El diario de un esquizofrénico

Día 33.

30 de junio de 1972

"Después de la paliza que me metió Kevin mi madre tuvo que ir a su casa para hablar con sus padres. Mi papá, que por cierto no fue a trabajar ese día, hablo conmigo de una forma extraña

- Michael, ¿porqué tienes estos problemas?

- No lo se, simplemente no molesto a nadie, estoy con Amelía y Josh la mayor parte del tiempo.

- ¿Y donde están ahora tus amigos? ¿No se supone que los amigos siempre te ayuda y que están en las buenas y en las malas?

- Es algo complicado, Amelía es un tanto rara, es algo apática y a veces social, el problema que ella tiene es que suele odiarme y Josh es un chico tierno, quiero decir, es bueno conmigo y su error es que Amelía lo manipula para dejarme solo.

- ¿Crees que ellos realmente son tus amigos? O ... ¿Al menos piensas que son reales? ...

- ¿Qué insinuas padre? ¿tú también crees las estupideces del colegio? ¿piensas que estoy loco?

- No hijo, sólo creo que deberías abrir tu mente, más allá de la imaginación.

- ¿Imaginación?

- Si, las cosas que ellos a veces suelen decirte están dentro de tu cabeza, quizás eres diferente. Iré a preparar la comida. Te la traeré a tu cama. - Me sonrió y me arropo.

Que extraño es a veces mi padre, pienso que el único loco en esta casa es él".