Capítulo II

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05:15 AM

Mierda, mi espalda.

Quién diría que viajar en avión sería tan incómodo. Esas estúpidas almohadillas casi me desnucan. Estúpido avión.

Mierda estoy perdida.

Imaginen ésta escena. Yo, aeropuerto, mucha gente, sin mis maletas, muerta de hambre y con ganas de hacer pipí. Ni siquiera se donde está el estúpido baño.

Okey, voy a preguntarle a alguien donde queda el baño, cuando termine de hacer pipí le preguntaré a otra persona donde tengo que recoger mis maletas y luego veré si encuentro a mi padre entre toda ésta gente. Sí, eso funcionará.

- Disculpe... - okey esa señora me ignoró, probemos con esa chica - Oye podrías... - ¿acaso soy invisible y no me enteré? - Emm disculpa... oye... ey podrías... HOLA ESTOY AQUÍ HACE CINCO MIMUTOS HABLANDOTE Y NI SIQUIERA TE VOLTEAS ¿ERES SORDO? - bueno al menos éste sí volteó, sonreí algo avergonzada y continúe - ¿tienes idea de donde está el baño? - el chico simplemente funció el ceño y luego sonrió

- Si querías hablarme sólo tenías que decirlo - dijo haciendo un extraño movimiento con las cejas

- ¿Qué? - pregunté extrañada

- Ya sabes, la excusa del baño es algo tonta teniendo en cuenta que está justo detrás de ti - me di vuelta y sí, ahí estaba el enorme cartel con la flecha azul apuntando hacia la derecha y la palabra BAÑO escrita en él.

Nota mental : Prestar más atención en lugar de ir por ahí gritándole a completos extraños.

- Oh... - murmuré - lamento haberte gritado, gracias por decirme dónde está el baño, soy algo distraída - sonreí y volví a voltearme para ir al baño, si espero un poco más quizá me haga encima

- Espera... - habló el chico, y ahora que lo observaba bien, no está nada mal, es alto quizá mida 1,80 o 1,85 no lo se, ojos marrones despampanantes, cabello castaño oscuro casi negro, tez tierna pero varonil. Sí, es un chico muy apuesto - ¿a dónde vas? - preguntó con el ceño fruncido

- ¿Al baño? - sonó más como pregunta que como afirmación

- ¿No ibas a coquetearme? - preguntó alzando una ceja

- ¿Qué? No, claro que no - dihe rapidamente - de verdad no sabía donde estaba el baño, al parecer con las remodelaciones que hicieron el año pasado cambiaron el baño de lugar y pues... estaba algo perdida - expliqué mirando a los lados algo extrañada por la pregunta de... ni siquiera se su nombre

El chico simplemente frunció el ceño y sonrió divertido, abrió la boca para hablar pero un grito nos distrajo a ambos

- Dylaaaaaan - la grabe voz se oía cercana a nosotros lo que hizo que ambos voltearamos

Un chico castaño claro venía con la mirada en el suelo arrastrando unas cuatro maletas mientras caminaba, como podía, hacia nosotros

- ¿Lo conoces? - pregunté

- Sí, es mi amigo, vino conmigo - contestó mirando en dirección al chico con diversión

- ¿O sea que tu nombre es Dylan? - pregunté curiosa

- Sip, ¿cuál es el tuyo? - preguntó del mismo modo

- Elizabeth pero llamame Effy, odio que me llamen Elizabeth - repondí

- Entonces ya se cómo llamarte cuando me enoje - rió

- Muy gracioso - dije con sarcarmo y luego sonreí - está bien, gracias por la ayuda, me gustaría seguir ésta conversación pero si no voy al baño ahora probablemente me haga pipí encima, adiós Dyl, un gusto conocerte- me despedí mientras caminaba hacia el baño.

- Lo mismo digo Eff, adiós - saludó con la mano mientras me alejaba

Que chico tan agradable.

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