A pasado una hora y estamos en una juguetería, Justin camina de arriba abajo empujando un carrito de compras que se llena poco a poco de barbies y peluches.
Se ve tan lindo y tan normal, de vez en cuando me mira y me pregunta si el juguete que a tomado es bonito.
Recorremos el último pasillo que es de los juegos de mesa.
-Hace mucho que no juego cuatro en línea- comento mirando el conocido juego.
Justin regresa a mirarme y sonríe.
-Yo tampoco- responde y toma una caja para ponerla en el carrito.
Lo miro con una sonrisa y avanzamos por el pasillo que termina en las cajas registradoras.
Lo que veo en la entrada me abruma por completo, cientos de personas se encuentran fuera esperando la salida de Justin, él mira por un segundo la situación y luego agacha la cabeza y camina hasta la primera caja, ya debe de estar acostumbrado.
Los guardias del centro comercial junto a los guardaespaldas de Justin se han puesto de acuerdo y crean una barrera para que la gente no pueda entrar a la juguetería.
Una niña que se a dado cuenta de quien a trata desde la caja donde su madre paga algunas cosas se acerca a Justin.
-¿Te puedes hacer una foto conmigo?- le pregunta con una linda sonrisa de emoción.
-Claro que si, pequeña- responde Justin y se agacha para quedar del tamaño de la niña, sonrie a la cámara que tiene el padre de la pequeña y el flash se dispara.
-Gracias- le dice la niña y lo rodea en un lindo abrazo, Justin no deja de sonreír.
-Gracias, campeón- dice el papá de la niña dirigiéndose a Justin que le estrecha la mano en saludo.
Justin regresa a mirarme aún con la sonrisa que le a dejado la pequeña.
-Adoro esto- susurra.
-Me doy cuenta.
Comenzamos a poner las cosas en la cinta transportadora y agradezco que la persona que está detrás de la caja sea un hombre, por que de ser una mujer ya habría caído en los bonitos ojos de mi amigo.
-Mil ciento catorce dólares - dice el chico cuando a terminado de pasar todo.
Justin no se inmuta por la cantidad y sólo entrega una tarjeta de crédito dorada.
Patrick y Hugo se acercan a coger todas las bolsas.
-¿Ya nos vamos?- le pregunta Hugo a Justin.
-Si, iremos a casa- responde.
¿A casa?
Lo miro confundida pero el no me presta atención.
-Hailey, ve con Hugo primero, nos encontraremos abajo- dice Patrick y obedezco.
Hugo me sonríe y me indica que camine, él ira detrás de mi.
En cuanto salimos de la juguetería las fotos comienzas a lanzarse, me escondo debajo de mi cabello y camino ignorando todo.
Aún que no sea a mi a quien quieren, varias personas nos han seguido hasta el parking.
-Entre al coche, Justin vendrá en un momento- me dice Hugo.
Sacó las llaves del bolso y abro el coche para poder entrar en la tranquilidad de el.
Espero por cinco minutos hasta que la puerta del copiloto se abre dejando paso a muchas luces de cámara y Justin entra rápidamente.
-Tu coche a dejado de ser un secreto- me dice en cuanto cierra la puerta.
-Si le hacen un sólo rallon, serás tu quien lo page- lo amenazo.
Él asiente y saca su teléfono.
-¿A donde lo llevo ahora, Señor Bieber?- pregunto fingiendo sumisión.
-Señorito, por favor - responde - Y a casa.
-¿A mi casa?
-No, a mi casa- responde.
Lo miro confusa y está vez si tengo su atención.
-Iremos a mi casa a jugar cuatro en línea- me explica como si no entendiera- para algo lo compré.
Pongo los ojos en blanco y salgo del garaje.

¤

Unas enormes puertas se abren automáticamente dejando paso para que el coche pueda entrar, avanzo por un camino rodeado de pequeños arbustos hasta llegar a la entrada de la gran casa.
Estaciono delante de un Mustang blanco y en cuanto apagó el motor Justin baja de un salto.
A cambiado su actitud completamente, volvió a ser chico curioso e imperativo, debe de sentirse bien en la comodidad de su casa.
Salgo yo también del coche y camino detrás de él.
-Bienvenida a mi casa- me dice y le agradezco con una sonrisa.
-¿Vives sólo?- le pregunto al ver el tamaño del lugar.
-Si- responde subiendo las escaleras que dan a la entrada principal.
Una gran puerta blanca nos separa del interior de la casa hasta que Justin la abre. Se queda en la puerta esperando que yo entre y cuando lo hago cierra.
La casa es de techos altos y baldosa blanca y negra, muy grande para mi gusto al saber que sólo vive él. Camina recto y lo sigo,observando los cuadros que dejamos atrás.
Llegamos a un gran salón, con sillones negros y una mesa de billar al costado.
-¿Llegaron?- una voz que no reconozco por el eco me sorprende.
-Si- grita Justin.
Me siento confundida por el echo de que me dijo que vivía sólo hasta que Maejor aparece por la puerta.
Se acerca a mi y me saluda con un beso en la mejilla.
-¿Quieres jugar cuatro en línea?- le pregunta Justin.
Maejor regresa a mirarlo con cara de "¿a que hora dejaste de ser un adulto?"
Me siento en uno de los sillones negros esperando a que los amigos se decidan.
-¿Quieres algo de beber?- me pregunta Justin.
-Gracias- respondo.
Justin se echa a reír por algo que no se y sale del lugar.
-¿Gracias? ¿Por que siempre dicen sólo gracias? ese gracias puede ser gracias si, o gracias no. ¿Es tan dificil decir si gracias o no gracias?- Maejor comienza a hablar perdiendo los estribos y ahora entiendo la risa de Justin, debe de ser algo común.
-Cuando decimos sólo gracias, es por que queremos eso que nos están ofreciendo, si no quisiéramos diríamos "No, gracias"- intento explicarle pero por su forma de expresarse se que nadie lo va hacer cambiar de opinión.
-¿Ya te dio la charla del gracias?- pregunta Justin al entrar por la puerta con un vaso en la mano.
Asiento y tomó el vaso con una sonrisa de agradecimiento.
-Gracias por traerme algo a mi, Justin- dice Maejor con sarcasmo.
-Tu tienes dos manos y no eres invitado.
-Pero te soporto todo el día, eso debe de tener una recompensa- bufa Maejor.
-Entonces me tienen que dar la recompensa a mi- respondo echando un poco de leña al fuego.
-Eso me a dolido- susurra Justin tocando su corazón exageradamente.
-Tengo que atender algunas llamadas- se disculpa Maejor -luego bajo para una partida- dice y sale de la habitación
-Ahora que estamos solos - murmura Justin poniendo drama a la situación -hablemos de amor- concluye y los dos nos miramos para estallar en una carcajada por su forma de decirlo.
Pero para mi es muy interesante, justo el tema que quería tocar.
Bien pensado, Bieber.


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