I: Trópico de Cáncer.

Start from the beginning
                                    

Pero diez minutos después el avión comenzó a sacudirse de nuevo, era la primera vez de Jackie en un avión, jamás había experimentado tales turbulencias, estaba muy asustada. Y su miedo aumentó cuando escuchó lo que el piloto le dijo al profesor.

—Uno de los motores ha tenido un corto, se ha parado sin razón, está comenzando a incendiarse—Murmuró el piloto—Pero podemos seguir viajando con un solo motor.

Jackie volteó hacia donde Camila, su mejor amiga, estaba sentada escuchando música sin inmutarse de lo que pasaba fuera de ese mundo musical. Jackie le hizo una seña para que volteara y Camila se quitó los audífonos.

—Camila, uno de los dos motores se incendió—Susurró Jackie esperando que nadie la oyera—Vamos a morir.

—No seas exagerada—Rio Camila—Los aviones pueden seguir volando con un motor.

— ¿Y qué pasa si se incendia el otro?

—No va a incendiarse, Jackie—Le respondió su amiga mientras se ponía de nuevo los audífonos—Tranquila.

Una hora más tarde, Jackie vio cómo el avión comenzó a perder altitud, pero seguía planeando con normalidad. Se le hizo extraño porque estaban en medio del mar, no había dónde aterrizar.

—Chicos—Habló el profesor encargado, del que Jackie no sabía el nombre—El avión ha estado sufriendo fallos, uno de los motores se incendió y el otro se ha apagado sin razón.

Todos se alarmaron al instante, Jackie casi se desmaya.

—No se preocupen, el avión puede seguir planeando unos kilómetros más—Dijo el profesor, Jackie vio cómo tragaba duramente, él obviamente estaba preocupado—Aterrizaremos en aeropuerto más cercano en Francia.

Los seis jóvenes comenzaron a murmurar entre sí mientras Jackie veía cómo Camila seguía dormida. Sin enterarse de lo que pasaba.

—Camila—Le susurró Jackie moviéndola para que despertara—Camila, despierta... ¡Taws!

Camila despertó al instante al escuchar su apellido. Miro a Jackie confundida.

— ¿Qué pasa? —Preguntó adormilada.

—Hemos perdido los dos motores—Le dijo Jackie un tanto nerviosa—Solamente estamos planeando, aterrizaremos en Francia al parecer.

Camila frunció el rostro y después rio.

—Buena broma, Heidfeld—Le dijo su amiga, solamente llamaba a Jackie por su apellido cuando bromeaban.

—No es broma, es enserio—Dijo ella seriamente, se podían escuchar los nervios en su entrecortada voz.

—Pero aún faltan como ocho horas para pasar por Francia, ¿el avión puede planea tanto tiempo?

—No lo sé—Respondió Jackie, sintiéndose más nerviosa.

Treinta y cinco kilómetros después, comenzó a sonar una alarma que sobresaltó a Jackie, escuchó claramente lo que el piloto le decía al profesor.

—El avión no puede seguir planeando más, ha perdido demasiada altura, aún quedan casi doscientos kilómetros para llegar a Francia—Dijo el piloto—Necesitamos encontrar tierra firme ahora mismo.

Jackie miró por la ventana, estaban demasiado cerca del mar, a unos quince metros sobre él. Comenzó a sentir cómo el aire faltaba en sus pulmones, estaba teniendo un ataque de pánico.

—Aterrizaremos sobre el agua—Habló la voz del piloto por las bocinas del avión—Usaremos los inflables para que el avión flote mientras abordamos lanchas de emergencia.

Marine HavocsWhere stories live. Discover now