Capítulo 2

506 42 9
                                    

El sabor de aquel café era igual a lls que simpre había probado, un capuchino nada especial, pero de alguna forma, lo relajó al punto de olvidarse de su situación por unos instantes. Pensaba mientras se dirigia nuevamente a las oficinas.

–Bienvenido.– Habló Gumi, su amiga y su compañera de trabajo.

–– Buenos días.

–Llegas tarde, Shion.–Dijo la peliverde con una sonrisa mientras tomaba asiento.–¿Cuál fue la causa para que llegaras a estas horas?

– A todos se les suele hacer tarde en un momento.

–A todos menos a ti, siempre eres puntual en las cosas tienen que ver con la oficina.– Arqueó una ceja y se recargó en el escritorio.

-–No soy perfecto.– Suspiró y tomó asiento.– También puedo retrasarme.

–Bien, bien. Como sea, ¿me dirás por qué llegaste tarde?.– Cuestionaba la peliverde.

–Me detuve unos minutos en un lugar.

–¿Enserio? y, ¿se puede saber dónde?.

–¿Desdé cuando haces tantas preguntas Megpoid?.– La miró por unos segundos y giro su vista hacia la pantalla del ordenador.

–Desde que llegaste tarde, Kaito.

-–Ya estoy aquí, así que haz la curiosidad a un lado  y deja de hacer tantas preguntas.– Bufo y terminó la charla, recibiendo una pequeña risa por parte de la joven.

(...)

Después de un largo día de trabajo, Kaito se retiró de las oficinas hacia su casa, donde tomó una ducha y merendo algo ligero como cena para luego irse a la cama.

Recordó aquella cafetería y pensó en tal vez volver a visitarla.

¿Por qué pensaba mucho en ello? por que no acostumbra a ir dos veces a un mismo lugar, aunque le había parecido muy cómoda.

(...)

Ya era de mañana y  había despertado para ir a hacer lo mismo que todos sus días, pero tambien seguía pensando la idea de ir a esa cafetería.

¿Qué más daba? no perdía nada en ir a ese lugar. Pensó por último y decidió no darle mas vueltas al asunto, así que tomó sus llaves y se dirigió a su auto.

Estaba llegando a su destino cuando nuevamente lo atrapó la suave imagen de aquella calle que admiraba, hasta que se detuvo en la cafetería, se quedó observando unos pocos minutos para después bajar de su auto y dirigirse a una mesa de afuera, ya estando ahí solo se limitaba a ver como las hojas de los cerezos caían con el viento a los aldrededores, hasta que escucho que una voz femenina.

Había llamado su atención cuando volteo su mirada se encontró con la misma chica pelirrosa que lo había atendido anteriormente, la contraria le regalaba una sonrisa.

–Bienvenido. ¿Ya decidio qué va a tomar o a merendar?

–Un cappuchino, por favor.

–Está bien, ahora tomo su orden.– Contestó y con el bolígrafo anotó en la pequeña libreta que yacía en sus manos.

Siguió observando el lugar y pudo notar que la cafetería no era muy famosa, no había muchas personas en ella, como era costumbre en otras, en las cuales siempre había demasiadas personas que era casi imposible poder beber el café de manera adecuada y tranquila, ya que siempre había ruido por doquier y mucha actividad, por eso el prefería tomar el café en su casa.

En cambio, esa cafetería era todo lo contrario, era muy tranquila, no había muchas personas y sonidos por doquier era diferente para su gusto.

Siguió pensando, sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que ya había recibido su café, al darse cuenta noto que había un pedazo pequeño de pastel de chocolate a un lado, pensó que tal vez la mesera se había equivocado y escrito algo de más.

–No pedí un pastel.– Habló Kaito mientras levantaba el plato con el pastel.– De seguro alguien más te lo pidió.

–Oh no, claro que no me equivoqué.–Dijo la pelirrosa provocando que su contrario frunciera el entrecejo.

–¿No?

–No, este pastel es cortesía de la casa. – Tomó el plato con el pastel y lo volvió a dejar enfrente de Kaito.

–¿Cortesía?.– Cuestionó sin quitar la vista de la pequeña y dulce merienda.

–Sí.

–Si ese es el caso está bien, creo que... gracias.– Susurro de modo que la chica lo escuchará y tomó la cuchara de a un lado.

–Que lo disfrute.– Contestó la mesera y con una sonrisa acompañaba de un suspiro se dio la vuelta y se alejó de la mesa mientras abrazaba la bandeja que traía.

Kaito solo miraba el pastel, a él las cosas dulces no le agradaban del todo y mucho menos el pastel de chocolate aunque tambien tenía mucho que no probaba alguno, así que con la cuchara en mano probó un bocado del pastel, se impresionó con el sabor, le parecía muy rico, sin pensarlo dos veces probo otro bocado y así sucesivamente hasta acabarselo.

Después de tanto tiempo sin probar alguno, este le parecía delicioso.

Cuando lo hizo y finalmente acabó, decidio ver la hora y era tiempo de marcharse por lo que pidio la cuenta rápidamente.

–¿Algo más? –Preguntaba la pelirrosa.

–Si, ¿por favor me trae la cuenta?

–Es un momento.– Lo miro de reojo e inmediatamente trajo la cuenta del chico.

–Gracias por venir.

–No es... nada.–Dijo esto ultimo para darse la vuelta y alejarse del lugar.

–¡Espere!

Kaito al escuchar se detuvo y dio la vuelta para encontrarse con la chica.

–¿Si?

–¿Volverá?

Abrió un poco los ojos ante la pregunta y segundos después de dudar:

–Sí.

La chica solo guardó silencio y luego le sonrió.

–Entonces, aquí lo esperaremos.

Kaito solo la miro y asintió para después alejarse.

La chica lo vio otra vez mientras se alejaba y, preguntandose en su cabeza ¿por que le había preguntado algo así?

Hola cuanto tiempo (?
Lo se siento mucho la demora pero la creatividad no venia
Pero aqui esta otro capitulo mas espera y lo disfruten
Byee

Detrás de ti  (LukaxKaito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora