Colitas suaves y maullidos (kaisoo/chanbaek)

2. Kyungsoo Fernando

Los finos golpes en la puerta que daba Baekhyun en la entrada de Kyungsoo mientras llamaba su nombre y el de su hermano aquella tarde no parecían surtir efecto, así que fueron reemplazados por los de Chanyeol, que eran un tanto más bruscos y desordenados.

El humano alto aún estaba usando su ropa de trabajo, es decir, su camisa con saco y corbata, haciéndolo lucir mucho más apuesto para los ojos de su chico-gato, que tenía ganas de darle un beso pero no se podía: tenía a Diana en el hombro y estaba muy pequeña para ver esas cosas, y también tuvieron que ir a ver qué demonios le ocurría a Kyungsoo.

Chanyeol había llegado muy preocupado del trabajo porque su compañero no había ido, y al preguntar por él le respondieron que lo habían despedido. Entonces tomó a Baekhyun de la mano, que se encontraba viendo vídeos graciosos de gatitos en YouTube con su gatita, y fueron a verlo.

Tardó un poco antes de que Jongin les abriera la puerta, con cara de preocupación y un poco angustiado. Les dijo que Kyungsoo estaba arriba y subieron los tres con prisa. Cuando lo vieron, Chanyeol no sabía si reír o llorar.

—¡Pareces uno de esos tipos de las telenovelas de Luhan! —Al final, decidió que reír era la mejor opción, porque su amigo estaba hundido en la cama, con los ojos llorosos y con barba por todo su mentón —¿Quién eres, Kyungsoo Fernando?

—¡Chanyeol, no seas así! —Baekhyun le pegó un codazo. Mientras, Jongin sólo los miraba apenado por su dueño, entonces dijo con inquietud:

—Pasó toda la mañana pegándose esa barba falsa y llorando.

—¿Y por qué una barba? —Chanyeol (ni nadie) entendía la lógica.

—Porque así se ven los hombres sin empleo... —Respondió sollozando entre las mantas.

Baekhyun, con Diana en el hombro, se apegó a su dueño-novio para abrazarlo y tironearlo un poco del saco, como diciendo "haz algo por tu amigo, se ve muy feo" y el humano comprendió, dándole un leve asentimiento.

Entonces, a Chanyeol no se le ocurrió nada mejor que tirarse a la cama a hacerle cosquillas a Kyungsoo. Sabía que ese era su punto débil, tantos años de amistad no eran en vano. Además, los dos chicos-gato se sumaron al ataque de las cosquillas y el pobre desempleado terminó ahogándose de la risa, apartando al final a su amigo con golpes.

—Ahora, ¿nos vas a contar por qué ya no estás en la empresa? —Le preguntó el más alto.

—¡Es por culpa de Jongin! —Sollozó queriendo volver a llorar a mares, pero la gatita bebé de Baekhyun saltó de su hombro, escalando por Kyungsoo como si fuera un rascacielos hasta llegar a su cabeza, acomodándose ahí a ronronear. El humano, más calmado, la bajó de allí y la acunó en sus brazos, haciéndole sonrisas tiernas y ruidos indescriptibles de ternura, olvidándose de todo lo demás —. Ay, qué linda, qué linda. Miau miaú.

—¡Miau! —Le respondió. Todos dijeron awww al unísono.

—...Awww, mira que lind-¡Kyungsoo! —Interrumpió Chanyeol saliendo del trance gatuno—. Deja de jugar con nuestra hijita  y explícanos qué tiene que ver Jongin.

Kyungsoo, más calmado, y sonrosándose un poco, les contó que hace un tiempo había comenzado a rendir menos en el trabajo por dos razones: se pasaba pensando en cómo estaría su gato y se pasaba viendo fotos de su gato en el celular. Por su mente ya no cabían números ni finanzas ni cuántas copias de un formulario había que sacar, sólo pasaban las orejitas delicadas de Jongin, la colita suave de Jongin, la voz de Jongin, el ronroneo de Jongin... Jongin siendo Jongin.

Es que, simplemente, Jongin era tan guapo.

Todos miraron al chico-gato negro entre culpándolo y entre riendo, porque se notaba tanto que su humano sentía cosas por él que llegaba a ser ridículo ¡Despedido a causa de un gato! ¿Dónde se había visto aquello?