Capítulo 6

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Nota: Me ha dado la gana de subir el capitulo 6 de nuevo por que sé que mucha gente no lo puede leer. La razón es que según las jodidas estadísticas el cap6 (el que wattpad me había dejado como privado) tenía 400 leídas y el cap 7 tiene 800, o sea, WTF. Todos los caps sobrepasan más de 800 leídas, en cambio el 6 no, por eso me di cuenta de que mucha gente no podía leer el capítulo (además de que me lo han reportado mucha gente), lamento a los que han comentado y votado en el cap 6 anterior, sus comentarios y votaciones en breve serán eliminados tanto como el capítulo mismo. Si desean vuelvan a comentar, a mi me va de lo mejor xD en serio<3

Narra Miguel.

—Espera, espera, espera... No creo que sea necesario una metralleta, sabes —dejo de escribir.

—¡Decídete ya! —el muy indeciso me tiene más de una hora pensando en qué arma usar para darle su plomazo a Sebas. Yo opto por un misil, pero según Ismael es muy de gilipollas hacerlo. Venga, lo veo como lo más conveniente.

—Oye, señor amargado, ¿quién está ayudando a quién? —apoya sus manos en sus caderas, con típica pose de mamá regañona—. Te dije más de una vez que uses una maldita pistolita y ya, pero es que tu eres un enfermo que quiere usar... ¿Qué era? ¡Ah, sí! ¡Una puta navaja para arrancarle los ojos y luego clavársela en los huevos!

—Isma, no digas que la idea no te gustó... —sonrío.

—¿Crees que quemarlo vivo frente a Rubén sea una buena idea? No estás pensando.

—Ay, ya. Ni que fuera para tanto —me encojo de hombros. A veces el tío es un dramático.

—Puto sádico... —me dirije una sonrisa cansada.

—Vale, vale... Le mataré de un sólo plomazo en la frente, ¿Feliz?

—¿No crees que es un poco adelantado?

—¿El qué?

—Matar a Sebastian.

—¿Estás de coña? Adelantado sería follarme a Rubén ahora mismo sin haber matado a ese cabrón.

—Vaya, vaya... Así que son los celos, eh.

—Puede que sí. Pero dudo que hayan follado todavía, venga, Rubén lo tiene muy bien reservado para mi, eso seguro.

—Hablas como Daniel.

—¿Qué esperabas? Soy su sucesor.

—Pero no te cages, tío. Si no piensas bien en lo fuerte que será la muerte de Sebastian para Rubén, pues no creo que lo supere pronto y le tomará tiempo liarse contigo... Peor si se entera de que fuiste tú. ¿No crees que deberías pensarlo un poco al menos?

—¡Blah, blah, blah! Puras patrañas —le saco la lengua. No me gusta que me anden cuestionando.

—Señor Miguel-inmaduro-amargado-celoso-Rogel, escucha por una vez lo que te digo antes de cometer cualquier homicidio.

—¿Dime cuándo la he cagado? Siempre me sale todo bien, soy un hombre invicto.

—Sí, siempre me lo dices...

—¡Oh, joder! —me pongi pie de un salto, golpeando el escritorio con ambas manos.

—¿Eh? ¿Qué pasa? —se incorpora, abriendo completamente los ojos de la sorpresa.

—Olvidé pedirle el número de móvil a Rubén... —me rasco la barbilla. Eso fue tonto de mi parte, ¿Cómo se me pudo escapar?

—Descuida —sonríe mientras rebusca en sus bolsillos—, yo lo tengo...

Malos pensamientos #2. ➝RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora