Lía Evans y Lily Evans unidas desde pequeñas, a pesar de ser gemelas tanto su aspecto físico como su personalidad son distintos, ambas se cuidan procurando que ninguna salga lastimada o tenga problemas, Lily la pequeña pelirroja enamoradiza mientras...
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En la enfermería de la escuela se encontraba un grupo de personas cerca de una de las camillas en las que se encontraba una pelirroja de cabellos largos, la chica llevaba ya un par de horas inconsciente, su gemela había sido notificada de su estado tan solo hace unos veinte minutos por lo que se encontraba eufórica por la situación de su hermana. Lía comenzaba a recobrar la consciencia cuando los murmullos comenzaban a ser gritos, sus ojos pesaban, pero aun así los abrió al no saber lo que ocurría.
—¿¡Qué le hiciste a mi hermana, Potter!? —Lily gritaba mientras Severus intentaba sostenerla para evitar que la chica saltara en contra del de anteojos.
—¡No le hice nada!
—Lily, cálmate —Sev intentó tranquilizar a la chica que estaba entre sus brazos aun sabiendo que sería inútil, cuando se trataba de Lía nadie podía tranquilizar a la pelirroja.
—Lily —la voz de Lía llamó la atención de todos, su voz se encontraba rasposa y grave por las horas que había estado inconsciente.
—Lía —Lily se separó de Severus y se acercó a su gemela con rapidez, las dos pelirrojas se abrazaron con fuerza, Lily por lo preocupada que la había tenido su gemela y Lía al recordar todo lo que había visto, tenía miedo y necesitaba que su gemela le protegiera tal y como cuando eran niñas y la de pecas le temía a las tormentas.
—Tengo miedo —su voz se quebró antes de soltar un sollozo y abrazar con más fuerza a Lily—. Tengo miedo, Lily —volvió a sollozar escondiendo su rostro en el pecho de Lily, los que se encontraban observando tal escena se encontraban sorprendidos por escuchar a Lía llorar cosa que no creyeron posible siendo que la chica era demasiado animada y positiva.
—Estoy aquí —acarició el cabello de Lía sintiendo su corazón encogerse con cada sollozo que daba su hermana.
—¿Qué te ha pasado? —esta vez fue Severus el que se acercó a las gemelas, Lía a penas se separó de Lily para poder hablar.
—N-no lo sé —su voz se quebró—. Tengo miedo de lo que vi y si aquello era real —miró sobre el hombro de Lily a James que estaba rodeado de sus amigos, el solo recordar el cuerpo de James sin vida le daban ganas de gritar.
—¿Qué viste? —aquella pregunta aterró a la chica.
—No, no quiero decirlo —negó frenéticamente ocultando nuevamente su rostro en los brazos de su hermana—. Quiero hablar con Dumbledore, no hablaré con nadie más que con él.
—Iremos por él —Lily se separó de Lía limpiado con sus pulgares las lágrimas que aun mojaban las mejillas de la chica, como si hubieran invocado a Dumbledore este apareció por las puertas de la enfermería junto a la señora Pomfrey y la profesora McGonagall.
