Capitulo 42 "Insaciable"

1.6K 93 3
                                    

- Esto sí es una muy grata reconciliación completa, voy a hacerte enojar más seguido - dijo mirándome a los ojos con mi rostro entre sus manos.

- No te acostumbres, quizá la próxima vez no corras con tanta suerte.

- Te amo Ori, te amo - dijo en mis labios desarmándome completamente.

- Yo también te amo Julián - respondí con voz apenas audible sin quitarle mi vista de sus ojos y volvimos a besarnos.

Después nos abrazamos con fuerza sin decir nada, pero yo tenía la sonrisa estúpida tatuada en mi cara, no sólo habíamos hecho el amor, porque en esta ocasión así había sido, no sólo sexo, me había dicho que me amaba y mi corazón no podía sentirse más dichoso, pero de pronto, un detalle cruzó por mi mente y me separé para mirarlo, él notó mi confusión y también me miró desconcertado.

- ¿Qué sucede corazón?

- Julián - pasé saliva - tú no... esta vez no usaste protección.

- Ya no tengo porque hacerlo, las cosas han cambiado, nos amamos, ya no es necesario - respondió frotando su nariz en la mía.

- Pero... - no pude completar la frase, esa idea me aterraba sólo de pensarla.

- ¿Existe algún riesgo? - preguntó separándose un poco para verme a los ojos.

- No, hoy no - dije no muy segura, necesitaba hacer bien las cuentas.

- Ya quita esa cara, si te tranquiliza seguiré usando, ¿vale?

- Vale, sólo cuando haya riesgo - respondí sonriéndole mientras pensaba en que tenía que buscar algún método anticonceptivo para mí.

- Lo que tú digas corazón, yo haré lo que tú me pidas - me dio otro corto beso en los labios y luego me abrazó de nuevo.

- Bueno, por el momento dejarme trabajar, tengo que terminar unos asuntos urgentes, no puedo irme hasta que los acabe - dije separándome.

- Bien, me quedaré contigo, al fin que todo mundo piensa que sigo en Europa - respondió mientras se arreglaba la ropa.

- ¿En serio no tendrás problemas por venir así de improviso? - pregunté en tanto me colocaba mi ropa interior y acomodaba mi falda.

- No, pero tengo que reportarme.

- ¿Cuando regresarás? - pregunté casi con pánico, ahora lo extrañaría mucho más.

- Pasado mañana, quería quedarme hasta el domingo, pero me es imposible, el viernes tengo una cena a la que no puedo faltar, es el cumpleaños de uno de los socios y podrá disculparme el que no haya ido a la junta, pero no el que falte a su festejo y también Yolanda irá a visitarme porque habrá una pequeña boutique en el hotel y quiere ver el espacio, llega el sábado por la tarde.

- No te preocupes, yo entiendo que tienes una vida y muchos asuntos que atender - dije caminando para sentarme en mi silla.

- Ori, yo no te voy a dejar sola, ¿vale? - exclamó tomándome de un brazo para que volteara - siempre he sabido administrar mi tiempo y debes creerme cuando te digo que nada es más importante que tú - añadió entrelazando ambas manos con las mías - nunca, grábatelo bien, nunca mis negocios han estado por encima de las personas que quiero, tengo todo planeado y organizado para poder pasar el fin de semana entero en Miami para la boda de Yol, a la que tú me vas a acompañar, por cierto.

- Aún no sé si pueda - dije en tono juguetón.

- Pues, si no puedes te secuestro, pero de que irás a esa boda conmigo, irás - respondió pegando su frente a la mía.

- Está bien, pero ya déjame trabajar o nunca saldremos de esta oficina.

- Yo no tendría ningún inconveniente en quedarme aquí contigo encerrado.

- Ya basta Julián, en serio.

Me dio otro pequeño beso en los labios y nos soltamos, me hizo la silla hacia atrás para que me sentara, como todo un caballero, y seguí trabajando en el ordenador. Él se sentó frente a mí y sacó su Iphone. Hizo un par de llamadas mientras yo seguía trabajando con el logotipo, después vi que escribía y escribía en el aparato. Cuando terminó con sus asuntos, movió la silla para sentarse a mi lado, le expliqué un poco lo que estaba haciendo, luego respondí unos mails y terminé un par de pendientes más. Y finalmente como a las ocho salimos de la oficina, cargo al oso y después tomo su pequeña mochila que había dejado en recepción, mientras yo me reía divertida, saqué mi celular y le tomé una foto con el oso en las manos.

- ¿Podemos ir a tu departamento corazón?, ahora Bruna está en el mío y no quiero que nadie sepa que estoy aquí - dijo al salir del edificio.

- No lo sé, podrías quedarte en alguna suite del Hotel Rose Imperial.

- Por supuesto, siempre y cuando tú te quedes conmigo, recuerda que vine única y exclusivamente para estar contigo.

- Claro que te puedes quedar en mi departamento - respondí sonriendo.

Le hice la parada a un taxi y subimos los tres, porque al oso lo pusimos en el asiento de adelante, al lado del conductor que nos miro extrañado, le sonreímos y subimos a la parte trasera, íbamos abrazados sin decir nada, escuchábamos la música de fondo que traía el taxista.

Al cabo de unos veinte minutos llegamos a mi departamento, Julián volvió a cargar el oso y yo volví a reírme, se veía tan lindo, entramos y le indiqué donde estaba mi habitación para que lo dejara ahí en tanto yo entraba a la cocina a ver que había para cenar, pero no tenía nada digno y se lo dije, entonces propuso pedir una pizza y se sentó en el sillón mientras le servía un vaso de agua. Se lo llevé y me jaló para que me sentara en sus piernas, me quejé porque no alcanzaba el teléfono y me lo pasó, pedí una pizza de peperoni mientras él me besaba el hombro, yo le recriminaba con la mirada, pero él seguía y se reía por mis expresiones.

- Listo, en media hora llega - dije entregándole el teléfono de vuelta.

- Bien, tiempo suficiente- exclamó acostándome en el sillón y se colocó encima de mí.

- Eres insaciable Julián, ¿te tomas algo? - exclamé acariciando su cabello.

- Tú eres mi mejor estimulante y esta noche lo único que quiero es hacerte feliz, amarte como mereces - respondió para luego besarme apasionadamente mientras sus manos se deslizaban por mi cuerpo.

Se me cierran los ojos, mañana subo más capítulos, bai las quiero 😘

17.03.16

Grande Tentación - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora