Capítulo 5: Azul

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Lydia y Jackson me llamaron para ver una peli. Me estaba terminando de arreglar y unos minutos más tarde escuché el timbre de la puerta. Bajé corriendo las escaleras.
—Papá me voy con Lydia y Jackson a ver una peli —le di un beso en la mejilla y fui hacia la puerta.
—Adiós cielo, pásatelo bien —si algo tenía mi padre es que era muy comprensivo, y siempre que yo sacara buenas notas me dejaba ir adónde quisiera.
—Hola Ella, vamos —dijo Jackson sonriendo. Desde luego nuestra relación era lo más raro del mundo. A veces para mí solo era un chico estúpido y arrogante. Otras, era como mi mejor amigo.
Subimos al coche y fuimos al videoclub para alquilar la peli. Jackson intentó convencer a Lydia de que viéramos otra peli que no fuese "El Diario de Noa", pero fue en vano.
—Lydia en serio tienes que cambiar un poco tu colección de películas románticas aburridas —le dije a la pelirroja.
—No hace falta, esa es perfecta —respondió dando una palmada.
Ay, Lydia.

🌙

—¿Alguien sabe dónde está "El Diario de Noa"? —gritó Jackson, el cual estaba un poco molesto. Parecía no haber nadie en la tienda— ¿Es que no trabaja nadie aquí?
—Vamos a buscarla, tiene que estar por aquí —comencé a andar y cuando giré en la esquina tropecé y me caí al suelo. Me giré para ver qué había sido con lo que había tropezado y vi un cuerpo, era el dependiente de la tienda. Empecé a gritar y a retroceder lejos de él y Jackson vino para levantarme. Él también estaba asustado.
—Tranquila Ella, vamos, tenemos que irnos —susurró.
Escuchamos unos rugidos y nos escondimos tras unos estantes. Escuchaba una respiración pesada, la de un animal. De repente comenzaron a caerse los estantes como piezas de dominó. Todo estaba pasando tan rápido que ni siquiera me daba tiempo a reaccionar. Jackson me empujó y quedó atrapado.
—¡Ella vete! Llama a la policía.
—¡Ni hablar, no voy a dejarte aquí! —cogí mi móvil para llamar pero me temblaban mucho las manos. Escuché un rugido detrás de mí. Me giré y era un gran animal, casi un monstruo, con unos ojos rojos. Me corrijo, era un monstruo. Entonces pensé que iba a morir despedazada, pero ese bicho salió corriendo rompiendo una ventana a su paso.
Los policías sacaron a Jackson de allí. Yo estaba sentada en la parte de atrás de la ambulancia, sin saber lo que había pasado, miraba fijamente al suelo. ¿Por qué ese monstruo simplemente huyó? ¿Por qué no me hizo nada? ¿Por qué estaba allí? Y lo peor de todo que me estaba volviendo loca...¿qué era?
Me estaba empezando a agobiar, veía las cosas borrosas y mi cabeza daba vueltas. Empecé a ahogarme.
Escuché a Lydia llamarme. Estaba tumbada en una camilla y me ponían una máscara de oxígeno pero yo intentaba quitármela. Sentía que me ahogaba con ella, pero también si ella. Los paramédicos me sujetaban y cada segundo que pasaba sentía que mi consciencia desaparecería de un momento a otro. Me tiré al suelo de rodillas con todas mis fuerzas y me quité la máscara. Sentí la mano de alguien en mi espalda que le gritaba a los paramédicos.
—¿Es que no veis que es un ataque de pánico? —dijo exasperado. Ahora sabía que era Stiles. La sensación se fue desvaneciendo poco a poco hasta que me pude sentar.
Miré a Stiles a la cara, estaba preocupado.
—Ma...má...he-he visto...a mamá...—dije llorando. Stiles me abrazó.
—¡Ella! ¡Ella! —mi padre venía corriendo. Stiles me soltó y mi padre me levantó y me abrazó— mi niña...
Parecía muy preocupado y triste.
—Papá, he visto a mamá...he visto su cara...sus ojos eran azules y...brillaban —yo aún estaba temblando.
—Shh...tranquila cielo, vamos a casa —mi padre me llevó al coche, miré hacia atrás y vi a Stiles con una cara de sorpresa y preocupación. Dentro del coche miré la entrada del videoclub. Y vi a dos personas en el techo.
Derek y Scott.

