Ignacio

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Aura Deligiannis estaba nerviosa, era la primera vez que debía afrontar una situación así. A sus veinte años de edad nunca antes había estado embarazada y nunca antes había tenido que anunciar una noticia de semejante importancia a nadie, mucho menos a su novio, Noah Milman.

Él siempre le había dicho que jamás la abandonaría, le había jurado su amor eterno, pero aún así los nervios la iban consumiendo poco a poco. Aura sabía cuánto su novio la amaba, pero no sabía si su amor lograría tolerar a una tercer persona en sus vidas. Por ese mismo motivo esa mañana, Aura, lo había llamado y le había dicho que debían verse urgentemente.

-Estoy embarazada- lo informó apenas lo vio sentarse frente a ella en aquel pequeño café con estilo ochentero que quedaba en la esquina de la casa de sus padres.

Noah había reído sin creer palabra alguna de lo que su novia le contaba. Le parecía algo imposible. Siempre habían tomado las precauciones adecuadas y necesarias para que cosas como esa no ocurrieran dentro de mucho tiempo.

-No te rías- Aura estaba al borde de las lágrimas- es verdad lo que te digo.

Noah comprendió la seriedad del asunto y su rostro se oscureció durante unos segundos, para luego dar paso a una brillante sonrisa de comercial.

-¿Es enserio?- preguntó aún más sonriente con la incredulidad tiñendo su voz.

Aura asintió lentamente con la cabeza poniendo su delicada mano sobre su aún plano vientre.

-Si no querés tener al bebé lo voy a cuidar sola, pero no pienso abandonar a mi hijo- susurró la joven.

-¡¿Qué!? ¿De qué hablás?- exclamó Noah y antes de que Aura pudiera abrir la boca él la besó- acabás de darme la mejor noticia de mi vida- había dicho contra sus labios mientras algunas lágrimas diminutas se escapaban por sus ojos- nuestro pequeño bebé...

-Nuestro hijo- sonrió Aura limpiando las lágrimas de su novio.

-Así es- afirmó Noah- ¿desde hace cuánto tiempo que estás embarazada?

-Un mes- respondió- al notar algunas irregularidades fui a la farmacia por algunos test y cuando dieron positivo decidí que debía ir al obstetra... oficialmente voy a ser madre- canturreó Aura sonriendo soñadora y tratando de imaginarse cómo sería su pequeño bebé.

-Oficialmente seré padre- sonrió Noah- Te amo, Aura.

-Te amo, Noah.

Y ambos se besaron como si hubiera sido la primera vez.