Parsel

439 33 7
                                    

-"Ábrete"- susurró en parsel mientras se concentraba en la pequeña serpiente del grifo. Al instante, el lavabo retrocedió y apareció una cañeria inmensa. -Adelante- sonrió Harry al ver mi cara estupefacta...

Miré aquello, luego a él y nuevamente la cañeria. -Preferiria que tu fueras primero- acepté mi cobardía-Nunca he estado ahí- le recordé.

-Lo sé- admitió- pero he estado viniendo aqui por mucho tiempo. La he acomodado y, te aseguro, no hay nada que temer- me besó delicadamente- Además debo cerrar la entrada o alguien podría descubrirla. Confía en mí.-

-Está bien- saqué toda mi valentía gryffindor que parecía haberse esfumado y de pronto me encontré resbalando por un pasadizo cual tobogán-tunel. Creía que nunca llegaría a tocar fondo hasta que me sentí chocar con algo mullido y delicado que me permitió llegar despacio y bajar con cuidado. Miré hacia arriba para observar que era lo que me había salvado de un duro golpe y he aqui mi sorpresa cuando millones de burbujas fueron las que desaceleraron mi caía. Cuando una rebentaba, dos o más aparecian en el mismo sitio; Todas hermosas, llenas de diversos colores por la luz que se les reflejaba. Aplasté una apropósito y vi aparecer otras 3, inmensas. Reí por la creatividad de Harry.

En ese momento escuché un grito y me asusté por aquello, pero luego me di cuenta de que era un grito de alguien que estaba disfrutando mucho algo, alguien que goza. Vi aflorar a Harry de la cañería, rebentar varias burbujas con su peso y luego saltar distraidamente hacia el piso, justo al lado mío. -Es genial ¿cierto?- dijo riendo y algo se removió inquieto en mi interior. Como cosquillas. -He visto a algunos niños de primero hacer este hechizo y bueno... lo he copiado- sus mejillas sonrosadas por el entusiasmo le dieron un vuelvo a mi corzón.

-Pero Harry... ese hechizo es muy simple si solo son un par de burbujas. Aquí hay millones- contesté realmente sorprendida. -Debiste usar mucho poder- aclaré

-No en realidad. Fue la misma cantidad de magia que siempre utilizo- dijo simplemente, tomando mi mano y jalandome hacia el interior.

-Entonces debes ser muy poderoso y tener un gran potencial mágico. - se paró en seco y me miró dubitativo.- Eres un gran mago...-

-Tu tambien lo eres, Hermione- me besó apasionadamente, con fiereza y me pegó más a su cuerpo. Un gemido involuntario salió de mis labios y me asusté por aquello. Lo aparté bruscamente.

Harry me miró como si no entendiera y, en realidad, yo tampoco entendía. Lo disfruté pero me asustó. -Lo siento- se apresuró a decir él- No fue mi intensión-

No, no Harry, no te arrepientas.

Negué con la cabeza y me sentí nuevamente estúpida. Harry me habia demostrado dos veces en un día lo que sentía por mi y yo, o le reprochaba o lo apartaba. Tomé aire, me acerqué unos pasos y pegué mi cuerpo más de lo que era estrictamente necesario. Pasé mis manos por su eternamente despeinado pelo y sonreí al saberlo suave y sentirlo mío. Volví a besarlo con dulzura. -No lo sientas, Harry- dije bajito, disfrutando de nuestra soledad y temiendo romper la fragilidad de nuestra casi inestable relación. Lo ví cerrar los ojos y suspirar, complacido, con mis caricias. Me sentí con la obligación de amarlo y cuidarlo.

-Te quiero...- habló con voz ronca, seductora y al mismo tiempo entregada, casi vencida. -No te alejes de mi, Hermione-

-No lo haré- aseguré en una promesa que se sentía interna y desafiante.

-Entonces ven que debo mostrarte algo- sonrió nuevamente y corrimos intrépidos por los perennes pasillos de aquel lugar que parecía un laberinto.





Miré su sorpresa al ver la decoración verde y plateada de los dóseles de la cama que estaba justo en medio de la habitación-¿Slytherin?- preguntó anonadada

-No se lo he contado a nadie todavía, pero creo que es el momento oportuno para empezar...- le sonreí y me deleité en sus ojos castaños y su melena alborotada. Era tan simple y perfecta. -Cuando entramos a Hogwarts- comencé- Tenía miedo de ir a Slytherin por, tambien, miedo a ser un malvado mago oscuro. Cuando el sombrero seleccionador fue colocado sobre mi cabeza, quizo enviarme a Slytherin pero me negué, asi que me envió a Gryffindor. En realidad, dijo que yo tenía un poco de todas las casas- reí pasando mis manos por el pelo- Soy algo así como un divergente de Hogwarts-

-O quizá todo lo contrario; Si tienes algo de todas las casas... Aunque, Merlín... lo lamento, Harry, pero sería horrible verte en verde- me miró significativamente- aunque te convinara con los ojos- se acostó sobre la cama y la camisa del uniforme se le subió dejando a la vista una piel nivea.

Quise golpearme cuando sentí mi entrepierna palpitar atrevidamente al imaginarme a Hermione en la misma cama pero de manera diferente.

-Harry, lo quiero- dijo de repente. No entendí a que se refería...Se me acercó y pasó sus manos nerviosa pero segura sobre todo mi tórax- Hazme el amor- 



Continuará...


Felix Felicis, Harry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora