LA CHICA QUE ME CAMBIÓ (Suga Y Tú)

capitulo 8

Narras tú:

Me despierto y rapidamente me doy cuenta que estoy dormida sobre el estomago de Suga, lo miro y aun esta dormido, por alguna razon sigo acariciando su cabello.

—¿que haces?—dice él sonriendo aun con los ojos cerrados, me asusto y alejo mi mano. Pero él me toma la muñeca y la dirije otra vez hacia su cabello—no no, no dije que la alejaras, sigue... me gusta—Sonrio y sigo acariando el cabello y partes de su cara.

Miro de reojo mi movil y son las 10:00㏂ «¡tanto dormimos! Y eso que suga sigue teniendo sueño» me recuesto nuevamente en su pecho

—son las 10 y mi niñera llegara a la tarde—suspira haciendo que mi cabeza se eleve y baje, lo miro y tiene ambos ojos abiertos.

Me levanto y me voy al baño, me doy una ducha rapida, me cambio y salgo. Doy unos pasos hacia él que sigue algo dormido, en un leve intento por tirarme encima de él me da un dolor en mi zona intima, haciendo que suelte un quejido, se voltea y me mira

—¿estas bien?—me pregunta preocupado al ver que me acaricio el vientre

—me duele la...—
¡mierda! Casi digo algo vergonzoso,
enarca una ceja divertido por lo que dije «¿que-acabo-de-decir?» muerdo la parte interna de mi labio inferior y bajo la vista al notar el cosquilleo que afirma que me sonroje. Levanto la vista y veo que él me sonrie, esa sonrisa que mata a todas las estudiantes del colegio, para detener este incomodo silencio, coloco un mechon rebelde detras de mi oreja

—bien, sera mejor que vayamos a desayunar—le digo acercandome

—no... yo quiero dormir un ratito mas—dice cubriendose la cara con una sabana

—no, tenemos que bajar en algun momento—le jalo el brazo para sacarlo

—pero, yo quiero estar contigo un rato mas— me toma de los brazos y me coloca encima de él, me sonrojo al notar que nuestras respiraciones se juntan, su aliento huele a menta

—¿que desayunaremos?—me pregunta

—no lo se ¿que quieres tú?—

—mmm... a ti—me sonrojo y sonrio, lo beso y él me corresponde, siento su lengua pasar por mi labio inferior, y al instante noto que su lengua explora todo, oigo que alguien abre la puerta principal de abajo, haciendo que ambos no sobresaltemos. Salto de la cama.

—____tn, soy juli, ya llegue—grita desde abajo— ¡juli! Se supone que llegaria a la tarde hoy,

—suga, ¡es mi niñera!—le susurro como si le gritara

—y que pasara si nos ve—me dice dandome la espalda para dormir

—tu no lo entiendes, solo vete, no quiero que nos separen—

—¿que?—

—mañana te lo explicare, solo vete—

—bien, bien, pero no puedo salir por la puerta y asi—sigue en ropa interior

—en mi armario, supongo que ella se ira dentro de unos minutos a hacer las compras—oigo a alguien subir las escaleras—pero ahora—le tomo el brazo y literalmente lo empujo al armario, tomo su ropa y la tiro al armario, cierro la puerta.

Me lanzo a la cama y me acomodo el cabello como si estuviese despertando,
Oigo unas risitas desde mi armario
—shhh—le susurro
Juli toca la puerta mientras la abre
—hola dormilona—dice sonriendo

—hola—respondo nerviosa

—¿que haces ahi? Levantate, es hora de desayunar y tú en cama-

—bien, bien-digo levantandome, bajo y una camiseta se cae junto a mi ¡es la de suga! Juli mira de costado

—¿qué es eso?—Dice

—nada—digo arrastrando con mi pie la camiseta bajo la cama—es, mi...—aclaro mi garganta— ropa in, interior—digo eso ya que si fuera ropa normal como un short o algo asi ella lo recojeria y se lo llevaria.

—bien, la llevaras tu a cesto de ropa ¿si?—asiento. Me paro y camino detras de juli mientras bajamos las escaleras

—juli, ¿iras de compras?—

—claro, ¿por qué lo preguntas—

—por nada—seguimos bajando hasta la cocina

Narra suga

¿a qué se referia con «no quiero que nos separen»?le doy poca importancia y me visto, abro la puerta del armario y veo que tiene una ventana, me acerco y miro el exterior, por si puedo salir por ahi, creo que si puedo, abro la ventana y coloco un pie en el marco de la ventana, alguien abre la puerta y me asusto, hasta que noto que es ____tn

—suga, por ahi no, te lastimaras, sigueme—hago caso y la sigo, se ve tan linda con esa camiseta suelta, desearia que fuese mia y la llevara asi todo el tiempo. Bajamos por las escaleras, me toma de las brazos y me guia rapido a la puerta principal

—luego te hablare ¿si?—me susurra, asiento, veo que mira a los lados y se acerca rapidamente para besarme, acaricio su sedoso cabello

—te quiero—me susurra, cierra la puerta y oigo que dice -¡era el cartero!-sonrio y meto mis manos en los bolsillos, caminando a casa mientras recuerdo su preciosa piel bajo la mia, su respiracion agitada junto a mi, sus ojos oscuros brillando al hundirme en ella, nunca podre olvidar su pequeño gemido al llegar al orgasmo con solo mis dedos.