Porta y tú [Dulce y Ardiente Venganza] Parte I y II

Capitulo 13

Capitulo 13 - Tómame si puedes [Disquera] y su nuevo significado. Maratón (3/4)

Terminé los veinte capitulos que me habia pedido el jodido jefe de la editorial y agarré mi cabeza cansada.

–¿Quieres un café ___(tn)?–Robert tan considerado

–No gracias Rob, estoy bien.–dije casi en un susurro que sólo él pudo escuchar.

Tomé mi bolso, me despedí de Robert y salí del edificio.

Ví el local de discos frente a mi y un cosquilleo recorrió mi cuerpo.

¿Entrar o no entrar? Esa es la cuestión... coño seré estúpida.

No nos vemos hace casi dos días, darle una visita no estaría nada mal.

Pero luego me venia a la mente que somos sólo amantes, nada más que eso, me entristecí, quise dar la vuelta pero cuando menos me di cuenta ya estaba dentro. ¿Cómo diantres pasó?

De lejos vi a Christian arreglando unos cds. Dió la vuelta y siguió arreglandolos, pero al percatarse de que no era cualquier cliente dió la vuelta brusco.

– ___(tn) –dijo entrecortado mientras me miraba.

–H..hola Christian. –susurré.

–¿Cómo estas? –se acercó para saludarme con un beso en la mejilla.

–Bien... bueno, ¿cómo estas tú?

–Bien. –suspiró cansado –estoy trabajando desde las 7:30 am. –reímos mientras no dejabamos de vernos a los ojos–Te he echado de menos ____(tn). No lo entiendo, han pasado sólo dos días.

–Tambien te he echado de menos Christian. –no habia nadie en la disquera más que uno de los empleados que apenas podia escucharnos.

–¿Necesitas algo? Cualquier cosa puedes pedirme.

–¿Cualquiera?

–Cualq... –sonrió juguetón. –¿Qué quieres pedirme? –su mirada cambió.

–No lo sé. –seguí su juego. –él sonrió.–Jake quedas a cargo. –Christian se dirigió a uno de los empleados.

–¡Christian eso quedó mal! –golpeé levemente su hombro mientras nos encerrabamos en el cuarto de limpieza.

–Ambos nos necesitamos ___(tn), ¿qué hay de malo con eso? –besó con ternura mi nariz.

Comenzó a acariciar mi cuerpo, con lentitud mientras unia sus labios a los mios.

–Hueles de maravilla. –dijo mientras lamía mi cuello con sensualidad.

Comenzé a desabrochar su camisa, botón por botón, dejando al descubierto su hermoso torzo.

Christian hizo lo mismo conmigo, desabrochó mi camisa y bajó el cierre de la falda que estaba en la parte trasera dejandola caer a mis pies, estaba en ropa interior ante él.

Nos besabamos mientras tomaba mi cadera, sus manos viajaron hacia mis pechos, que los dejó al descubierto corriendo andas copas.

Bajó hasta ellos y rozó sus labios en mi pezón derecho. Una correntada inhundó mi cuerpo, pasó su lengua y comenzó a succionarlos... su lengua giraba alrededor de la aureola, yo no podía reprimir mis gemidos pero tenia que hacerlo, si alguien afuera nos escuchaban peligraba el trabajo de Christian.

Lamía mis pezones por turnos, yo acariciaba su cabeza y gemia en silencio.

Tomó mis caderas y me sostuvo en el aire, abrazé con fuerzas su cuello para no caerme.

Christian buscó mi entrada con su pene y me penetró con suavidad... movía sus caderas arriba y abajo... mordí su cuello para no gemir.

–Vamos... gime en mi oido–decia entrecortado, dejé de morder su cuello para pegar mis labios a su oido y gemir con sensualidad.

Christian me apegó más hacia la pared y comenzó a darme bruscamente, mis senos rebotaban al compáz de las embestidas.

Busqué su labio superior y lo mordí con fuerza. Su espalda era lastimada por mis uñas.

–Chr..Christian... –dije entre gemidos. –Tomé fuertemente su espalda y me corrí. Él siguió sus embestidas, hasta que pude notar como temblaba, y un líquiso espeso brotó de mi centro. Ambos temblabamos, Christian mantenía su agarre en mis nalgas para que no cayera.

–Joder ____(tn), cuanto te necesitaba... –dijo mientras enterraba su nariz en mi cuello.

Lo miré, Christian tenia el labio más que hinchado, lo habia mordido muy fuerte. Me sentí culpable.

–L..lo siento Christian, no pude contenerme.

–Shh. –siseó –no te preocupes.

Nos vestimos y salimos como si nada hubiera pasado, para que nadie sospechara de lo que habia pasado.

Christian sabia como hacerlo, y nadie... nadie podia igualarlo.

***