VI

75 2 0
                                    

Ahí te encontrabas sentada en ese viejo columpio, como la primera vez que te vi, pero esta vez por tu rostro surcaban las lágrimas que salían de tus ojos marrones. Me acerque por detrás sin que te dieras cuenta, una vez que estaba detrás te abrace fuerte, al principio te sorprendiste, pero después rompiste en llanto; así fue como pasamos esa noche, tu llorando y yo consolándote.

Punto y comaWhere stories live. Discover now