SIMPLEMENTE TÚ

CAPÍTULO 1

Pensaba que mi vida era perfecta: tenía un papá que me adora, un hermano que me quiere muchísimo, una cuñada que es mi confidente, una carrera que me llena y sobre todo un novio que me ama.

Eso pensaba hasta hace unos días. Me levanté muy temprano porque tenía que ir a probarme el vestido de novia porque me iba a casar. Mi hermano José y mi cuñada Claudia que era esposa de mi hermano Fernando, estaban sentados en la mesa esperándome para desayunar como siempre lo hacemos.

- Buenos días a todos. Dije con ánimo.

- Buenos días hermanita adorada. Dijo José.

- Buenos días Alma. Dijo Claudia.

Me senté a lado de ellos y Dominga que era la cocinera de la familia nos trajo el desayuno.

En ese instante bajo mi mamá.

- Buenos días Alma y Claudia. Dijo.

- Buenos días Esmeralda.  Dijo José.

- Perdón es que no te vi. Dijo mi mamá.

Yo solo me quedaba mirando como en mi familia siempre hay algunos que siempre faltan el respeto.

También bajo mi hermano Fernando y se despidió de todos de una forma rara.

- Fernando no te vas a despedir de tu esposa.  Dije.

- Por favor Alma si todos los días dormimos juntos ya es el colmo que ahora me tenga que despedir de ella a cada rato. Dijo.

No puedo creer que en mi familia haya ese tipo de personas, pero lamentablemente lo hay.

También bajo mi hermana pero con una ropa de dormir que un poquito más y no se ponga nada.

- Hola porque me hacen levantar tan temprano.  Dijo.

- Temprano? Si son las 9 de la mañana Natalia.  Dije.

- Alma por favor no critiques a tu hermana. Dijo mi mamá.

- Además yo estaba descansando para más tarde acompañarte a elegir tu vestido de novia. Dijo.

- Que? Tu vas a ir. Dije sorprendida.

- Si hay algún problema.  Dijo mi mamá.

- No, pero pensé que ibamos a ir tu y yo solas a comprar mi vestido. Dije.

- Ya te diste cuenta que no era así.  Dijo.

- Bueno me voy a alistar. Dijo mi mamá.

- Yo también para irnos de una vez. Dijo Natalia.

- No puedo creer esto. Dije.

- Pues suerte hermanita, porque con esas dos. Dijo José.

- Porfa Claudia acompaname. Dije.

- Perdón pero ir con Esmeralda y Natalia a un mismo lugar como que no. Dijo.

- Bueno entonces deseenmen suerte.  Dije.

- Te mando toda la suerte del mundo. Dijo José.

- Yo te mando todas mis buenas energías.  Dijo Claudia.

- Gracias a los dos. Dije y me retiré.

Llegamos a la tienda y me probé el vestido que me encantaba. Cuando salí no me esperaba la respuesta que me dieron Natalia y mi mamá.

- Que les parece este. Dije emocionada.

- No hay uno mejor. Dijo mi mamá.

- Si ese esta muy simple no le queda a una Montenegro.  Dijo Natalia.

- Pero a mi me encanta.  Dije.

- No se trata que te encante se trata de que escojas el mejor. Dijo mamá.

- Pero a mi me gusta este. Dije.

- Que simplona.  Dijo Natalia.

- Lo importante es que me sienta cómoda con lo que escogí.  Dije.

- Como sienpre nada que ver. Dijo Natalia.

- Sabes que ni pareces mi hija. Dijo.

Esa fue la gota que derramó el vaso me sentí tan mal que lo único que hice es salir corriendo.

- Alma donde vas. Escuché a lo lejos a mi mamá.

Iba corriendo que no me di cuenta que me tropecé con alguien. Caí encima de él.  Lo miré fijamente y era super guapo. Era el chico más guapo que había visto en mi vida y eso que tengo novio.