Fénix, le patronus

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Los tímidos abrazos habían sido reemplazados por miradas intensas y manos impacientes tratando de palpar la mayor cantidad de piel.

Un amor tangible en la textura del otro.

Y a pesar de todo, de la incoherencia producida por el éxtasis, de la vergüenza venidera a causa de ambos cuerpos desnudos... A pesar de todo, Harry supo que era allí donde quería estar. Con Hermione y no solo en ese momento, en el medio del pudor... Sino para toda la vida.

Y a medida que él saboreaba el oscuro pezón izquierdo, se dio cuenta que estaba llevándolos a ambos al tercer cielo. Avanzando en una relación de aparente amor prematuro. Estando ambos en un encuentro digno de recordar en todos los tiempos. No le importó otra cosa que querer hacerle sentir el mayor placer posible y por eso, tomó con miedo de principiante el pezón derecho que estaba abandonado, pellizcando y haciéndolo endurecer; Arrancando gloriosos gemidos. Sonrió victorioso y empezó una nueva sesión de lamidas en aquel pecho.

Aquello era como ver estrellas, mejor que cualquier suerte líquida.

Dejó por fin los pezones, arrancando un gruñido de frustración de Hermione, y comenzando una hilera de besos desde sus costillas hasta su cintura, perfecta cintura. Mordió ligeramente su costado y luego lamió sobre la marca, repartió pequeños besos desde su extremo derecho hasta su centro: el ombligo. Fue gratificante ver como mimar un poco esa parte olvidada hacía maravillas. La piel de Hermione se erizó por completo, haciéndola estremecerse y luego arquearse, dejándole a Harry la posibilidad de depositar sus manos sobre sus muslos desnudos. Obviamente, Harry lo aprovechó.

Volvió a morder la cintura de Hermione cuando ella hizo un sonido extraño, asustado, ante el repentino toque tan íntimo de él. -Shh- se perdió nuevamente en el ombligo- No te haré daño. Lo sabes- Ella asintió atontada y con el uso del valor gryffindor, lo agarró suavemente del pelo, enviándolo más abajo, hacia su entrepierna... Entonces Harry se hundió en ella suavemente y esta vez por completo, separando sus labios vaginales y rozando solo un poco su clítoris hinchado; luego probándola por primera vez, queriendo así marcarla como suya, saberla a su lado; Bebiendo su belleza y anhelando llenarla de su esencia. Pero habría tiempo para eso, más tarde. La prioridad ahora era hacerle sentir cuidada, amada, deseada. Hacerle saber que cada día la volvería a elegir.

Es poco decir que aquello se sentía tan correcto, era como su cielo, su otra mitad negada por demasiado tiempo. Y su corazón acelerado parecía a punto de estallar. Buscó sus labios intentando hallar el control que parecía haberse esfumado, tratando de alargar aquel encuentro y se sintió abrumado por la sensación de paz que lo invadió cuando sus lenguas se acariciaron nuevamente. -Harry, por favor...- rogó y no quiso que ella lo hiciera, porque sabía que las palabras ya no alcanzaban para expresar lo que cada uno sentía. Volvió a su labor en su entrepierna, sintiendo la necesidad creciente en la propia. -Oh, Dios santo... Sí, más. - susurró ella -Te quiero...- sintió que aquellas palabras, dichas por muchas personas, fueron dulces en su voz. Anonadado paró solo un segundo.

-¿Qué has dicho?-

-¿Qué?- respondió

-¿Qué fue lo que has dicho? Hermione...-

-Ella sonrió ampliamente, mostrando sus ya no tan grandes dientes-Dije: "Oh, sí... así, más" o algo así Harry.- Se paró en la cama completamente desnuda inconsciente de su hermosura y habló a medida que tumbaba a Harry en la cama, boca arriba.- También dije "Te quiero"-

Asombrado por su intrepidez y halagado por tener tan grande honor, guió su cabeza hasta unir nuevamente sus bocas.-Ahora es mi turno, Harry-

Rió bajito, nerviosa, y poco a poco fue masajeando cada músculo al alcance; Pasando las manos varias veces por su fuerte abdomen y sobre sus tetillas endurecidas. Se deleitó en su contorno fuerte, masculino, moreno... suyo. -Accio aceite- dijo moviendo su varita y rápidamente llegó un pequeño frasco de vidrio

-¿Cómo sabías que tenía eso?- dijo, algo entrecortado por su respiración errática

-Sólo lo supuse...- ella levantó una ceja- A algún lado debes llevar tus conquistas.-

Oh, aquí están los celos destruyendo todo romanticismo y sensualidad.

-Sería demasiado trabajo ocultar que es la cámara de Slytherin- respondió, tratando de sonar divertido pero cabizbajo

-Ya, claro... pero tampoco las llevas a la torre. Ah, por supuesto... demasiada gente- habló con voz resentida pero sus manos seguían masajeando los músculos de Harry, adorándolo.

-Hermione, serás mi primera vez- dijo con voz algo cansada

Oh.

-Merlín, lo siento mucho, Harry. Fue estúpido eso...-

-Sí, lo fue, pero olvidémoslo.- la atrajo hacia sí y giró a ambos, quedando Hermione en la cama.-Déjame hacer lo que había empezado a hacer...-

Acto seguido, sin ton ni son, recorrió todo su sexo con la lengua, como antes pero con más ahínco. Pasando su lengua de arriba abajo, abriendo sus labios vaginales para darle más cabida; Se animó a más.

Un dedo: adentro, afuera, adentro afuera. Dos dedos, tres dedos... Hermione chillaba por el placer, arqueándose y cuando estuvo a punto de llegar otra vez al clímax, él sacó sus dedos, su lengua. Simplemente se alejó. -Harry...- dijo algo molesta

-Hora de cosechar, Hermione- se sentó en la cama de modo que quedó a la vista completamente su pene erecto. Bello.

Se acercó dubitativa-Nunca lo he hecho antes...- dijo cuando estuvo lo suficientemente cerca. Su aliento fresco sobre el glande le dio algunas chispas de placer

-Lo sé, yo te guiaré- y así fue. –Lo primero que tienes que hacer...-

-¡Harry!- exclamó Hermione, señalando un patronus con forma de Fénix que volaba rápidamente por entre las oscuras paredes de la cámara-¿De quién es?- preguntó retrocediendo de la cama notablemente, distraída, haciendo que la erección de Harry también se ponga flácida.

-Maldición...- dijo él- Es de Dumbledore-

-¿Qué?- preguntó empezando a notar su desnudes y avergonzándose por eso... ¡Por Merlín! ¡Estaba el patronus del director!

"Te has retrasado... tenemos práctica; Hoy es urgente" habló el patronus, con la amable voz de Albus, y luego se fue por donde había aparecido.

-Lo siento, Hermione- dijo rápidamente Harry, mientras se ponía a toda velocidad sus pantalones y caía con gracia al piso.-Dumbledore...-

-Sí, no pasa nada- dijo ella algo sorprendida todavía.

-Tenemos que irnos.- aclaró él antes de acercarse y plantarle un ardiente beso,- pero eso no evita que luego sigamos con esto- las mejillas Hermione se encendieron

Harry agarró con fuerza la mano de Hermione, sacándola de la cámara. Había olvidado completamente su reunión.

a

Continuará...



Felix Felicis, Harry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora