme en vergüenza con Adrián también.

—Sí, sí, bien. —le respondo arreglándome un mechón de cabello.

—No parece demasiado. —dice él con una sonrisa muy sexy.

—Sí, lo estoy... este, ¿Quieres pasar?