Lía Evans y Lily Evans unidas desde pequeñas, a pesar de ser gemelas tanto su aspecto físico como su personalidad son distintos, ambas se cuidan procurando que ninguna salga lastimada o tenga problemas, Lily la pequeña pelirroja enamoradiza mientras...
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Severus puso al tanto durante el viaje a Lía sobre quiénes eran los chicos, explicándole la fama que les seguía desde su primer año en Hogwarts y mayormente las bromas que se encargaban de hacerle a los de Slytherin; hablaron sobre las cosas que habían realizado durante los dos años que no se habían visto y sobre todo sobre las materias que impartían en Hogwarts, para Lía no sería complicado acoplarse al curso, ella ya se había encargado de estudiar todo lo que era necesario.
Cuando el tren por fin paro los dos mejores amigos tuvieron que ir por caminos separados, siendo aquel el primer año en el Lía asistiría ella debía viajar en los botes junto a los que eran de primer año, mientras que Severus debería viajar en las carrozas como todos los demás estudiantes. Lía caminó directamente hacia Hagrid, ver al enorme hombre barbudo le provocó una sonrisa, era bueno volver a verlo.
—¡Lía! —gritó Hagrid con emoción al ver a la pelirroja—. Que gusto verte de nuevo —sonrió al ver lo mucho que la chica había crecido desde la primera vez que había aparecido accidentalmente en las afueras del castillo.
Para sorpresa de los Evans, el Ministerio de magia parecía ignorar la existencia de Lía, ya que en una ocasión la pelirroja había hecho magia tras una de las tantas peleas con Petunia, pero aquella vez su enojo había provocado que convirtiera a su hermana en una iguana, Lía se había asustado tanto que la magia se había ido tan pronto como había llegado, en ningún momento fue reprendida por el Ministerio ni llegaron a su casa para ver si todo estaba correcto, tal parecía que no tenían registro alguno del suceso. Y en una tarde la pelirroja accidentalmente había aparecido a las afueras de los terrenos de Hogwarts, Hagrid le había encontrado y le había ayudado a regresar sin que nadie se enterara de aquello.
—A mí también me da gusto verte de nuevo, Hagrid —Lía lo había extrañado sobre todo porque el guardabosques se había hecho su amigo durante el tiempo que pasó en los terrenos de la escuela.
—¡Bien, síganme solo cuatro por bote! —habló lo suficientemente alto para que todos le escucharan, Hagrid subió a un bote con otros tres niños mientras que Lía subió a uno donde habían dos niños y una niña, los tres niños no pudieron evitar comenzar a hacerle preguntas sobre el por qué ella viajaba con ellos tomando en cuenta que era más grande, Lía rió todo el camino por las ocurrencia de los tres niños que parecían ser amigos, sus nombres eran Clark, Antony y Elena, aquellos niños le habían ayudado a dejar su nerviosismo a un lado, sobre todo cuando le habían dicho que debía esperar fuera del gran comedor a que todos los de primer año pasaran a ser seleccionados para las distintas casas de Hogwarts.
—Esto es lindo —suspiró con una sonrisa mientras se apoyaba contra la pared que estaba a un lado de la puerta del gran comedor, su vista iba y venía por cada detalle que el castillo tenía, hasta que fue interrumpida.
