Ignacio

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Aura y Noah estaban entrando a la casa de los Deligiannis, los padres de Aura, ambos estaban demasiado nerviosos, tanto que sus manos temblaban con cada paso que daban hacia el interior del elegante hogar. El propósito de aquella visita inesperada era anunciarles a los suegros de Noah que dentro de ocho meses serían abuelos.

Aura inhaló aire sintiendo un peso invisible posándose sobre sus hombros. Estaba aterrorizada por lo que sus padres le dirían. Ella creía que no la apoyarían, que no aceptarían al pequeño bebé, un bebé tan inocente que no merecía ser despreciado... Pero de sus padres podía esperarse cualquier cosa. No se sorprendería mucho si la echaban de la casa, tampoco se sorprendería si comenzaban a bailar.

-¡Oh, Noah! ¡Aura!- saludó George, el padre de la joven- Si sabíamos que vendrían habríamos preparado algo para merendar.

-¿Noah? ¿Aura?- se asomó el diminuto cuerpo de Solange por la puerta de la cocina- ¡Dios mío! Hace cuánto tiempo que no nos venían a visitar- se acercó con pasos cortos pero rápidos hasta su hija y su yerno y los estrechó fuertemente entre sus brazos- ¿cómo están? Tomen asiento, traeré algo para tomar, enseguida vuelvo.

-Muy bien- respondió Noah, que parecía ya no sentir los mismos nervios que su novia.

-Genial, mamá- dijo Aura haciendo un intento de sonrisa y cuando su madre volvió con cuatro vasos en sus manos y una botella de SevenUp, la ayudó al instante a colocar todo sobre la mesa- ¿y ustedes?

-Espectaculares, solamente hay que echarle un poquito de aceite a las articulaciones de tu padre- Sol les guiñó un ojo mientras ellos reían suavemente.

Cuando todos se sentaron alrededor de la mesa, Noah y Aura, soltaron un suspiro pensando mentalmente en cómo podrían decir la noticia sin ser muy bruscos al hablar.

La joven, aún más nerviosa, se decidió por dar la noticia con suma alegría y luego de dar un respingo, dijo- ¡Mamá, papá!- sonrió- ¡Serán abuelos!

Los padres de Aura se quedaron estáticos y poco a poco una sonrisita se fue asomando por sus rostros. Ellos estaban realmente felices.

-¡Seré abuela!- gritó Solange parándose de un salto y comenzando a reír- ¡Seré abuela! ¡Al fin!- volvió a gritar y sacudió el cuerpo de su esposo de un lado al otro- ¡Y vos serás un tierno abuelito!

George no borró su sonrisa e ignorando los gritos de su esposa, se paró y caminó hasta su hija, para luego abrazarla con todas sus fuerzas. Cuando se separaron él besó la frente de Noah y luego acarició suavemente el estómago de Aura.

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Oh My Gosh! No lo puedo creer!!! 

Ignacio está en el puesto número 13 de Chick-Lit!! u.u No saben lo feliz que me hacen!

Mil gracias por los votitos y comentarios!! 

Mañana subo el tercer capítulo!!! :3

Besoooos! Suerte en sus vidas!!! 

Bye!!!

:*