Manu.
Nos quedamos mirándonos mútuamente.
- Lo siento. - dijo ella, al borde de las lágrimas.
Sonreí.
- No pasa nada, Mimi.
Ella se acercó a mí y me abrazó. Yo la cogí de la cintura, y ella a mí del cuello. Nos besamos.
- Te amo... - dijo ella. - Yo... no sabía que...
- Shh. No importa, princesa.
Sonrió.
- Al fin nos vemos. ¿Qué tal en Alemania?
Ostras. No le había contado lo de Rosario. Ya estaba mucho mejor, pero no pude evitar que los recuerdos vinieran a mi mente.
- Mal... no te he contado por qué fui.
- No, es verdad. ¿Por qué mal, Manu?
- Mi tía ha muerto- dije, conteniendo las ganas de llorar. Me vio los ojos llorosos.
- Ay... Lo siento mucho. - dijo, abrazándome.
- No es tu culpa. Ya da igual. ¿Tú qué tal aquí? ¿Dónde está Gabi? ¿Y Susi?
Su expresión cambió a una cara de asco.
- Olvídate de ellas. Se enfadaron sin razón, y al principio, me dio pena. Pero luego conocí a Laura, una chica genial. Ella es mejor que Gabri.
- ¿De verdad? Joe, cuánto me hubiera gustado estar ahí contigo.
- No te preocupes, de verdad, Manu.
- Vale. Bueno...
- Mira. Ahí viene Lau. - dijo, señalándome a una chica rubia, con ojos verdes, y un poco bajita. Se acercó a nosotros. Su cara cambió a sorpresa, y luego sonrió.
- ¡Miriam! ¿Habéis vuelto? Pero...
Mimi se rió.
- Tranquila, Lau. Había sido un malentendido. Era la prima de Manu.
- Ahhh. Bueno, hola Manu. Soy Laura.
Nos dimos dos besos.
- Hola, Laura.
Se acercó a mí, y me advirtió, en tono de broma:
- Que sepas que se kárate, guapito. La haces daño, y te verás conmigo- dijo, haciendo una forma extraña de kárate. Me reí.
- Vale, vale. Me ha quedado claro.
Miriam.
Sonreí. Menos mal que había arreglado las cosas con él. Abracé a Lau. Sin ella, tampoco habría tenido sentido. Me sentía que estaba con quien tenía que estar. De repente, vino Leo.
- Hola. - dijo.
- ¿Pero tú qué quieres? - dijo Laura.
- Eh, eh, que vengo en son de paz. Quería saber qué tal estaba Miriam...
- ¿Yo? - dije riéndome. - Perfecta. Pero, en todo caso, no te interesa, ¿no? Es todo para vengarte de Manu.
- Joder, Miriam. ¿No puedo comportarme ni como un amigo?
- ¿Y desde cuándo?
- Bueno, vale, ala. Ahora no podemos ni ser amigos. Gracias.
- ¡De nada! - dije, sarcástica. No iba a caer en sus intentos.
- Guau, Mimi. Le has dejado por los suelos. - me dijo Manu.
- Sí. Maldito imbécil. - dijo Lau.
- Bastante.
Seguimos hablando. Laura y Manu se llevaron bastante bien. Al terminar las clases, Manu dijo:
- Bueno chicas. Creo que a mi prima le caeréis bien. ¿Queréis que quedemos para merendar mañana en un Starbucks?
- ¡Síi! Yo me apunto- dijo Lau.
- Y yo, y yo.
- ¡Vale! Bueno Mimi, ¿te acompaño a casa?
- Como quieras. Ah, te puedo invitar a comer.
- Vale.
Abracé a Lau, y se despidió de nosotros. Fuimos a mi casa, y al entrar, estaba solo Pablo. No Kat. Esto era extraño.
- Hey, Pablito. ¿Y Kat?
- Hemos roto. - dijo, con los ojos rojos de llorar. Corrí hacia él, y le di un abrazo.
- Pero hermanito, ¿por qué? A ver, tranquilo. Hoy Manu se queda a comer. No te importa, ¿no?
Él sonrió.
- ¿Volvéis a estar bien?
- Sí. Aunque eso ahora da igual. Cuéntame qué ha pasado.
- No, Miriam. Ahora ve con Manu. Luego, ¿va?
- Vale. - le di un beso en la mejilla. Manu me sonrió y subimos a mi cuarto.
Mi habitación Disney.
YOU ARE READING
AMAR NO SIEMPRE ES FÁCIL[escribiendo]
RomanceMiriam es una chica que, tras la muerte de sus padres, se va a vivir con sus tíos a un pueblo llamado Villanueva del Pardillo. Ahí tiene que empezar con nuevo instituto, amigos... ¿qué pasa cuando conoce a Manu? ¿Será tan fácil ser felices juntos? A...