Capítulo 43

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-Bueno, le dije a mi madre que no tardaría en llegar, así que...

-A tu madre. Claro, claro -responde Ian haciéndome entornar los ojos

Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

-Anda, volveré a pasarme por aquí y estaré más tiempo, ¿vale?

-No te preocupes. Oye...

-Dime.

-Ha quedado muy claro el concepto de relación que queremos... Amistosa. -dice finalmente y yo asiento confundida- Pero, ¿lo del baile sigue en pie?

Cojo aire y sonrío lo más amable que puedo.

-Sigue en pie. -respondo en un suspiro

-Mierda, así que tendré que salir de casa a por el puto esmoquin...

-¡Ian! Eso ha dolido, imbécil. -le grito tirándole un cojín a la cara mientras él se parte de la risa.

-Solo bromeo, tonta. -responde tirándome un beso.

-Te odio.

-¡Eeeh!

-Solo bromeo, tonto. -le respondo imitando su voz antes de salir de su habitación.

Camino lo mas rápido que puedo de camino a casa. Ansiosa por llegar y ver qué se cuece entre esas paredes que permiten que Brad y esa cualquiera respiren el mismo oxígeno. Y por fin llego. Pensaba encontrarme a Brad y James con la xbox, como habían planeado, pero en vez de eso, me encuentro a Brad -solo-, tumbado en el sofá viendo una película. Se gira en cuanto oye como abro la puerta, y rápidamente puedo comprobar que algo no va bien del todo, ya que no hay ni el más mínimo rastro de una sonrisa por su cara.

-¿Pasa algo? -le pregunto quitándome los cascos.

-Ven. -me responde incorporándose hasta quedar sentado en el sofá.

Me acerco y me siento a su lado. Frunzo el ceño mientras veo como apoya los codos en las rodillas y se pasa las manos por la cara. Está... Agobiado ¿? Es como si hubiese ocurrido algo que no puede llegar a creerse, o algo que simplemente le desespera.

-Ey, ¿qué pasa? -le vuelvo a preguntar cogiendo una de sus manos para intentar que de esa forma, no termine por borrarse su preciosa cara.

-Charlotte. -responde e involuntariamente le suelto la mano provocando que él sonría y niegue con la cabeza.

-¿Q-quien es... Esa? ¿Qué intentas decirme?

-¿Porqué sueltas mi mano de repente? -contraataca él con otras preguntas- ¿Otra vez desconfiando de mí?

-No, pero joder... Tu... Di qué pasa y ya está.

-Charlotte, es la prima de James.

-No te sigo.

-La que estaba deseando volver a tenerme entre sus piernas.

Yo ladeo la cabeza.

-¿Estás de coña?

-No. -dice soltando el aire por la boca.- es ella.

-¿Cómo lo sabes?

-Eso no es lo importante. Lo que importa aquí es... -suspira-, mira. -saca su móvil, abre whatsapp y me lo pasa.

Rápidamente la veo a ella. La veo en la foto de perfil -la ha puesto hoy-, esa zorra... La voy a matar. Tengo que hacerlo. Como poco, le daré una lección. Pero algo tengo que hacer.

-Que hija de la gran puta... -las palabras salen de mi boca lentamente.

-Emma...

-Parece que el puñetazo que se llevó el viernes, no le dijo nada.

Coge el móvil de mis manos y lo lanza al otro sofá.

-Ella ha estado aquí todo el poco tiempo que yo he estado en Florida... ¿Lo ves?

-¿Que si veo qué? -pregunto confusa.

-No te había engañado. -responde moviendo la cabeza a modo de negación, con una pequeña sonrisa en su cara haciéndome sentir culpable.

-Lo siento mucho. De verdad, lo siento. Siento haber desconfiado de ti. Siento habértelo echo pasar mal. -me encojo de hombros- No quiero ni siquiera intentar justificarme, porque, no puedo hacerlo simplemente. En realidad no tenía motivos para desconfiar de ti y... -respiré hondo-, sin embargo lo hice. No puedo ser más estúpida.

-Aunque me cueste admitirlo, yo también hubiera desconfiado. No por ti, si no por la otra persona. Estoy seguro, así que... En el fondo lo entiendo, aunque me haya dolido el pensar que no confiabas del todo en mí. Estabas en tu derecho de desconfiar un poco, supongo. -dice lo último frunciendo el ceño. Como si no estuviera seguro realmente de su última frase.

Sin pensarlo, me acerco a él y lo abrazo. Sorprendiéndolo, le rodeo el cuello con mis brazos y él rápidamente rodea mi espalda. Envolviéndome en los suyos.

-Le voy a sacar los ojos. O le cortaré los dedos para que no vuelva a mandar mensajes de este tipo intentando destruirnos.

Siento como ríe, en voz baja.

-No, no vas a hacer nada.

-Hombre no... -digo irónica

-Emma...

-Voy a ir a su casa y le pondré el pie en el cuello...

-Emma...

-O la intentaré asfixiar, no estoy segura.

-¡Emma! -eleva un poco la voz y me separa unos centímetros para que quedemos cara a cara. - te dije que no quería verte en peleas. Y menos por una estupidez así.

-Para mí no es ninguna estupidez. -murmuro jugando con la cremallera de su sudadera para no hacer contacto visual.

-Sabes lo que he querido decir. -me responde.- Escucha... -intenta bajar el tono de su voz, sonar más relajado, y con sus nudillos aparta un mechón de pelo de mi cara- no merece la pena darle más protagonismo, nos ha jodido por un momento. Sí. Pero miranos, estamos aquí, y estamos bien. Olvidala. No debes mancharte las manos por una persona tan... Simple e insignificante, ¿no crees?

-Ya, pero al menos me quedaría a gusto...

-Emma, mirame. -dice poniendo su mano en mi barbilla-, prometeme que no vas a hacer nada de lo que has dicho antes.

-Yo... No... No puedo prometerte eso.

-Muy bien. -dice separándome de él con cuidado, y levantándose del sofá.

-¿Donde vas? -pregunto frunciendo el ceño.

-Al puerto. -responde acercándose a las escaleras.

-¿Para qué?

Se da la vuelta y abre sus brazos.

-A ver con quién puedo pelear hoy.

-Y una mierda. -le digo enfadandome- Casi soy yo la que muere la última vez que te vi en una de esas peleas. Dabas miedo. -aunque más miedo tenía al pensar que habían mil razones por las que Brad podría sufrir unas demasiado terribles consecuencias. Por muy bien que peleé, es un miedo que me destroza irremediablemente.- ¿Me estás vacilando, no? Me juraste que no volverías a pelear. -le digo lo último intentando que mi voz no se escuche quebrada. - Ni se te ocurra.

-¿Porqué tengo que hacerte caso si tú no me lo haces a mí?

-No vas a ir. -le respondo evitando su pregunta.

-Mirame. -dice dirigiéndose a la puerta.

-¡Vale, vale. Joder! No haré nada. -le digo pegando un salto desde el sofá, hasta poder dejar mis piernas alrededor de su cintura.

-Prometelo. -me pide poniendo su mano en mis muslos para sujetarme.

-Te lo prometo. -le digo rodeándole el cuello, y cruzando los dedos sin que se percate.

Él sonríe satisfecho.

-Eso está mejor.

-Brad, eres un gran cabrón. -le digo mordiendo su labio y él suelta un pequeño gruñido.

No Me Olvides [1] +18 ✔︎Where stories live. Discover now