Hola, mí Bad Boy [Editando]

#56 (Editado)

— Muchas gracias, doctor —dije.

Ya había pasado un mes y mamá aún no despertaba. Era tan doloroso verla, que lo único que quería era llorar todo el día. 

Si no fuera por Jack, que siempre ha estado a mí lado, hubiera entrado en un depresión severa.

Había preguntado al doctor como estaban las heridas del cuerpo de mí mamá. Me dijo que se encontraba bien, las heridas se estaban cerrando y los moratones desapareciendo.

Sentía la necesidad de preguntarle: ¿Cuándo despertará? 

Pero sabía la respuesta: "Eso no lo sabemos, pero ten por seguro que despertará."

Mañana recién llegaría mi tía Rachel, ya que tuvo un problema y no pudo llegar antes.

Ella me haría compañía, para así dejar que Jake descanse en su casa.

— Hey, perdón por la tardanza —dijo su voz—. Te compré esto —me mostró un pote de helado.

— Muchas gracias Jack —dije agarrando y abriéndolo—. Mi favorito, chocolate con chispas de chocolate.

— Como si no te conociera.

Entramos a la habitación y me senté en el sofá. Abrí y comí el helado.

— Mañana viene mí tía —dije—. Si quieres puedes irte.

Se sentó junto a mí, demasiado cerca: — ¿Quieres qué me vaya?

— Quiero que descanses.

— Yo no tengo problema con eso.

— Jack, en serio. No basta con irte solo para darte una ducha y volver, estás cansado y te entiendo si quieres ir.

La verdad no quería que se vaya, pero sus padres estaban muy preocupados.

— Emily, sabes que no importa. Estoy perfectamente bien y no quiero dejarte.

— Vendrá mi tía.

— ¿Quieres qué me vaya? —volvió a preguntar.

— E-em...no.

Agarró mi barbilla para que lo mirará: — No me separaré de ti, si no quieres. Estaré contigo en todo momento.

Me acerqué a él, miré sus labios, luego sus ojos. Él también se acercó.

— Gracias Jack, gracias de verdad —dije separándome  de nuestra distancia y fijando mí mirada en el helado.

— Siempre contigo Emi.

Mi respiración se aceleró, mi corazón latía alocadamente y de repente me sentía muy nerviosa.

— Te quiero Jack —susurré.

— Te quiero más, Emi.