Mi Amigo Imaginario.

Capítulo 9: Una Cita.

Estuvimos viendo mi película favorita de todas: Buscando a Nemo.

Lo se es muy infantil pero esa película me gusta mucho.

Nos dormimos cuando se acabó ni sabíamos que hora era pero algo que si sabíamos que era de noche.

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Me desperté y no estaba Alek, escuche un ruido en la cocina y un aroma delicioso que provenía de ahí.

Me adentre a la cocina y vi a Alek cocinando.

Me miro y sonrió.

- Hola ¿Tienes hambre? - dijo - hice macarrones con queso.

- Claro. - dije si tenia bastante hambre. - no sabia que tú cocinabas.

- La duda ofende, pero sí. - dijo.

Puso el plato que tenia los macarrones.

- Espero que te gusten. - se sirvió también.

Comí y era muy delicioso me gusto que cocinara.

- Alek debo de admitir que te quedaron deliciosos. - conteste - pero antes dime ¿desde cuando cocinas?

- Me mandaron después de que tu y yo nos separamos a Yucatán y fui el amigo imaginario de un niño que su padre era Chef, el niño se llamaba Alberto su padre le enseñó todo acerca de la cocina y yo estuve presente en las clases.

- Fuiste amigo de un niño que su padre era Chef.

- Si.

- ¿Y de quien mas fuiste amigo imaginario?

Alek me contó que fue a muchos países en este tiempo que estuvimos separados. Fue a España, fue amigo imaginario de un niño que se llamaba Santiago. Quien le enseño a reparar cosas.
También fue a Brasil y aprendió a bailar, su amiga Luisa le enseñó. Y varios lugares a los que fue.

Sonó mi celular era un mensaje y era Ezequiel.

Ezequiel: Alexa ¿quieres ir a comer algo?

Yo: A ¿donde me llevaras?

Ezequiel: A ese restaurante que esta cerca de la fuente de los deseos.

Yo: Ok. ¿A que hora?

Ezequiel: Llegaré a las nueve quince por ti.

Yo: Estaré lista.

Me fije y eran las siete en punto. Tenia tiempo suficiente para estar platicando con Alek un rato más.

Estuvimos riendo hablamos de lo que hicimos cuando nos separamos de niños.

Fue el mejor día que e tenido.

Mire mi celular a ver que hora era y eran las ocho y media.

Ya tenía que arreglarme.

Le dije a Alek que iba a ir a un lugar y iba a estar con alguien, no le dije que tenia una cita con mi novio.

Me fui a arreglar. No tarde mucho me puse un vestido de noche uno rojo con unas zapatillas plateadas.
Me puse un poco de rímel y brillo labial.

Baje y Alek me miro y juro que vi que se sonrojo y no se porque se sonrojo.

- ¿Porque te sonrojaste? - el volvió a sonrojarse se paso una mano a su cabello

- ¿Yo?.... - fue lo único que dijo si que estaba nervioso.

- No, le dije a la puerta - dije lo mas sarcástica que puede - claro que te digo a ti

- No sólo es que tengo calor es solo eso - contestó

- Ok voy a fingir que no te sonrojaste ¿como me veo? - se volvió a sonrojar enserio si le pregunto se sonroja y ahora que le cambie el tema se vuelve a sonrojar.

- Te ves... - se aclara la garganta - hermosa.

- Gracias. No tardare mucho - dije

- No te preocupes te esperare - dijo.

- Ok.

Me asume por la ventana y vi un auto negro estacionado enfrente de mi casa. Era de Ezequiel.

Mire a Alek.

- Ya llegaron por mi. - dije.

- Ya sabes te espero. - dijo

- No te vayas a salir - dije

- No mamá - dijo y soltó una risa.

- Hablo en serio. - lo fulmine con la mirada.

- Si lo se - dijo. - Cuidate.

- Igual.

Salí de la casa, la ventana del copiloto se bajo y vi a Ezequiel con traje.

- Pensé que nunca llegarías - dijo

- Lo siento, lo que paso es que.... - no le iba a decir que estuve con un amigo en mi casa y él conoce a todos los chicos con los que socializó. - no hallaba mis zapatillas.

Él solo asintió.

Mire por última vez mi casa ya que Ezequiel ya había encendido el auto.

Mire fijamente y vi a Alek asomándose por la ventana Diciendo adiós con la mano.

Ahora me dirigía a mi cita con mi novio.