¿Virgen & Embarazada?[EDITANDO]

¡Nuevo Libro!

¡Hola a todos!  les vengo a traer alegría, tristeza y enojo con mi nuevo libro; "El Violinista"

Espero que les guste y que voten. 

Podrán encontrarla en el muro de mi nueva cuenta @LMBeltritti o ingrresando por este link

https://www.wattpad.com/1366033718-el-violinista-pr%C3%B3logo

Les dejare el Prólogo:

«Uno...

Dos...

Tres...»

Susurro entre labios mientras respiro profundamente antes de entrar al escenario, el público se encuentra en silencio y a oscuras, una luz que se enciende ilumina el lugar en donde estoy parado dejándome ver como todos esperan en silencio, expectantemente críticos a la espera de que comience a tocar a lo que sostengo el violín con fuerza y lo llevo hasta depositarlo en mi hombro derecho, mis manos se ajustan a las cuerdas de este mientras la vara choca contra las cuerdas rozándolas suavemente provocando un dulce sonar. Los movimientos son rápidos pero precisos, mi cuerpo se estremece a la idea de un movimiento en falso y todo acabara. Las notas siguen sonando haciendo que me mueva cauteloso, abro y cierro mis ojos dejando que la melodía me consuma y sofoque, ya no miro al público, solo me concentro en lo que hago, música, arte, placer; aquel placer tan grande que ocasiona que pares tu mundo y tu imaginación vuele. Todo está oscuro, el único sonido que escucho es el de mis cuerdas rozándose una y otra vez, subiendo y bajando de tono, difícil y fácil en ocasiones provocando que las yemas de mis dedos acaricien, aprieten y se desplacen con brusquedad por las cuerdas.

Me encuentro sumergido en la suave melodía que dejá al descubierto mis sentimientos de furia y tristeza, aquella pieza definió mi carrera no solo por la pasión, sino que también por lo absolutamente drástica que es.

Los recuerdos inundan mi mente dónde las imágenes de aquella mujer que se metió tan profundo en mi alma y logro tocar mi corazón, dejándome vulnerable a su juego de hacer lo que quisiera conmigo, esa mujer por la que mi ser ruega volver a ver. Su largo cabello oscuro revoloteando a causa del viento ocasiona que apriete con fuerza mi violín dejando pronunciar mi tristeza a través de la música mi desesperación.

Aquellos ojos color miel imposibles de olvidar, que me miran con tristeza en dónde el sol acaricia el filo del mar dando paso al anochecer junto a sus mejillas ruborizadas, no paro de observar como en su rostro resbalan las lágrimas llevando a depositar las yemas de mis dedos en este para secarlas, cuándo sus ojos se anclan con los míos provocando que cada célula de mi cuerpo se returce. Solo me quedo inmóvil ante su mirada que es como la de un ángel.
«Ella era mi ángel»

Cuándo la melodía se hace más tranquila me percató de que es hora del gran final así que despejó mi mente por completo y abro los ojos para ver a las personas aquí presentes de pie mientras aplauden maravillados, saludo al público y me retiro. Las felicitaciones me ahogan así que solo sonrío, busco mi abrigo tomándolo rápido y saliendo por la por la parte de atrás del teatro.
El aire fresco me impacta en la cara al abrir la puerta, provocando que la punta de mi nariz se congele. De camino a casa prendo un cigarrillo e inclino mi cabeza hacia arriba admirando las hermosas estrellas que hay esta noche, lo que hace mi mente divagar en aquellos recuerdos del que soy prisionero. Ahora que soy alguien para ella, es cuando no está conmigo, pero de nada sirve seguir pensando en ella cuando ya ni siquiera responde mis cartas. Su compromiso es algo que no se puede romper lo cuál haría enorgullecer a su familia, de todos modos «¿quién entregaría la mano de su hija a un violinista?» Absolutamente ridículo, así como los sentimientos que nacieron conmigo...

—Monsieur—.  obligo a mis pies detenerse en seco al escuchar esa voz, mis ojos se agrandan de sorpresa y un escalofrío me recorre por todo el cuerpo haciendo que se erice la piel.
«No puede ser», pienso a mis adentros sin querer mirar atrás, trato de descifrar si solo es mi imaginación jugando conmigo o es ella en realidad.

Sin darme cuenta la estoy mirando, esta frente a mí, tal como la imagine estos años. Su pelo vuela con el frío viento de invierno y sus mejillas ruborizadas al igual que la punta de su nariz, sus labios teñidos de un color rosáceo y aquella mirada. Sus ojos «maldición» Aquellos ojos color miel que me miran con un brillo de amor, que jamás se marchito, ese amor que tuvimos que tanto me consumió.

—Od...ette—. tartamudeo sin poder tomar el control de mi voz.

Es ella, después de tanto.

volvió.

***

¡Los quiero mucho!

L.B