🌙

Estábamos en clase de química. Estaba ansiosa por ver la cara de Allison. Hoy era su cumpleaños y Lydia y yo le habíamos hecho una sorpresita en la taquilla. Pero no apareció.
—¿Alguien sabe dónde está Scott McCall? —dijo el profesor delante de Stiles.
¿Scott y Allison no han venido? Ya...seguro que están los dos malitos en su casa...
Cuando Jackson entró a clase el profesor le dijo lo mismo que me dijo a mí antes de entrar, podríamos salir en cualquier momento. Lydia no vino hoy.
—Señor Stilinski, intente utilizar el fluorescente para subrayar, es clase de química, no clase de arte —Stiles sopló y el tapón que tenía en la boca subió para caer en su mano derecha (¡qué guay!), debo decir que a mí se me habría caído. Recordé cómo me alivió su presencia en el incidente de ayer, ya me había dado cuenta de que llamaba mi atención, pero aún no estaba muy segura de si realmente me gustaba.
Hoy estaba sentada sola, así que Jackson se sentó a mi lado pero no quiso hablar conmigo.
Cuando salimos de clases e iba hacia mi coche (querido twingo, eres el más bonito) Stiles me llamó.
—¡Ella! Oye, puedes decirme...bueno yo...—ya había empezado a ponerse nervioso.
—Stiles, sobre ayer...—empecé pero Stiles me interrumpió.
—¿Cómo está Lydia? —me preguntó.
¿Espera qué? Soy yo a la que ayer casi se la come viva un monstruo y a la que le dio un ataque de pánico en el que me estaba ahogando, ¿y me pregunta sobre Lydia? Estaba tan molesta por lo que me acababa de decir que tenía ganas de pegarle. Lydia, Lydia, Lydia, ella es la única persona que le importa a Stiles, y la única de la que estará enamorado siempre...
—¿Por qué no le preguntas a ella? —le respondí con molestia.
—Eh...bueno tú eres su mejor amiga, y hoy no ha venido —noté que estaba sorprendido por mi respuesta.
—No lo sé, porque yo no la he visto hoy tampoco —respondí abriendo la puerta de mi coche.
—Espera Ella, no te he preguntado cómo estás porque...porque pensé que no querrías hablar sobre lo de ayer...pero si quieres puedes contármelo.
—¿Contarte el qué? —pregunté extrañada. Él sabía que era un ataque de pánico. Y escuchó lo que dije sobre mi madre.
—Ya sabes...sobre ti —dijo como si fuera obvio con muecas extrañas.
—Oye Stiles no estoy como para averiguar qué dices así que habla claro.
—¿Qué eres? —me dijo.
—¿Qué? —él se rindió y dejó el tema.
—Eh...da igual déjalo, ¿quieres venir a ver a Lydia conmigo?

🌙

Entramos a casa de Lydia, su madre nos miró con una sonrisa y entramos en su habitación. Lydia estaba medio drogada. Yo me senté en un sillón al lado de la cama. Stiles se acercó a ella.
Lydia estaba semi-vestida, porque esa cosa que llevaba apenas la tapaba.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Lydia.
—Quería saber si estabas bien —le contestó Stiles.
—¿Por qué? —le hizo un gesto para que se sentara a su lado y Stiles no dudó ni un segundo. (¡Pero qué mierda haces Lydia!)
Pues porque estaba preocupado por ti...¿cómo estás? —Lydia puso una mano en su brazo y Stiles se puso muuuy nervioso.
—Estoy...fantástica —dijo acercándose tanto a él que pensaba que iba a besarle en mis narices.
Estaba a punto de levantarme para irme cuando Stiles le preguntó serio.
—Lydia dime...¿qué viste?
—Algo...
—¿Un león de montaña? ¿O eso es lo que te dijo la policía?
—Un león de montaña.
Stiles se dio cuenta de que estaba colocada y Lydia se echó encima de él.
—No he venido aquí para ver esto —estaba muy molesta— me voy.
—¡Espera Ella! —dijo Stiles. Me paré y él se levantó para irse.
—Quédate —le dijo Lydia.
—Espera...¿yo? —dijo Stiles, no se lo podía creer. Y con eso sí que me fui. Él podría haberme preguntado a mí. Pero no.
Cuando ya estaba en casa un número desconocido (que ya era muy conocido por todas las veces que lo había colgado) me llamó. Sabía que era Stiles, pero aún así esta vez lo cogí.
—Ella como me cuelgues, la próxima vez que te vea te aburriré con horriblemente largos discursos sobre cosas que no te interesan —me gritó muy rápido y eso me hizo reír.
—Eres idiota —le respondí. Se rió.
—Oye ¿qué te pasa? Tampoco pasó nada, Lydia creía que yo era Jackson —sonó decepcionado.
—No...me pasa nada —ni yo misma sabía por qué me molestaba así, es decir...bueno quizá tenía una idea— nos vemos mañana— colgué en seguida para que no me preguntara nada más.

I: Apolune ↞ Stiles/Isaac/Teen Wolf ↠Where stories live. Discover now