El Trato

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Grité, intentando sacar toda la impotencia y frustración que crecía en mi interior, tenía ganas de llorar, patalear, pero sabía que nada de eso funcionaría. Lo hecho, hecho está.

-¡¡¡¡AAAAAAAAAGH!!!- grité, sintiendo como mis cuerdas vocales se desgarraban, pero ya nada importaba, no ahora.

Me hice bolita, mientras sentía la sangre manchar mi ropa y mojar mi piel, pero no, no era mía. Estallé en un llanto bastante agotador, gritaba de rabia y golpeaba mi cabeza contra el suelo pintado de rojo, pensando que en cualquier momento Mabbel me despertaría de ésta pesadilla. No pasó

Tenía que encontrar una manera, lo que fuera, no podía dejarlos morir, no podía soportar la culpa, de ver como descuartizaban sus cuerpos en mí cara, de ver como su sangre corría por el suelo y escuchar sus gritos de agonía, que retumbaban en mis oídos y me culpaban, de como no había hecho nada para evitar que sus suplicas por ayuda cesaran, y lo hicieron, pero de la peor manera. Entonces a mi llegó una gran idea, con la ropa chorreante de sangre caminé hasta el cuerpo inmóvil de mi tio Ford y arrebaté su diario.

-Ajá -susurré cuando por fin encontré lo que buscaba, hice algunas cosas y, en frente de mi y con una sonrisa burlona, apareció el demonio

-Pine Tree, ¿Que te puedo ofrecer hoy? -dijo con su tono divertido.

-¿Que crees tú, demonio isósceles?

-Vaya... -dijo mirando alrededor- ¿Que me ofreces?

-Mi alma -dije seguro- a cambio de que esto nunca pase.

-No puedo hacer eso- dijo tocandose el puente de la nariz, parecía frustrado- Solo puedo hacer que el evento se retrase

-¡Acepto!... Con tal de tenerlos de vuelta- dije tendiéndole la mano

-Esto tendrá que ocurrir algún día Dipper, éstas segu...-Bill fue interrumpido por el pequeño, que estaba impaciente.

-¡Acepto, toma mi mano de una maldita vez!

Entonces, demonio y niño, estrecharon sus manos y se volvieron uno, Bill tendría que estar cerca del pequeño, lo cuál le provocaba un gran fastidio, aborrecía a los humanos y sus decisiones precipitadas, sus cambios de humor y sobre todo, aborrecía la traición que se brindaban entre si, llamaban a otro "media naranja" y cinco meses después llaman a otro así.

Esa era una mala noticia para Dipper.

Entonces el demonio tomó entre brazos al niño y este se aferró a él lo más que pudo, a cualquier humano se le hubiese sido posible escuchar un corazón, pero Bill no tenía, era bastante obvio, pero aún así Dipper se sorprendió, un pensamiento vagó por su mente unos segundos:

¿Será que puede amar?

No. Inmediatamente descartó esa idea, además ¿porque le interesaba eso a él?, Bill era uno de los peores demonios y, ahora mismo, se sentía seguro con él, era raro, él era raro, pero todo lo mandó por la borda cuando se dio cuenta que Bill solo quería su alma, nada más.

Oscuridad. En ella cayó, lentamente y sin darse cuenta, se había dormido entre los delgados brazos de Cipher.

-•

¡Hola! ¿os ha gustado el primer capítulo? Comentad si queréis más y no olvidéis darle a la estrellita, que no muerde ni nada.

¡Nos leemos pronto! Cuiden bien sus pantallas, un abrazo virtual.

Bye,bye.

Crystal Heard / Billdipp [Rewriting/ Con Errores Ortográficos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora