capítulo 17

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Aiden

-Vaya- dije cruzandome de brazos y mirando a mi supuesta novia y al que se hacia llamar mi amigo.

Camila dejo de besar a Michael y se acomodó la ropa.

-Amor, puedo...- la interrumpi

-No me digas amor.

-Amigo, yo...- lo golpeé en la cara y cayó al piso con la nariz sangrando.
Camila se largó a llorar y lo ayudo a pararse.

Salí de ahí hecho una furia. El profesor al parecer no llegaba, así que tomé mis cosas y me fui a casa.
Al llegar dejé mis cosas en mi cuarto y me acosté y comencé a acariciar a Lukey.
Estaba solo en casa, ya que mamá estaba trabajando y Daniela junto con Tyler seguramente estaban buscando las cosas para su boda.

(...)

Miré a lukey y decidí llamar a Jennifer.

-Hola- dijo con esa voz tan dulce que tiene.

-Hola, enana- sonreí.

-¿Qué haces, jirafa?

-Nada. Me preguntaba si querías venir a ver a Lukey.

-¡Claro!- dijo alegre- ¿pero puede ser en el parque cerca de casa?.

-Bien, nos vemos dentro de una hora ahí.

-Bos vemos- colgó y yo fui a ducharme

Me cambié, tomé a Lukey y fui al parque caminando.

Jennifer.

Mamá ya había hablado con el profesor, el cuál entendió y dijo que me tomaría exámenes escritos.

Mientras mamá hablaba con el profesor, decidí salir a tomar aire. Fue entonces que pasaban Michael con la nariz sangrando y Camila a su lado llorando.

¿Habrá sido Aiden?.

Nos fuimos a casa con mamá, dejé mis cosas en mi cuarto y me puse a escuchar música.

Gabi me llamó y me contó que Aiden fue a física, y que luego volvio al gimnasio demasiado serio, que tomó sus cosas y se fue.

-Creo que pasó algo entre él y Michael- dije- lo vi con la nariz sangrando y Camila lloraba a su lado.

-Quizás algo paso- hizo una pausa- ¿ya decidiste qué le dirás a Aaron?.

-No lo sé, lo quiero... Pero sólo como amigo.

-Olvida a Aiden, Jennifer. La vida es muy corta para estar pendiente de alguien a quién no le importas de esa manera.

-Lo tengo que pensar mejor.

-De acuerdo. Hablamos mañana, adiós.

-Adiós- colgué y me acosté mirando al techo. Tratando de buscar una respuesta.
Mi celular comenzó a vibrar, miré el nombre del contacto y sonreí.

-Hola- dije sin borrar mi sonrisa.

-Hola, enana- dijo.

-¿Qué haces, jirafa?- pregunté sentándome en la cama.

-Nada. Me preguntaba si querías venir a ver a Lukey.

-¡Claro!- dije alegre- ¿pero puede ser en el parque cerca de casa?.

-Bien, nos vemos dentro de una hora ahí.

-Nos vemos- colgué y me vestí, le dejé una nota a mamá y salí.

Al llegar al parque me senté en una banca y comencé a jugar con mis dedos. Entonces alguien tapa mis ojos con sus manos.

-¿Quién soy?- Aiden comenzó a reír.

-Hola, jirafa- me besó la mejilla y sacó sus manos de mis ojos y se sentó a mi lado.

-Hola, lukey- él comenzó a ladrar y a mover su colita, lo cargué y comencé a acariciarlo.

Estuvimos un rato en silencio, hasta que no resistí y decidí preguntarle.

-Oye- él me miró con esos ojos tan profundos- ¿sabes qué le pasó a Michael?, porque lo vi con...

-Fui yo- me interrumpió.

-¿Por qué lo golpeaste?.

-Lo encontré besándose con Camila- abrí mis ojos a más no poder- y lo que más me molestó fue que luego de eso tuviera la decencia de llamarme amigo- sonrió sin gracia- ¿podríamos hablar de otra cosa?.

Asentí con la cabeza. Miré al parque y vi a dos niños jugando, sonreí.

-¿Recuerdas cuando nos conocimos?- él me miró y sonrió.

-Cómo olvidarlo- pasó su brazo derecho sobre mis hombros y me abrazo- y te golpeé a propósito.

-¡Oye!- lo empuje y el sonrió.

-¿Y cuando te vino tu periodo en mi casa?- se echó a reír y yo me sonroje- creíste que te estabas muriendo.

-Tenía doce, y además mamá no me había dicho que eso pasaría.

-Cuando te di tu primer beso- dijo bajo.

-¿ ómo estás tan seguro que fue mi primer beso?- seguramente estaba más roja que un tomate .

-Jennifer, soy tu mejor amigo, sé todo sobre ti- era verdad, sabía cada uno de mis secretos, excepto aquél que se lo oculto desde muy pequeña.

Bajé mi cabeza y miré a lukey, el cuál se había quedado dormido.

-Enana- lo miré- ¿quieres un helado?

-Claro-sonreí.

Los dos nos levantamos de la banca y puse a luke en el piso.
Mi celular se había caido cuando me levanté, así que me agaché para levantarlo, pero justo Aiden hizo lo mismo y nuestros rostros quedaron demasiado cerca.
Él miró mis labios y yo hice lo mismo, y sin darme cuenta, rompió la diminuta distancia que había entre nosotros y me besó. Sí... me besó.

Un Amor Para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora