Cap. 2: ¿Trastornos de bipolaridad?

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Pero por lo recién dicho, al franjeado se le tiñó la frente de morado y frunció un poco más el ceño. Sólo se le surgió una pregunta, y esa era: ¿desde cuándo Sonic se preocupaba tanto por él? Tal vez desde hace un buen tiempo, pero siendo tan notorio ya no le daba mucho crédito y...

Un rayo lo cegó arrancándolo de "sí mismo" (por lo que instintivamente cerró los ojos), recordando que estaba en medio de la muestra de la verdadera tormenta que llegaba, y enfrente suyo, Sonic, quien lo veía un poco impaciente pero con la curiosidad renacida. Enseguida, se oyó el rugido del trueno.

-Quedaste varado en tu propio mundo -comentó irónicamente-.

El callar de ambos. El fondo rebelde del aguacero.

Un ceño imposible de profundizar...

Los erizos, que ya habían conectado sus miradas, con ese simple gesto y una sonrisa por parte del azulino... se esfumaron del lugar a velocidad supersónica, juntos, dejando estelas paralelas.

_En la residencia de Tails_

El producto del golpear (desde el exterior) en la puerta, se hizo presente, pero dentro no había movimiento alguno. Por ende, el sonido aquel se potenció e hizo más incesante hasta que el propietario del hogar pudo oír algo.

-¿Sonic? -se preguntó en un jadeo al doblar un pasillo, sujetándose de la pared para únicamente asomar la cabeza y hombros-.

Ninguna respuesta mas que un "toc-toc".

A causa de la incertidumbre, el niño se encaminó a la puerta, seguro de que el que la golpeó era Sonic tratando de jugarle una mala pasada.

-Sonic, sabes que no caeré.

El mismo resultado: repetición de golpes.

-¿Te lo tengo que repetir?

-"Toc-toc."

-Agg. Ya qué. Te abriré a la maldita. -Giró la manija y semi abrió la entrada, como se esperaba: no había nadie mas que el grisáceo y lluvioso paisaje. De seguro el cobalto se le lanzaría encima en cualquier momento... En cualquier momento-...

¡No había nadie!

Hizo una mueca y fue otra vez hacia la habitación para esperar a su amigo.

-No pude estar alucinando, ¡no pude! Eso de allá afuera se oyó tan real -se dijo afilando el entrecejo a la vez que entraba a su alcoba-.

Apenas pasó un tiempo, el impacto de un portazo allanó el lugar.

Un estornudo, y otro, y otro.

Pov Tails

-Utiliza el antebrazo y no las manos, lo que haces no es muy higiénico que digamos. -Esa voz-.

-Agg... Só... Sólo necesito un pañuelo. ¡Achúg! -¡Y esa!-.

-Dagh, ¿el mocoso que tienes por amigo no te enseñó nada? -Definitivamente debían ser Sonic y Shadow, así que me dirigí hacia ellos-.

Ya al estar frente a ellos, les dije:

-¡Hola, colega! Hola... Shadow. -Me resultó extraño que este último viniera aunque ya le escuché entrar, pero de todos modos le ofrecí una leve sonrisa-.

Sonadow: El regalo perfectoWhere stories live. Discover now