Brujo (Fonnie)

Re-encuentro

Al terminar de contar la historia, todos los niños salieron comentado todo lo que pensaba de lo contado por sus maestros. Los mayores se encontraban acomodando y arreglando todo lo de la sala, el que parecía más distraído de lo normal, era Freddy. Todavía pensaba en lo que había pasado ese dia, cuando llego a casa viendo todo destrozado, el anuncio de la ejecución de Bastian y el rostro y desespero de su amigo. Horas después fue a buscarlo desesperado, corrió lo más rápido que pudo al lugar donde cayo, gracias a un hechizo pudo encontrarlo mucho antes, lo que vio no fue muy lindo que digamos.

Bastian, estaba tirado con varias heridas en su cuerpo, especialmente los brazos y su espalda, las alas colgando de unas ramas y sus ropas casi por completo desgarradas, ni un segundo paso cuando fue ayudarlo, curo sus heridas y lo ayudo a irse a donde estudiaban. Agradecía profundamente que estuviera vivo, pues recordaba a un cadáver que apenas se movía.

–Te pondrás bien Bastian, te lo aseguro.– le dijo tratando de darle ánimos a su amigo, que solo estaba serio y callado.

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—Ya, ya despierta.—los dedos de Golden pasaron frente a sus ojos, haciendo chasquidos, que levantaron rápidamente al castaño que respondió agitando la cabeza.

—Creí que ya te había perdido. Jeje.—río suave, causando nerviosismo en su compañero. Desvio la mirada con el ceño fruncido y ligeramente sonrojado, ganado una risa no muy disimulada de su compañero dorado.

Terminaron de limpiar y se dirigieron a sus respectivos trabajos que quedaban por atender. En el camino se encontró a su aún mejor amigo...

–Hola, Bastian.–saludo alegre y con una sonrisa a su amigo, este frunció un poco el ceño y ladeó ña cabeza de forma negativa.

–Ya te he dicho que no me gusta ese nombre tan elegante.–reprocho alzando la vista.

–Perdon, Bonnie. Pues a tus padres tienen un muy buen gusto en nombres.–excuso obvio dando un cumplido.

–Y los tuyos también, Fernando Roberic.–hablo burlándose del castaño como lo hacia con su nombre, era algo constante.

–¿Que?, hey. ¡Oye!.–exclamo ofendido haciendo reír al otro y terminar por reír el también. Ambos caminaron hablando y una que otra broma entre ellos, Freddy se alegraba bastante en ver a su mejor amigo en sonreír despreocupado y sincero. Meses han pasado desde su casi muerte en el reino y parece llevar muy bien ese problema, pero el estaría con el todo lo que necesitara.

Se despedido del morado antes de llegar a la habitación y estudiar para el dia siguiente. El otro en cambio, estiro sus brazos antes de sonreír divertido, se dirigió a las afueras de los territorios que tenían los brujos, tenia una pequeña manía de salir y explorar y/o caminar por los alrededores. Era travieso en ese sentido.

Penso un momento de... "¿Por que no salir mas allá?". No había de que preocuparse de todas formas por mañana, no tendría trabajo y podía desvelarse. Pero ya saben lo que dicen "la curiosidad mato al gato... Por meterse donde no debe."

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A kilometros más allá de la guarida de magos, se ubicaba el reino de los Colb'on. Desde hace unos meses, los habitantes del reino tenían recelo y desconfianza ante sus semejantes. La ejecución de Bonnie no ayudo mucho al pueblo desde entonces, Amelia, la responsable. Se preguntaba a menudo que si lo que hizo fue realmente lo correcto.

Nadie le había dicho o hecho saber lo contrario, pero se sentía mal. Todo lo que se le había enseñado, fue tirado a la basura, sentimientos que nunca debería sentir, los tuvo y permitió que se apoderaran de ella. Pero le deprimía más que su "querido" príncipe, ya no era el mismo, era más cerrado y ya no salía con frecuencia. Intento varias veces ir visitarlo, pero siempre era rechazada o expulsada por el mismo Alex.

Este no tenia ánimos para recibir a al alguien que no fuera "Bonnie". Lo extrañaba y estaba arrepentido de lo que le hizo, no valió en lo absoluto la pena. Y ¿por que lo hizo en primer lugar? Haba más opciones si uno se ponía a pensar como: el no tomar en serio la noticia, dejarlo pasar, preguntarlo a su amigo o simplemente... Perdonarlo por ser uno.

Suspiro pesado luego de llamarse a si mismo idiota varias veces. Dejo ir a alguien que quería o más bien amaba.
Lo único que podía regresarle un poco la tranquilidad era posarse en su azotea a contemplar el jardín y fueras del bosque donde vivía, se guió por instinto hacia afuera para distraerse un poco de cabeza.

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<<¿Dónde estoy?>>

Cuestión mentalmente el joven de cabello morado. Varias pasaron luego de su "corta" caminata por los alrededores de su aldea, pero se le olvido de recordar un minúsculo detalle de si mismo: era verdaderamente malo en sentido de orientación.

Por lo que era evidente que no sabia como regresar, se dirigió por uno hechizo de ubicación de zonas pobladas para pedir ayuda o descansar, lo trucos de guía solían se pesados. Logro localizar un poco más allá de donde se encontraba, sin dudarlo se dirigió hacia ese lugar.

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El pelirrojo caminaba por entre los arbustos de forma rectangular y tan altos como una muralla. Iba distraído, pero triste, miraba al cielo de vez en cuando que solo lo aturdían recuerdos cuando iba de noche a ver a Bastian de ves en cuando. Otra vez esa depresión volvió, ladeo la cabeza negativamente una y otra vez. Solo continuo caminado.

Ambos se dirigían por el mismo camino como una muy bien planeada casualidad. Bonnie llego a la cerca del castillo, con otro truco para pasarlo din problemas, busco entre las plantas y arbustos cuadrados una casa o algo parecido. Cerca de donde se encontraba, Foxy paseaba distraído pero gracias a el sonido de una rama romperse lo hizo ponerse alerte.

Trago saliva antes de acerarse, y sentir a algo o alguien acercarse a donde él. Se abalanzó sin pensar a lo que se que estaba ahí.... El sonido de un cuerpo llego a los oídos del morado y en un rápido movimiento de reflejo se hizo al lado preparando sus manos para poder usar cualquier hechizo, al verlo más detenidamente.

<<Traje blanco...>>

<<Traje morado... Pero más recortado>>

<<Cabello larg-....

—Alexander.—susurro el oji rojo al hombre que también confirmo lo que veía.

<<Esa voz...>>

—Bastian.—

Ambos no dijeron nada, solo se miraban. Los ojos del menor se humedecían de poco a poco en su intento de no llorar y mantener dignidad. Al igual que el otro.

Volvió en si cuando el pelirrojo quiso acercarse a él, en un rápido movimiento de manos lo encerró dentro de una barrera mágica que le impedía moverse.

Nuevamente las inseguridades y enojo volvieron pero reflexiono mejor acerca se esto.

<<¿Vale la pena volver a perderlo por esto?. Siento rabia si, enojo también pero lo quiero más...>>

—Bastian, tranquilízate. No voy a hacerte daño.—dijo en voz calmada. Como siempre le habla antes.

El conejo lo miro receloso, pensando en si liberarlo o no.

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Haré esta historia un Short-fic.
Poco capítulos serán, no se cuantos pero... Bueno ;(

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Cieloblanco89