Porta y tú [Dulce y Ardiente Venganza] Parte I y II

Capítulo 30

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Sentía los mimos de Christian mientras estábamos acostados en el sofá viendo una película de acción.

-Hiciste muy bien -susurra tras contarle mi episodio con el director de la editorial.

-Soy la puta ama -respondí -aunque haya tardado mucho en escribir todo lo que tenía hasta ahora.

-Ya tendrás ideas propias y eh, podremos tener hasta nuestra propia historia. -voltee a verlo.

-¿Nuestra propia historia? Meh, sería una novela porno -él comenzó a reír y como de costumbre, su risa me contagió.

Él chasquea los labios y vuelve a hablar -hablo de nuestra historia, fuera de todo lo porno. Tienes que admitir que aunque nos conocimos cuando me atropellaste y casi me matas... luego estuvimos juntos.

-Voy a pensar eso para mi próxima novela.

-Aunque nuestra historia no tiene un final, amor -sonrió, y no pude evitar besarlo y morder su labio inferior.

-Cursi, pero por alguna razón amo que seamos dulcemente cursis.

-Yo también -reimos. -Oye ____.

-¿Qué?

-Estas más panzona -abrí mis ojos casi como platos y le dí un puñetazo en el estómago, que bofetadas ni bofetadas de niñas. -¡¿Qué te pasa loca?!

-¡No me digas panzona! -grité.

-Mierda -comenzó a acariciarse el estómago -hablo de que me gusta esa pancita que se te ha formado -murmuró aún adolorido.

-¿Qué? -dije casi con un hilo de voz.

-Nada, no dije nada -besó mi sien y volvió a acurrucarse conmigo.

No lo había pensado... primero porque supuse que por tener ultimamente mucho apetito haya engordado más de lo que debería o me tenía autorizado.

Pero todo ahora me viene en una sola respuesta.

-Las náuseas

-El cambio de humor.

-El apetito.

-La hinchazón.

Estoy por entrar en mis días...

Si, me ha pasado muchas veces y definitamente muy pronto estaré en mis fatidicos días.

Miré el reloj y definitivamente era muy tarde. Había quedado de ir a ver a Maia hace ya una hora.

-Christian tengo que irme -dije mientras me separaba de su lado.

-¿Ya? -dijo con una expresión triste. Volví a su lado y besé sus labios.

-Tengo que ver a Maia, hace mucho no nos vemos desde... ya sabes. Quiere hablar conmigo.

-Está bien -dijo mientras nuevamente me apegaba para volver a besarme, esta vez con más pasión y por un buen rato. -Nos vemos mañana.

-Adiós -susurré en sus labios y me fui hasta la puerta principal.

-Eh -dijo, y voltee a verlo -Te amo ___.

Sonreí y una emoción inmensa crece en mi cuerpo -Yo también te amo.

***

-Entonces le dije... "No uses mi vibrador", no entiendo porque la gente cree que cuando digo vibrador me refiero a un dildo y no a mi cepillo de dientes -Maia me inspecciona y me mira con el ceño fruncido. -¿_______?

-¿Ah? -dije totalmente confundida.

-¿Me estas escuchando? -dijo un tanto enfadada.

-No -le soy sincera -Lo siento. -dije mientras sigo comiendo mi ensalada.

-¿Desde cuando comes ensalada? -me pregunta confundida.

-No lo sé, se me antojó comer ensalada, ¿Hay algo malo en eso? -los ojos de Maia se abrieron y un grito hizo que todos la miren extrañados. ¿Que te pasa? -dije mientras me tapaba los oídos.

-¡Estas embarazada!

Enarqué una ceja y negué repetidas veces con la cabeza -no estoy embarazada -pinché trozos de tomates y los metí en mi boca.

-¿Que no es obvio ____? Los cambios de humor, tu apetito, tu aumento de peso... -interrumpí

-¿Aumento de peso? -gruñi.

-No importa -rió -en fin, tus antojos, tus náuseas mañaneras ¡joder ____ estas embarazada! -parece explotar de emoción -Un momento... ¡Christian es el padre!

-¡Callate! -la callé como pude -deja de gritar cosas que no son verdad, no estoy embarazada, use protección siempre.

-¿Siempre? -me desafió.

-Bueno, no siempre -empezé a dudar de mi embarazo, ¿Y si en realidad lo estaba?

-¿Te haz echo una prueba de embarazo?

-Sí, hace un mes en Londres, y dió resultado negativo.

-Esas mierdas ya no sirven ____, ¿Qué tal si te acompaño hoy mismo a tu ginecóloga?

-No lo sé Maia, estoy preocupada -admití.

-¿De qué ?

-Si estoy embarazada, ¿Qué dirá Christian? O... ¿Que dirá Jack? -ella suspiró.

-Es algo que tendremos que averiguar. -Nos levantamos de la mesa y nos dirigimos hasta la ginecóloga que quedaba a unas calles.

Una anciana de probablemente mil años que me atiende desde los doce años, y pensar que ya era vieja cuando yo tenía esa edad.

Me preocupa saber si realmente estoy embarazada, si es así, ¿Qué le diré a Christian? Aunque él se veía entusiasmado al tener una familia conmigo pero... ¿Que dirá Jack? Eso es lo que más me aterra.

-Hola ____ -dijo la anciana -recuestate en la camilla y levanta tu camiseta -puso un líquido viscoso y con un olor extraño en mi vientre -Y dime niña... ¿Has sentido síntomas fuera de tu vida cotidiana?

-He tenido náuseas, apetito, me repugna comidas que antes me encantaban...

-Has subido de peso -me anuncia la anciana.

-No subí de peso -gruñí.

-De acuerdo entonces... empezamos -pasó por mi vientre un aparato alargado mientras veía atenta una pantalla.

-Esto me está molestando -dije mientras tocaba el líquido asqueada.

-Oh, ¡pero mirad esto! -levanto mi cabeza y Maia y yo miramos atenta la pantalla.

-¿Qué? -dije confundida.

-¡Es un feto! Mirad que lindo... ¡Estas embarazada! ... ¡De un mes!

Recuesto mi cabeza nuevamente en la camilla y siento mil cosas en mi estómago.

Estoy embarazada...

Y obviamente... es un bebé de Christian.

***

OMG OMG OMG

HE VUELTO NIÑAS

CON MARATONES QUE ESTOY PREPARANDO.

Habrá capítulos más tarde..

Se los juro :3