✔Scenario

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Shibata Kai & Kise Ryota

Kai se despertó cuando el primer rayo de sol dio directo a su cara, molestando a través de sus párpados. Sabía que no era la mejor idea dormir junto a la ventana pero la noche anterior estaba tan cansada que no pudo hacer más que caer muerta en el primer sitio que las hermanas de Ryota le tendieron.

Rima y Risa Kise eran un par de hermanas para tomar en serio, eran tan enérgicas como su hermano menor (o tal vez aún más) y la verdad la Shibata no tenía idea de cómo había logrado manejar toda esa energía ilimitada durante una noche entera. Más aún cuando la habían usado de muñequita de pruebas para maquillajes, peinados y vestimentas nuevos. Pero lo peor del asunto era que no la habían dejado ni acercarse a Ryota en toda la noche porque era la invitada de Rima y Risa, por lo cual el rubio estuvo haciendo continuos ruidosos berrinches, ganándose regaños por parte de sus padres.

Sin embargo, la parte más hilarante del asunto era que como Rima y Risa solo habían especificado que era durante la noche, a la mañana siguiente, en el segundo que Kai abrió los ojos, lo primero que se encontró fue con un par de ojos dorados mirándola fijamente. Por un momento tardó en procesarlo, pero al darse cuenta de la situación, lo único que atinó a hacer fue gritar con todas sus fuerzas, dar un salto y acabar enredada entre las sábanas como una bolita graciosamente desordenada.

Las carcajadas de Ryota se escuchaban por toda la habitación sin siquiera un poco de recato.

— ¡No es gracioso Ryota!— vociferó la pelinegra, saliendo de entre el revoltijo de la cama, con el cabello aún más despeinado y un furioso sonrojo en las mejillas.

— ¡Lo es, deberías ver tu cara Kaicchi!— exclamó, sin dejar de reír. Acto seguido: se sentó en el borde de la cama y pasó un brazo sobre los hombros de ella- Aunque debo admitir, que te ves hermosa. Me encantaría verte así más seguido.

Ni le dio tiempo a contestar que atrapó sus labios en un beso profundo, razón por la cual se ganó un golpe en el pecho por parte de ella, justo antes de que se separara y se escondiera de vuelta entre las sábanas.

Ah, sin duda toda la familia Kise era un caso realmente serio.

Book of (not so) brilliant ideasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora