Sin Salida.

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Sin salida.
Domingo 24 de enero del 2016. 1:02 a.m.

¿Recuerdas cuando dije que no te extrañaba? ¿Cuándo prometí que no te necesitaba conmigo? ¿Recuerdas todo lo que sufrí para finalmente poder decir que no eras nada? Bueno, pues a veces la gente no tiene idea de lo que dice, o quizá lo dice honestamente, hasta que se da cuenta de que no es así. Así me sucedió contigo, pensé que eras tiempo pasado pero hoy, al verte, volviste a ser tiempo presente. Tuve la esperanza, de que si tú me ignorabas yo te ignoraría. Creía que si tú no pensabas en mí, yo no tenía razón para hacerlo. ¿Es irónico, no? Como estoy aquí, en el baño de una fiesta escuchando "no rompas más mi pobre corazón", mientras tú estás allí, en la misma fiesta, rompiendo mi pobre corazón mientras bailas con otras niñas. Lo que más duele es que te ves tan feliz, con esa actitud indiferente y ese humor tan tuyo, esa habilidad que tienes para herir mi corazón y esa facilidad tan tuya para no darte cuenta. Duele. Duele verte. Duele pensar que tu felicidad no la causo yo y duele que ni siquiera te molestes en notarme. Duele que tuve que ser yo quien te saludara y duele que yo tuve más iniciativa que tú.  Y duele más y seguirá doliendo; porque sé que en uno o dos días vas a volver a buscarme, me hablaras, me dedicaras canciones y volverás a insinuarte. Y yo, ilusa, volveré a caer. Porque de una forma u otra sabes atraparme, sabes que cuando se trata de ti soy débil. Te aprovechas de que tú eres mi única debilidad y sabes que te amo con locura. Y yo sufro. Sufro una y otra vez porque eres tú y nadie más, lo que me detiene de relacionarme con otras personas. Y te odio porque no me amas. Porque tú decidiste no quererme y yo decidí lo mismo....

Pero te quiero.

Hasta que lo sepa. (生涯 #4)Where stories live. Discover now