Un Amor Para Recordar

capítulo 2

Aiden

-Feo durmiente despierta- dijeron y lo único que hice fue taparme hasta la cabeza- ¡Aiden Harrison, despierta!- y con ése grito caí al piso.

¿Pero qué...?
Me levanté y cuando reconocí al que se encontraba parado frente a mí no dudé en abrazarlo.

-Tyler- dije mientras lo abrazaba.

-Veo que me extrañaste- dijo y soltó una pequeña risa.

Tyler es mi hermano mayor, pero desde que se recibió de médico no lo he visto en mucho tiempo.

-¿Qué haces aquí, no tendrías que estar trabajando?.

-Pues tengo tres meses de vacaciones- se encogió de hombros.

-¿Y Daniela?.

Daniela era su novia desde hace cuatro años, no sé por qué no se han casado todavía.

-Llegará en la tarde.

Asentí y fui hasta el armario para ver qué me pondría para el instituto.

-Okay, iré con mamá. Si quieres te llevo al instituto.

-De acuerdo, gracias. Bajaré en unos minutos.

Salió de mi cuarto y yo fui a ducharme. Me alisté, tomé mi mochila y el celular para luego bajar a desayunar. Al entrar a la cocina saludé a mamá con un beso en la mejilla y me senté para comer lo que había preparado.

(...)

-Oye, ¿vengo por tí o...?- preguntó Tyler.

-Está bien. Pero primero ¿podemos llevar a Jennifer a su casa?, siempre la acompaño.

-¿Todavía siguen siendo amigos?.

-Sí- sonreí. Hace como díez años que somos mejores amigos.

-Bien, no hay problema- me sonrió.

-Gracias hermano. Adiós.

-Adiós, nos vemos más tarde.

Se despidió y luego vi su auto marcharse. Entré y vi a Jennifer guardando unos libros en su casillero. Me acerqué sin que ella lo notara y con mis manos cubrí sus ojos.

-¿Quién soy?- dije cerca de su oído tratando de cambiar mi voz.

-¿Me darías pistas?- la sentí sonreír.

-Es muy hermoso y lo amas- dije sin destapar sus ojos.

-¿Harry Styles?- preguntó.

-Oye.- destapé sus ojos y me hice el ofendido.

-Dijiste que era hermoso- se encogió de hombros.

-Y también que lo amas.

-Lamento decírtelo, pero estás en segundo lugar.- sonrió.

Le sonreí y coloqué mi brazo izquierdo sobres sus hombros y nos fuimos al salón de Biología, ya que ésta clase la teníamos juntos.
Entramos y nos sentamos en el lugar de siempre.

-Oye, Tyler volvió.- le conté con una gran sonrisa.

-Que buena noticia- ella también sonrió- ¿Pero no tenía que trabajar?

-Le dieron tres meses de vacaciones.

-Ah, eso lo explica.

Seguimos hablando, hasta que el timbre tocó, el salón se llenó y el profesor entró .Saqué mi cuaderno y el profesor comenzó a dar la clase.

(...)

Al fin el timbre que indicaba que nos podíamos ir a casa sonó. Tomé mis cosas y salí. En el pasillo,me encontré a Camila, una de las chicas más lindas de aquí. Me sonrió y se me acercó.

-Hola, Aiden.

-Hola, linda- la besé cerca de sus labios.

-Oye, Mañana haré una fiesta en mi casa, ¿te apuntas?.

-Claro, allí estaré. Adiós bonita.- le guiñe el ojo.

-Adiós.- me alejé de ella.

Al salir encontré a Jennifer.

-Hey.

-Hey- dijo sonriendo, pero no la de siempre. Algo le estaba pasando.

Si es así, ella me lo dirá, así que no insistiré.

-Tyler dijo que puede llevarte a tu casa, si quieres.

-Gracias, pero quiero caminar.

-Está bien.- vi el auto de Tyler a lo lejos.- me tengo que ir, Tyler ya llego -besé su mejilla.

-Okay, adiós.

Me acerqué al auto y subí en el asiento del acompañante y lo saludé.

-¿Jennifer no vendrá? -preguntó

-Dijo que quería caminar- me encogí de hombros.
Él no dijo nada y arrancó el auto.

-¿Daniela ya llegó?- pregunté mientras miraba por la ventanilla.

-Sí, hace como una hora. Ah, y a la noche tengo que decirles algo, así que los llevaré a cenar.

Sólo asentí. Seguía pensando en qué le pasaba a Jennifer.

Jennifer.

Por fin habían tocado el timbre para irnos. Tomé mis cosas y fui a la entrada a esperar a Aiden. Él se estaba tardando, así que miré el pasillo y lo vi besar a Camila cerca de los labios.
Y con solo verlo hacer eso el corazón se me partía en mil pedazos. Lo vi acercarse así que me hice la que no vi nada.

Se ofreció a llevarme a casa y le dije que prefería caminar. En estos momentos quería estar sola.
Luego de que él se fue comencé mi recorrido a casa. Mientras caminaba, recordé cuando nos besamos. Sé que han pasado como cinco años, pero no puedo olvidarlo. Y luego recordé cuando él me contaba con que chicas salía y comencé a llorar.

Cuando llegué, busqué en mi bolso las llaves, pero no estaban. Así que toqué la puerta y esperé a que mamá me abriera. Cuando por fin lo hizo, me miró.

-¿Qué tienes hija?.

-Lo amo mamá- dije sin más, ella sabía a quién me refería- lo amo como no he amado a nadie.

-Ya mi niña- me abrazó y entramos a casa.

-No tengo nada en contra del amor ¿pero por qué él? -dije sin parar de llorar, puse mi bolso en la mesa de la sala y me senté en uno de los sillones que se encontraban allí.

-Hija...-se sentó a mi lado- uno no elige de quién enamorarse.

-Pero de todas las personas que hay en el mundo... ¿por qué justamente él?- dije mirándola. Ella me dio una sonrisa triste y me secó las lágrimas- él nunca se fijaría en mí.

-Hay que saber resistir cuando el amor no es correspondido.

La abracé y seguí llorando.

Cuando paré, le dije que iría a mi cuarto. Tomé mi bolso y lo dejé en el pequeño escritorio que tenía en el cual yacía la foto de mi padre.

Él había muerto en la guerra cuándo yo tenía seis años.

La tomé en mis manos y le di un beso. Lo extrañaba tanto.

La dejé en su lugar y la admiré un rato más, hasta que solté un suspiro y comencé a hacer mi tarea.