15: "Al menos la mayoría."

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-Adoro las fiestas que tu padre organiza, le levantan el animo a cualquiera- sonreí mientras seguía los pasos de Jared hacia la pista de baile, mientras agradecía a cada invitado que nos saludaba o felicitaba.

Jared tenia razón, el ambiente festivo y alegre que se respiraba en la residencia era contagioso, te daban ganas de bailar al son de la música clásica que la pequeña orquesta tocaba y probar cada uno de los bocadillos que decoraban la mesa del banquete. La mitad del pueblo había sido invitado, incluyendo al conde de Mannsington, un hombre poderoso y amigo de la familia.

Cuando tocaron nuestra melodía, Jared jalo de mi y sujetando mis manos con infinita ternura esbozo una bella sonrisa.

-¿Te acuerdas cuando nos conocimos?- pregunto el acercando su rostro. Remede su gesto y asentí levemente, claramente nerviosa ante la pequeña distancia que separaba nuestros labios- Esta noche me acuerda a aquella vez, las mismas melodías, los mismos amigos presentes, los deliciosos manjares, tu...- baje la mirada, escondiendo una pequeña sonrisa-. Quiero que esta noche sea especial para ti, para los dos- continuo el, soltando una mano y dirigiéndome al frente de la sala. Cuando llegamos, se aseguro de dejarme en un lugar con vista a los instrumentos y al ventanal que había detrás. Entonces sujeto una copa y con una cucharita golpeo suavemente el borde de esta.

La gente no tardo en formar una media luna alrededor nuestro.

-¿Y ahora que locura de amor tiene planeada?- pregunto Isaac mientras se paraba cerca mío.

-Queridos invitados, querido conde- hizo una pequeña reverencia al hombre gordito y pequeño, quien también sostenía una copa medio llena y saludaba a su vez a todo aquel que lo mirara y le hiciera una reverencia-, queridos amigos, querida familia... Querida Katherine. Quiero agradecerles a todos por haber asistido a un evento tan especial como lo es esta ocasión, al menos para Katherine y para mi. Es un verdadero honor y una alegría saber que tienes amigos incondicionales que están ahí para apoyarte en todo lo que necesitas y una familia que te ama y jamás te abandonaría. Porque eso es lo que Katherine es, es mi amiga, mi familia, mi vida. Estoy orgulloso de poder decir que tengo la inmensa suerte de haberte encontrado, cielo, porque ya ni me imagino un mundo sin ti. Eres mi luna, mis estrellas- para ese momento, mi madre ya era un mar de lagrimas, y mi padre no dejaba de asentir aprobatoriamente a cada una de las palabras que salían de la boca de Jared. Yo solo podía intentar controlar el impulso de correr hacia el y besarle enfrente de todos.

Era posible que los demás pensaran en sus palabras como un simple discurso romántico, pero yo solo podía reconocer en ellas las miles de promesas que nos habíamos hecho a lo largo de los años. Su luna, sus estrellas. Eso solía decir el cuando nos conocimos, cuando intentaba desesperadamente llamar mi atención, cuando yo lo veía como al simple aprendiz de sastre que por aquel entonces era, como a un amigo mas. Escucharle decir todo eso nuevamente solo lograba dejarme sin respiración.

Jared abrió su boca, intentando decir algo mas, pero se detuvo bruscamente cuando reparo su vista en algún punto perdido de la sala. Algo extrañada seguí su vista y descubrí otro enorme ventanal, uno que daba al bosque, oscuro a esas horas.

Volví mi vista hacia delante, Jared reacciono cuando sintió nuestra atención posada en el. Entonces sujeto su pecho, pasando su mano frenéticamente de un lado al otro, luego comenzó a toser ligeramente, tapándose la boca con su puño cerrado, pero los tosidos se hicieron mas fuertes con el pasar de los segundos, haciendo inevitable el no alarmarnos. Jared levanto una mano, intentando decir que se encontraba bien con ese gesto, pero al instante volvió a toser, escupiendo un liquido oscuro por la boca. Los invitados ahogaron exclamaciones y gritos en suspiros. Isaac no espero mas, corrió al lado de Jared y lo apoyo contra el, para después abrirse paso ante la multitud alarmada.

Reaccione cuando una mujer grito al ver que el liquido oscuro que había salido de la boca de Jared era sangre. Corrí detrás de Isaac y los seguí al patio, con bastantes personas imitándome.

Una vez fuera los busque con la vista, encontrándolos a inicio del frondoso bosque que rodeaba mi casa. Jared seguía tosiendo, mientras se desataba el pañuelo y abría los botones de su camisón. Isaac lo observaba impotente, sin saber que hacer exactamente.

Cuando llegue a ellos, solo vi como Jared se quitaba la mascara, revelando sus pupilas completamente negras. Noto mi presencia y con la mirada me rogo que me fuera de ahí, pero yo negué con la cabeza, quedándome en mi sitio.

-¿Que le pasa?- pregunte desesperada, arrodillándome al lado de Jared y sujetando con cuidado los lados de su rostro. La sangre manchaba sus labios y su quijada, su camisón y ambas manos, dando la impresión de que el habia cometido una atrocidad. Su piel se tornaba mas y mas palida.

-Bueno, no soy un medico, pero diria que se esta muriendo- la voz que sono desde detrás de algún árbol nos tomo de sorpresa a los tres. Me levante de un salto y busque en la oscuridad a la persona que había dicho eso. Pero no tuve que adentrame en el boque para encontrarlo, porque un segundo después, se encontraba ahí, delante mio, observándome fijamente-. Por si no te acuerdas querida, soy Axel y he venido a recibir mi parte del trato.

Me desperté sobresaltada sobre una cama, una cama que no era la mia. En un cuarto desconocido, uno que definitivamente no era el mio. Con un monton de sabanas cubriéndome, supongo que no hace falta decir que tampoco eran mias.

Mi primer acto, por mas estúpido que sonase, fue descubrirme para asegurar que aun tenia ropa puesta.

Solte un suspiro aliviado al darme cuenta que asi era, pero eso se fue a la mierda cuando realice que seguía en un cuarto extraño, con sabanas y una cama que no me pertenecían.

-¿Dormiste bien cariño?- abri mis ojos cuando escuche a Zack detrás mio. Gire la cabeza en su dirección y volvi a cubrirme con las sabanas cuando lo descubri sentado sobre un sillón, enfrascado en algún libro extraño. El libro logro llamar mi atención, dado que parecía una reliquia mas que otra cosa, con las paginas amarillentas y un poco rotas en los bordes y un forro inusual cubriéndolo.

-¿Zack?- el cerro el libro de un sopetón y me miro con un gesto cansado.

-Y dale que dale con "Zack". No linda, pero también soy un amigo tuyo, uno muy bueno. Es mas... podría apostar que acabas de soñar conmigo.

-Isaac...- repeti mientras el sonreía satisfactoriamente y se ponía de pie.

-Y estoy aquí para aclarar tus dudas. Pero eso si, todavía no puedes matarme, ¿eh? Aunque posiblemente ya ni te acuerdes de lo del mirador.

-¿Y Diego?- pregunte intentando evadir una respuesta a eso. El giro sus ojos y se cruzo de brazos.

-Pues ya viene, tenia que hacer "algo"- explico el haciendo comillas con sus dedos.

-¿Vas a contármelo todo?

-Si, al menos la mayoría. Pero lo primero que deberías saber, en mi opinión, es que los sueños que sueles tener, no son sueños...

-¿Y que serian entonces?- pregunte un poco contrariada.

-Recuerdos... tus recuerdos.








Mi Ángel OscuroWhere stories live. Discover now