﹛Huella I﹜

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  Si ves una falta de ortografía, favor de marcarmela para que lo corrija, sería de mucha ayuda, gracias!<3  

Se encontraba en el cine esperando a que su novio llegara ya que él había querido ver una película que se encontraba de moda en esos momentos, no recordaba el nombre con exactitud. Reviso su reloj y frunció el ceño. Llevaba esperando a su novio más de media hora. Detestaba esperar. Listo para sacar su celular y marcarle sintió que alguien lo abrazaba y le lamia la mejilla.

—Hola, Seijuro —le saludo Furihata Kouki.

Entrecerró sus ojos y se limpió la saliva de su mejilla. Le desagradaba que lo lamiera.

—Llegas tarde, Kouki —lo reprendió tomándolo de la mano.

El chico de orejas puntiagudas y cola color café lo miro y sonrío.

—Fue inevitable —comenzó a mover la cola con rapidez —. Cuando venía para acá me encontré con un gato y fue imposible no perseguirlo. ¡Fue divertido!

Él suspiro.

—Te dejas guiar demasiado por tu... —no termino de hablar al ser jalado repentinamente.

—Mira, mira ¡carne seca! —dijo rápidamente y luego lo volteo a ver —. ¡Cómpramela, cómpramela! —pidió jalándolo de la chaqueta.

Akashi arrugo sus labios antes de sacar su billetera y cuando estaba por darle el dinero, Furihata se lo arrebato y pidió lo que quería. Sintió como una de sus cejas se crispaba, pero respiro guardo su cartera. El castaño agarro su pedido una vez que estuvo listo, sacudió su cabeza y luego lamio de nuevo la mejilla de su novio.

—Ya te he dicho que no me lamas —se volvió a limpiaba.

—No es para tanto, además, hay que apurarnos —salió corriendo hasta la taquilla para comprar los boletos.

Respiro profundo. Su paciencia estaba agotándose.

— ¡Apúrate, Seijuro!

Exhalando aire camino hasta donde estaba su novio.

...

Busco la llave de su nuevo hogar. Una casa pequeña de dos cuartos, un baño, sala, comedor y un patio bastante amplio, no se podía ni comparar al lugar donde vivía antes, aun así le fascinaba poder estar en un espacio pequeño, lo único malo era que lo compartía con su, ahora prometido, Kuroko Tetsuya, pero no se quejaba. Introdujo las llaves y al entrar sus fosas nasales no dudaron en olfatear el exquisito olor que emanaba la comida. A pasos rápidos se acercó al comedor.

—Bienvenido, Akashi-san —le saludo Kuroko sentado en el sofá leyendo una revista.

—Estoy de vuelta, Kuroko —contesto quitándose la chaqueta colocándola en una silla.

— ¿Cómo estuvo su día? —se sentó frente a él.

«Sigue siendo educado », pensó mientras destapaba la comida que seguía caliente.

—Bastante entretenido —comento no muy convencido de sus palabras.

—Me alegra que se la haya pasado bien —miro el plato y levanto una de sus orejas —. ¿Está bien su comida?, ¿no está fría? —pregunto moviendo la nariz de una lado a otro.

Un gesto bastante divertido al parecer de Akashi.

—Está bien, no te preocupes.

Corto el primer pedazo de carde, provocando que el rostro de Kuroko se contrajera y su oreja se bajara de inmediato. Al notar aquello lo miro sonriéndole.

Enamorándome #PremiosKnB2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora